Archive for julio 27th, 2009

Posted by on julio 27, 2009

Posted by on julio 27, 2009

QUIERO que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinado
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay amor,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amado,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos

Posted by on julio 27, 2009

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Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.

Posted by on julio 27, 2009

 

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero…? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenaron sé de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos… vibró un beso,
y qué viste después…? Sangre en mis labios.

Yo te enseñe a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.

 

 

Posted by on julio 27, 2009

ChIsTeS

07-27-09

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Un día un pordiosero se dirigió hacia la ventanilla de un lujoso automóvil Mercedes Benz que estaba detenido en un semáforo, ocupado por un elegante y próspero caballero, y se entabla el siguiente diálogo:
Señor, ¿podría regalarme cien pesos para comer?
– Pero, ¿no te los irás a beber, verdad? – No señor, nunca en mi vida he bebido alcohol.
– Entonces, ¿te lo vas a gastar en cigarrillos? – No señor, no fumo, ni nunca lo he hecho.
– ¿Te los vas a gastar mejor jugando y apostando con los otros pedigüeños? – De ninguna manera. Nunca juego ni apuesto nada.
– ¿Te los piensas gastar en mujeres, acaso? – Jamás he salido con ninguna mujer que no fuera mi novia, convertida luego en mi esposa hasta que me abandonó.
– Entonces toma, no cien, sino mil pesos. Pero vente a comer a mi casa. Quiero invitarte a una buena comida casera y así podrás ahorrarte los cien pesos.
E
l pordiosero, sorprendido, sube al impresionante auto y ya en el camino pregunta: – Oiga, señor, ¿no se enojará su esposa al ver llegar a alguien como yo y que se siente a la mesa a comer?
-Probablemente sí -contesta el rico- pero valdrá la pena. –
-¿Por qué, señor?
-Tengo interés en que ella vea en qué se convierte un hombre que no bebe, no fuma, no juega, no baila, ni sale con mujeres que no sea su esposa..

Posted by on julio 27, 2009

 
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