Bicicletas eléctricas, un impulso saludable.

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Es común , cuando se explica por primera vez a alguien en qué consiste una bicicleta eléctrica, que la gente se mosqueé y diga que eso es hacer trampa. Empuja a pensar que esto significa que tienen una visión muy limitada del concepto, en parte porque la opinión procede de alguien que nunca ha montado en una bicicleta eléctrica y/o no tiene experiencia personal con ellas. Seguro que no todo el mundo está de acuerdo con esta reflexión. Cada vez más gente conoce estos vehículos eléctricos, poco a poco entre todos se va formando otra perspectiva adquirida por gente interesada en estas bicis, que además, montan en ellas a diario. A partir de los comentarios sobre sus necesidades y problemas te vas dando cuenta que las bicis eléctricas son un complemento muy sano para cualquier estilo de vida, en vez de una manera de hacer «trampas».

Es muy frecuente que a la gente interesada en las bicicletas eléctricas les guste el ciclismo pero necesiten un impulso

Hay tiendas de bicicletas eléctricas especializadas en bicicletas de todo tipo, por un lado que parezcan más una combinación entre el ciclista y la asistencia del motor y en el otro extremo, bicicletas con características similares a las de un ciclomotor.  Estas bicicletas eléctricas funcionan a través de dos métodos diferentes basados en la idea de ser una ayuda y de reemplazar por completo al usuario.

El sistema de asistencia al pedaleo alienta al usuario a pedalear y a hacer al menos el 50% del esfuerzo, muchos usuarios llevan la bicicleta apagada la mayor parte del tiempo y solo la encienden cuando se cansan de pedalear o quieren evitar romper a sudar. No están diseñadas para evitarnos todo el esfuerzo, queramos o no, como en el caso de bicicletas con más potencia o un acelerador de apoyo que hacen que se parezcan mas a un ciclomotor o scooter.

Como las bicicletas con motor eléctrico que aumentan la capacidad natural del ciclista, no puede ser considerado como hacer trampa. Lo que una bicicleta eléctrica de este tipo hace es permitir al usuario realizar desplazamientos más largos de los que haría normalmente y le permite montar más a menudo sin tener que preocuparse por la fatiga, las lesiones o por hacer un sobre esfuerzo con ciertas edades. Es verdad que haces ejercicio de menos intensidad, pero si se mantiene este ejercicio de menor intensidad durante un período de tiempo más largo, al final, igual que en cualquier otro deporte se termina estimulando el metabolismo y haciendo que los usuarios recojan los beneficios, se encuentren más sanos, felices y con más energía, que llevando una vida más sedentaria.

Las bicicletas eléctricas son un complemento saludable para cualquier estilo de vida

Se han valorado las diferentes formas en las que las bicicletas eléctricas realmente ayudan a las personas normales a estar en forma de una manera más efectiva que las bicicletas tradicionales y descubrimos como la mayoría de gente está más dispuesta a montar a diario cuando se trata de bicicleta eléctrica.

Tomemos como ejemplo a las personas que van a trabajar con su bicicleta eléctrica:

Si eres lo suficientemente afortunado como para tener una ducha y un vestuario en la oficina, entonces deberías estar agradecido, y quizás deberías pensar en darles el soplo a otros usuarios de otros edificios para contribuir a la causa.

El resto de mortales tenemos que ir preparados al trabajo, y eso significa ir limpios y en perfecto estado de revista, pues no queremos mosquear al jefe,  y sobretodo no llegar sudados pues no queremos ahogar a nuestros compañeros. Con una bicicleta eléctrica puedes desplazarte a el trabajo usando la fuerza del motor, incluso en las pendientes más pronunciadas, para llegar sin esfuerzo, sin sudar y lo que más importante y saludable, con la mente despejada.

Una vez finalizada nuestra dura jornada, puedes disminuir la asistencia o apagarla directamente y pedalear de vuelta a casa para hacer ejercicio del bueno. Cualquier persona normal tiene un calendario muy apretado, intentar encajar el deporte, bien sea correr o salir a montar en bici después de trabajar puede ser complicado,  ¿por qué no desplazarse con una bicicleta eléctrica y ganar tiempo al reloj? Esta es una gran manera de aumentar tu energía diaria y además de ponerte en forma.

Desplazarse en bicicleta es solo un ejemplo de cómo una bicicleta eléctrica puede realmente beneficiarte más que ayudarte a hacer trampas. De hecho, para casi cada ejemplo que te pueda dar un detractor de las bicicletas eléctricas, tú puedes responderle con una razón mejor de por qué suponen un complemento para tu disfrute.

Si nuestra forma física se ha convertido en lamentable gracias a nuestra vida sedentaria. Una bicicleta eléctrica es la forma perfecta de iniciarnos en el mundo del deporte; podemos afrontar solos cualquier ruta, no tenemos miedo a cansarnos y no poder volver o a no poder salvar el muro inicial que nos marcamos en la mente antes de realizar una intensa actividad física.

Por experiencia os comento, si pretendemos iniciarnos de cualquier otra manera -contando que nuestra forma física es, al menos, de un nivel medio- nos va a resultar muy muy difícil. En esa tesitura me vi envuelto hace unos meses, la vida de sofa me superaba, y te das cuenta que entras en esa vorágine de cuanto más hago algo más quiero hacerlo y más ganas mi cuerpo me dice que tiene, nos pasa con todo, no solo con lo malo.

Mi primera opción fue intentar hacer deporte mientras me divertía con mis amigos, el padel esta en auge, todo el mundo lo practica, hay muchos niveles, puede ser un buen deporte… y así es, el problema está en que tus compañeros de partido tienen mejor forma física y acabas siendo un lastre al que todo el mundo tira las bolas, no para darte juego sino para sacarte los puntos y es inevitable sentir que estas fastidiando a tu compañero volviéndose contra producente.

Perfecto, tenemos un deporte que poder practicar mientras nos lo pasamos bien pero necesito ponerme al día, empecemos por carrera continua solo(sin nadie a quien entorpecer) mientras cogemos la forma, debido a la dureza inicial al final se convierte en caminar y resultaba enormemente complicado encontrar un buen motivo para seguir una rutina.

El running lo modifiqué por el ciclismo, quita telas de araña de tu segunda bici, repaso de mecánica general y a la carretera a hacer deporte, afrontas la primera cuesta con la mayor ilusión, a medida que ascendemos subimos piñones sin parar buscando un ritmo, pero te das cuenta que se acaban los piñones, queda toda la cuesta y ya te ves que no vas a ser capaz, decepción de nuevo y vuelta a buscar sitios llanos… así no.

Desde hace meses soy el propietario de una fantástica bicicleta de montaña eléctrica, no solo afronto cualquier ruta y cualquier cuesta desde el primer día, sino que ahora la llevo gran parte del trayecto apagada, he adelgazado mucho mas de lo que me plantee en un principio, me siento en plena forma para cualquier partido de padel o cualquier carrera de varios kilómetros y en mis salidas he conocido un montón de aficionados al ciclismo que, aunque siguen estándo en mucho mejor forma que yo podemos compartir las salidas gracias a las «piernas extra» que siempre llevo en mi bici eléctrica.

Las bicicletas eléctricas no consisten en hacer trampas, te permiten disfrutar más y te estimulan para que vayas más lejos y hagas deporte más a menudo. Eso sí! ten mucho cuidado es sorprendente pero una vez que las pruebas te vuelves adicto a estas bicicletas.