¿QUÉ ES LA ESCUELA QUITEÑA?
Se conoce como Escuela Quiteña al conjunto de manifestaciones artísticas y de artistas que se desarrollo en el territorio de la Real Audiencia de Quito durante el período colonial, es decir durante la dominación española donde obtuvo su mayor esplendor entre los siglo XVII y XVIII, de esta manera llenándose de gran prestigio entre las otras colonias americanas incluso en la Corte Española de Madrid.
La Escuela Quiteña se originó en la escuela de artes y oficios, fundada en 1551 por Fray Jodoco Ricke y Fray Pedro Gocial, que luego estos mismos Frays fundan el Colegio San Andrés.
Características de la Escuela Quiteña
las obras de la Escuela Quiteña se caracterizan por la combinación y adaptación de rasgos europeos e indigenistas y en sus etapas refleja todos los estilos imperantes en cada época en España y así tiene elementos renacentistas y manieristas; durante su apogeo es eminentemente barroca concluyendo con una corta etapa rococó que desemboca en un incipiente neoclasicismo hacia la fase de transición a la etapa republicana.
Una de sus características comunes de la Escuela es su «técnica de encarnado» (como se llama en pintura y escultura a la simulación del color de la carne del cuerpo humano) que da una apariencia más natural a la piel del rostro de las esculturas
Las características que denotan su raigambre indígena son:
- Se da una «quiteñización» de los personajes, muchos tienen rasgos mestizos y atuendos locales;
- Aparecen con frecuencia costumbres ancestrales aborígenes;
- Las escenas se ubican en un ambiente propio del paisaje andino, de sus ciudades, de su arquitectura;
- Existe la presencia de fauna local (llamasen lugar de camellos y caballos; cuy en sustitución del Cordero Pascual; monos, zarigüeyas, tapires, felinos, junto con los clásicos borregos de los pastores, etc.), y la flora nativa se descubre en guirnaldas, bordados, incrustaciones, platería, tallas, etc.) al igual que la adopción de plantas vernáculas sustituyendo las de la iconografía tradicional europea; · en escultura y pintura hay presencia de personajes y costumbres propios del medio; · el ejecutor de la obra de arte es el artesano local, de milenaria tradición artística propia; se da una adopción por «naturalización» de los santos europeos, por ejemplo, San Jacinto de Polonia se conoce como San Jacinto de Yaguachi.
Exponentes de la Escuela Quiteña
Bernardo de Legarda
Escultor, imaginero, pintor, dorador, platero y espejero quiteño nacido a finales del siglo XVII, hijo del Sr. Lucas de Legarda y de la Sra. María del Arco.
A pesar de haber pertenecido a una familia de escasas posibilidades económicas, pudo ingresar, gracias a los esfuerzos de su padre, en algunas de las escuelas de arte que afloraron en el Quito Colonial entre los siglos XVII y XVIII, donde aprendió de sus maestros todos los secretos del arte de la época.
Su invalorable obra artística alcanzó su mayor esplendor entre 1730 y 1773, y se caracterizó por los temas religiosos, retablos y calvarios que aún adornan, en calidad de reliquias, algunos de los más antiguos templos quiteños
Obra: Su obra más conocida es “La Inmaculada”, llamada también “La Virgen de Quito”, que en la actualidad es venerada en la iglesia de San Francisco. Esta fue tallada en 1734 y con ella el maestro logró la sublimidad. En la cima del Panecillo, en Quito, una gigantesca “Inmaculada”, réplica monumental de la original, deja caer sus bendiciones sobre la ciudad.
Manuel Chili
Conocido como Caspicara fue un notable escultor quiteño nacido entre 1720 y 1725. Caspicara se compone de 2 palabras quichua Caspi (madera) y Cara (corteza)
Obras:
«Las Virtudes Teologales», en el coro de la catedral de Quito; el «San José», de la iglesia de San Agustín de Latacunga; la «Sábana Santa», de la Catedral de Quito
Se asegura que en la ciudad de Popayán, que perteneció a la antigua Audiencia de Quito y que hoy forma parte de Colombia, existen varios trabajos notables creados por su maravilloso talento.
ESCUELA DE SAN ANDRÉS
Esta escuela tenía como objetivo la enseñanza de la doctrina religiosa aparte de enseñar a leer, escribir, cantar, tañer flautas y la pintura a indios, mestizos y españoles.
El nombre es dado por tratar de interesar por el plantel al Virrey de Lima don Andrés Hurtado de Mendoza el cual intercede ante el Rey para que mediante Cédula Real lo nombre Colegio de Patronazgo Real es decir colegio oficial del rey.
Donde se destacaron personajes como el Fray Jacobo Ricke quien enseño a los indios a leer, escribir y tañer los instrumentos de tecla, cuerda y canto como órgano y llano.
