Aprende a leer las etiquetas de tus gafas de sol

Lo primero que se suele mirar en unas gafas de sol es el nivel oscuridad de los cristales. Hay cinco niveles, entre el 0 y el 4.

-Nivel 0. Son gafas de cristales muy claros que se utilizan para días nublados o para llevar en interiores como adorno.

-Nivel 1. Para día de invierno con poco sol, que no requieren una gran protección contra la luz.

-Nivel 2. Son las gafas más utilizadas cuando hace sol en invierno. Se trata de cristales claros, que protegen de la luz pero que permiten ver con claridad en día de invierno.

-Nivel 3. Se trata de las gafas más utilizadas en verano, ya que protegen muy bien de la luz solar y tienen cristales oscuros. Muchas personas las usan todo el año.

-Nivel 4. Se utilizan en entornos muy concretos, como la nieve. Son muy oscuras y no valen para conducir, siendo incómodas para usar en la calle de manera normal.

¿Qué debes de buscar?

Esto es lo que tienes que buscar en unas gafas de sol dependiendo de qué es lo que quieras para protegerte de los rayos solares:

-UV400. Esto indica que te protegen totalmente de los rayos ultravioletas. Esto es muy importante, ya que es lo que de verdad importa en unas gafas de sol, especialmente en verano o si se acude a la nieve o al desierto.

-Polarizadas. Ahora que está de moda que las gafas sean polarizadas mucha gente cree que protegen más contra el sol, pero no es así. Esto significa que no reflejan, por lo que se ve con mucha más claridad y resultan mucho más cómodas para conducir.

-Gafa de espejo. No son mi mejores ni peores que las que tienen otros acabados. Es solo una cuestión de moda. Si son UV400 da igual qué tipo de acabado tengan las gafas. Ahora ya sabes que es falso que las gafas de espejo sean malas para la vista tal como dicen algunos.

Buenas marcas a precios competitivos

Comprar unas gafas de buena calidad no tiene por qué costar una gran cantidad de dinero. En Webs como UpDawn puedes encontrar gafas de marca propia a muy buen precio y con todas las garantías para los ojos.

No es necesario arriesgarse comprando gafas que no se sabe si reúnen todas las condiciones y que pueden acabar pasando factura a medio o a largo plazo.

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