La intolerancia a la fructosa

La intolerancia a la fructosa es, por lo tanto, una de las intolerancias menos comunes y la más incomprendida por el público en general. Sin embargo, en Francia se diagnostican cada vez más intolerancias o alergias a ciertos tipos de alimentos, incluida la fructosa.

 

Estas intolerancias o alergias tienen efectos nocivos para nuestro organismo y, si no se tratan correctamente, pueden ir más allá de unas simples molestias gastrointestinales y afectar a diversos órganos. Por eso es muy importante que en caso de intolerancia a la fructosa podamos identificarla y consultar a un nutricionista especialista en intolerancia a la fructosa para que nos diagnostique correctamente. 

 

¡Hoy te explicamos todo sobre la fructosa! Qué es exactamente la intolerancia a la fructosa y cuáles son los diferentes tipos, cuáles son sus síntomas y los mejores alimentos sin fructosa para comer en caso de intolerancia.

 

¿Qué es la fructosa?

 

La fructosa es un tipo de azúcar que se puede encontrar en frutas, verduras y miel. También está presente en la sacarosa (azúcar común de mesa) ya que se forma a partir de una molécula de glucosa y otra de fructosa que luego se separan durante la digestión.

 

La fructosa también está relacionada con el edulcorante sorbitol porque cuando nuestro cuerpo la metaboliza, puede generar fructosa. 

 

¿Qué es la intolerancia a la fructosa?

 

Aquí, se deben distinguir dos casos diferentes: la intolerancia hereditaria a la fructosa, o IHF, y la malabsorción de fructosa.  

 

¿Qué es la intolerancia hereditaria?

 

Este tipo de intolerancia a la fructosa está relacionado con un tipo de error genético hereditario que impide que el cuerpo metabolice correctamente la fructosa y ocurre en aproximadamente el 0,005 % de la población.

 

Las personas con este tipo de intolerancia a la fructosa carecen de la enzima responsable de su metabolismo, por lo que la fructosa, al descomponerse durante la digestión, genera un producto tóxico para el organismo que puede provocar náuseas, deshidratación, vómitos, disfunción hepática, ictericia (aumento de la bilirrubina) o niveles bajos de bilirrubina. azúcar en la sangre.

¿Qué es la malabsorción?

 

La malabsorción de fructosa es un trastorno más común que la intolerancia y puede afectar al 30% de la población. En este caso, la fructosa no puede ser absorbida por completo en el intestino, provocando molestias gastrointestinales como dolor, gases, náuseas o diarrea. Su gravedad depende del nivel de fructosa que el cuerpo pueda absorber. 

 

¿Qué dieta libre de fructosa seguir? 

Lo mejor para las personas con intolerancia hereditaria a la fructosa o malabsorción de fructosa es seguir una dieta libre de fructosa, sacarosa y sorbitol (consumir menos de 1-3 gramos por día) para vivir una vida perfectamente saludable y no desarrollar la salud. problemas por ello es bueno tener un nutricionista Mallorca que lo pueda ayudar.

 

En cuanto a la malabsorción de fructosa, el tipo de dieta (posibilidad de ingerir más o menos fructosa) variaría según el grado de malabsorción observado.

 

Tenga en cuenta que la fructosa se encuentra naturalmente en la miel, muchas frutas (incluyendo cerezas, manzanas, peras, uvas, fresas, kiwis y plátanos) y verduras (apio, brócoli, cebolla, repollo, zanahoria, espárragos y tomate).

 

Algunos productos que contienen edulcorantes (dietéticos o para diabéticos) también pueden contener fructosa; y no nos olvidemos de la sacarosa (azúcar blanco, moreno, integral…) presente en infinidad de productos procesados, desde salsas de tomate hasta cereales o galletas. 

 

Alimentos sin fructosa

En lugar de azúcar, puedes tomar glucosa, maltosa, aspartamo o sacarina.

 

  • Las frutas y verduras que se pueden comer son el aguacate, la lima, el albaricoque, el ruibarbo, las pipas de calabaza o de girasol, las aceitunas, las acelgas, las espinacas, los champiñones, las endibias o la escarola.
  • Carne , pescado y huevos frescos .
  • Productos lácteos sin fruta ni sacarosa.
  • Harinas (trigo, avena, maíz, centeno). Arroz blanco, pan y pasta.
  • Agua, tisanas, cacao y café.

 

Además de estos productos, puedes encontrar muchos alimentos sin fructosa y sin sorbitol especialmente diseñados para intolerantes a la fructosa y productos para bebés sin fructosa ni sorbitol. También es recomendable tomar suplementos de vitamina C, ya que este tipo de dieta suele ser pobre en este nutriente.

 

Por último, si crees que padeces intolerancia o malabsorción de fructosa, te recomendamos encarecidamente que consultes a un especialista para que te diagnostique correctamente y planifique la dieta más adecuada a tu situación. ¡Estarás tranquilo y no sufrirás innecesariamente!

 

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