Y el Fray Pedro Gocial quien fue conocido como Pedro ¨el pintor¨, donde tuvo a su cargo la enseñanza de pintura dentro del colegio, la cual consistía en miniar los libros corales destinados al canto. Al retornar a Quito fundó una escuela de pintura a la que le dio el nombre de Cofradía y para la inscripción de sus alumnos abrió un libro en cuyas primeras páginas diseño el busto de una imagen que correspondía al “Libro de la Cofradía del precioso Rosario de la purísima Virgen María
Dentro de sus estudiantes destaco Juan Bermejo, quien era un indio diestro ya que manejaba el canto acompañado del órgano, la flauta y la tecla.
Ahora se puede apreciar ya la labor de los “apuntadores” de libros de canto y los pintores “miniaturistas”. La enseñanza de canto tañido de instrumentos requería abundante copia de ejemplares para la Schola Cantorum de San Andrés y luego para los maestros de capilla y músicos de la catedral y demás iglesias
- Pintura
Durante el siglo XVI la pintura se inicia en el Colegio de San Andrés que como se mencionó enseñaba artes y oficios; sin embargo no se conoce ninguna obra de esta etapa para poder confirmar el grado de habilidad que hayan desarrollado los alumnos de este centro.
La pintura de este siglo y del posterior se sumo al gran conjunto pintura, escultura y arquitectura como un medio de evangelización impositiva por parte del clero a los grupos nativos de estas tierras; esta era su misión por tal motivo en toda empresa de conquista siempre acompañaban sacerdotes que serían los evangelizadores y la vez también los que legalicen la conquista que se la llevó a ejecutar al amparo de la cruz.
EL PAPEL DE LA IGLESIA COMO IMPULSOR DE LAS ARTES EN LA COLONIA
La obra colonial quiteña encierra la idiosincrasia propia de la época así como el gran amor y devoción a la Madre de Dios, al Cristo y otros santos. Inserta además otros elementos que demuestran la originalidad de los artistas de la «Escuela Quiteña», tales como:
«potencias» en Cristo
«aureolas» en vírgenes y santos
Para la conquista espiritual de América, se sirvió España como método eficaz, del establecimiento de la Iglesia visible o sea con todos los elementos que facilitaran la evangelización progresiva de los nuevos pueblos. Este sistema implicaba la construcción de templos, con altar de sacrificio, cátedra de predicación y tribunal de penitencia. Desde el principio organizó la Corona el régimen episcopal, a cuyo cargo estaba la tensión de catedrales y promovió la acción de las comunidades religiosas, que se estimularían en la construcción de sus respectivos templos y conventos. Se explica, de este modo, el esfuerzo creador de los obispos y las órdenes monásticas en plasmar su espíritu de iniciativa en obras, que fuesen, a la vez , el monumento externo de su poder espiritual y el centro de irradacion de su apostolado benéfico. Cada templo asumió el nombre del fundador de una orden religiosa y determino el carácter de los “barrios”
Se ha estudiado profundamente sobre el contenido de una arquitectura colonial. No es la soledad de un edificio. Es el conjunto característico de un sector o barrio urbano, que consta del templo y emplazamiento conventual en cuyo contorno se apretujan casas desiguales, alineadas en calles estrechas, con visión panorámica de los montes y colinas que rodean la ciudad. Sobre esos barrios se han volcado los siglos para dar pátina de antigüedad a cada uno de ellos e informar a todos juntos de un aire de evocación histórica y de serena monumentalidad. En este aspecto, ninguna ciudad discute a Quito la preeminencia que le ofrecen de consumo la naturaleza y el arte.
La antigua Real Audiencia de Quito fue la capital de administración política y religiosa, por lo tanto se convirtió en la cuidad donde convergían el dinero de los encomenderos y los ricos, y donde realizaban las actividades de los superiores religiosos.
La pintura Quiteña se caracterizó por el uso de una paleta de colores de ocre y colores fríos más cercana a la europea, utiliza grandes espacios abiertos y trabaja la figura humana en perspectiva lineal. La escultura por su parte adquirió un desarrollo bastante avanzado y reconocido, figuras con expresión casi perfectas cuyos movimientos en las formas contrastan «delicadamente» con las técnicas del encarnado, estofado, esgrafiado. Policromías muy apropiadas logradas y terminadas de muy alta calidad permitieron que la producción artística colonial de Quito, conocida como «La Escuela Quiteña», sean valoradas a nivel mundial obteniendo hasta la actualidad el reconocimiento universal.
CONSECUENCIA
La influencia que tiene la iglesia con las artes es por que en la época de la colonia la inspiración era la religión todo lo hacian en base a eso,. luego se fueron dando escuelas que se iban dando ciertas areas y de ahi nace la escuela de San Andrés que es la que se dedica en la parte musical de crear instrumentos y de la pintura entonces lo que se realizaban era pintar cosas relacionadas con la iglesia y en lo que basa a los instrumentos, eran para acompañar los momentos religiosos a la iglesia y asi es como estos Frays, Fray Jodoco Ricke y Fray Pedro Gocial que eran encargados de esta escuela y los que nacen de la Escuela Quiteña hacen que empiece a involucrarse, todo eso a los mestizos, españoles e indios y por eso nacen las escuelas, el amor por el arte
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