El nuevo gobierno español declaró el martes una «emergencia climática» y se comprometió a presentar un proyecto de ley sobre la transición a la energía renovable dentro de sus primeros 100 días en el cargo.

El nuevo gobierno español declaró el martes una «emergencia climática» y se comprometió a presentar un proyecto de ley sobre la transición a las energías renovables en sus primeros 100 días de mandato.
En un comunicado anunciado tras la reunión semanal del gabinete, el gobierno se comprometió a presentar un proyecto de ley «para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática para 2050», es decir, emisiones netas de carbono cero.

El gobierno de coalición de izquierda del primer ministro Pedro Sánchez, que asumió el 13 de enero, también se comprometió a actualizar el plan nacional de lucha contra el cambio climático.

El gobierno ha decidido asegurar que «el cambio climático y la transición es la piedra angular de todos los departamentos (ministeriales) y de la acción gubernamental», dijo a la prensa la portavoz María Jesús Montero.

La ministra de Medio Ambiente, Teresa Ribera, dijo que el gobierno se había inspirado en las medidas francesas para crear un panel consultivo público «para generar ideas sobre cómo responder al cambio climático de forma inclusiva, consultiva y con un enfoque especial».
…se centran en la juventud».1579514365_525196_1579682007_noticia_fotograma

El verano pasado, Francia anunció la creación de un panel de ciudadanos sobre el cambio climático compuesto por 150 personas que ofrecerían ideas y opiniones sobre una serie de cuestiones relacionadas con el cambio climático «de acuerdo con el espíritu de la política social».
justicia».

A finales de noviembre, el Parlamento Europeo votó para declarar una «emergencia climática y medioambiental» en un gesto simbólico justo antes de la cumbre de la crisis global de la ONU que tuvo lugar en Madrid el mes pasado.

La moción instó a realizar esfuerzos para asegurar el «objetivo de limitar el calentamiento global a menos de 1,5 grados centígrados (35,7 grados Fahrenheit)».

Fue seguida por medidas similares en varios parlamentos de la UE, en particular en Francia, el Reino Unido y Austria.