Ya conoces lo básico: aplicar tu protector solar generosamente, a diario y repetir con frecuencia. Pero tienes que hacer más si deseas obtener la mejor protección contra los rayos dañinos.
Empecemos por los datos
Un protector solar con un SPF (Factor de Protección Solar) de 15 filtra aproximadamente el 93% de los rayos UVB que causan cáncer, mientras que un SPF de 30 protege contra el 97% de ellos. Un SPF de 50 detiene el 98% y SPF 100 detiene el 99%. Entonces, cuanto más alto sea el SPF, mejor, pero recuerda ningún protector solar puede protegerte del todo.
Cuidado con los rayos A
Tanto los rayos UVA como los UVB contribuyen al cáncer y al envejecimiento prematuro de la piel, pero los rayos UVA son más furtivos: no causan quemaduras. Para asegurarte de que tu protector solar mantiene a ambos a raya, busca las frases “amplio espectro”, “multiespectro” o “protección UVA / UVB” en la etiqueta. ¡Que bueno es aprender!
Asegúrate de tener suficiente
De media, según el conocido doctor John, Swen Malte, presidente hoy por hoy del departamento de medicina ambiental, teoría y dermatología de la salud de la Universidad de Osnabrück de Alemania, la población en general se aplica una cuarta parte del protector solar necesario para obtener el factor de protección solar indicado en el frasco. Los adultos deben usar alrededor de dos cucharaditas si usan ropa que les exponga la cara, los brazos y el cuello, o dos cucharadas (el equivalente a un vaso de chupito) para todo el cuerpo. Una cucharada del tamaño de una moneda de cinco centavos debe cubrir solo la cara. Vuelva a aplicar al menos cada dos horas. Sobre todo es muy importante aplicar cada dos horas.
Verifica el estado del producto
Si una botella ha estado reposando por un tiempo, agítala antes de aplicarla. Esto mezclará los ingredientes y así nos aseguraremos de que obtenemos las proporciones adecuadas en la piel. El protector solar no conserva su eficacia durante más de tres años, así que tíralo si ha pasado la fecha de vencimiento. En resumen, antes de utilizar el protector solar, comprueba su estado.
Cuida también de tus ojos
No solo la piel puede quemarse: la superficie del ojo también es vulnerable. Si tienes unos ojos claros como los tengo yo, sabrás de qué hablo.
Incluso si no notas ningún síntoma de aparente quemadura solar en tus ojos (dolor, enrojecimiento, lágrimas, sensibilidad a la luz, hinchazón, dolor de cabeza, sequedad…), los rayos ultravioleta podrían estar causando daños que podrían provocar pterigión o cataratas (crecimiento de tejido en el ojo) a largo plazo. No salgas sin gafas de sol, y recuerda que la salud no tiene precio, compra unas gafas de sol buenas que bloqueen los rayos UV. La protección proviene de una sustancia química invisible en las lentes, así que abstente de juzgar la capacidad de las gafas en función de su color u oscuridad. En su lugar, lee el etiquetado del producto. No juzguemos por la apariencia.
Considera el entorno
La exposición a los rayos ultravioleta depende mucho de dónde nos encontremos. También tenemos que tener en cuenta la altitud. Por cada 1.000 metros más de altitud, los niveles de radiación ultravioleta aumentan aproximadamente un 10 por ciento más. Nunca bajes la guardia debido a las nubes: incluso cuando el cielo está completamente nublado, hasta el 40% de los rayos ultravioleta llegan al suelo. La mayoría de las quemaduras solares ocurren en días grises, sobre todo las más graves, esto es porque creemos erróneamente que no necesitamos protección en estos días.
Cualquier cosa es mejor que nada
¿Por qué hay SPF como 8 o 15? La razón es «en parte histórica y en parte estética», dice la Dra. Jennifer Beecker, presidenta nacional del programa de concienciación sobre el sol de la Asociación Canadiense de Dermatología. «Los protectores solares son cada vez más transparentes y no grasos, pero es más fácil hacer uno de textura agradable en 15 que en 50».
Si bien es mejor usar algo que nada, el Dr. Beecker señala que los Protectores Solares con un FPS más bajo no son suficientes para pasar períodos prolongados al aire libre. Tenemos que entender que la eficacia de los protectores solares dependen mucho de factor de protección, puede ser muy peligroso no usar ningún protector solar, pero también usar uno de muy baja protección.
Cobertura completa
Unta toda la piel expuesta: las áreas que más olvidamos y que pasamos por alto incluyen el cuello, las orejas, la parte superior de los pies, la parte interior de rodillas y esas zonas de espalda difícil de alcanzar. Si estás maquillada y además piensas en utilizar insecticida o algún producto similar, primero ponte el protector solar; los ingredientes activos del protector solar deben estar en contacto directo con la piel para hacer su trabajo. Si bien el protector solar se puede aplicar inmediatamente antes de salir, esperar 20 minutos para que se seque puede ayudar a que permanezca en su lugar.
Resistente, pero no impermeable
Algunos protectores solares son «resistentes al agua», lo que significa que protegerán la piel durante más tiempo antes de que el agua o la transpiración los eliminen. Esto no significa que puedas nadar o sudar tanto como quieras sin ponerte más protector solar. Ten en cuenta que, si bien el agua absorbe algunos rayos ultravioleta, «todavía hay suficientes para quemarlo cerca de la superficie», dice Beecker, y es posible que no lo notes porque se mantiene fresco. Ya sea que tu protector solar es resistente al agua o no, vuelve a aplicarlo una vez que regreses a tierra firme.