Los antibióticos para combatir las bacterias

antibioticos bacteriasLos antibióticos cada vez pierden más eficiencia. Las infecciones de orina, respiratorias o bien de la piel –que se dificultan en pacientes hospitalizados o bien mayores– cada vez son más bastante difíciles de tratar por el hecho de que las bacterias son el día de hoy resistentes. Esto es, han mutado de forma espontánea para poder subsistir, lo que recuerda a la teoría de Darwin: el que mejor se adapte sobrevivirá. El inconveniente está en sus consecuencias sanitarias y económicas.

Las superbacterias, como se ha llamado a aquellas farmacorresistentes, son responsables de setecientos muertes por año en el planeta, unas veinticinco en Europa. Las pérdidas representan entre el dos por ciento  y el tres con cinco por ciento  del Producto Interior Bruto, calcula la OMS.

Y el futuro tampoco es halagador. Si no se frena esta tendencia, el organismo prevé diez millones de fallecimientos en dos mil cincuenta, y superará los decesos por cáncer, SIDA o bien neumonías. En España se computan anualmente unas cuarenta infecciones graves en enfermos hospitalizados, con una mortalidad de dos.200 personas por año, apunta Miguel Regido, especialista en microbiología clínica y miembro de la junta directiva de la Asociación de Microbiología y Salud

El costo, de la misma manera que en el resto países desarrollados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, se ubica en unos veintidos euros por enfermo, debido, en una gran parte, a la mayor estancia hospitalaria (en torno a 9 días auxiliares). Son cerca de ciento cincuenta millones anuales en conjunto, sin contar la factura social y la derivada de la menor productividad, revela la entidad.

Por todo lo precedente, la OMS califica este fenómeno creciente como una enorme amenaza para la salud pública y la humanidad. Y no solo por las nuevas cepas resistentes, sino más bien pues ciertas lo son a casi todos los fármacos generalmente libres, dando sitio a la multirresistencia, señala Isabel Amat, responsable de innovación y desarrollo de negocio biotech del laboratorio catalán Reig Jofre.

“Es el caso de la Staphylococcus aureus [presente en la piel o bien la nariz y que se extiende por contacto o bien al estornudar], resistente no solo a la meticilina [del conjunto de las penicilinas], sino más bien asimismo a los aminoglucósidos, macrólidos, tetraciclina, cloranfenicol, lincosamidas y desinfectantes [recetados para infecciones respiratorias, genitales…]”, detalla Amat.

Las causas principales

El empleo indiscriminado y también inapropiado (por poner un ejemplo, no llenar los días del tratamiento) y la automedicación son los factores esenciales que intervienen. Si bien hay otros relevantes: la carencia de diagnósticos veloces que dejen distinguir cuál es el más adecuado; el incremento de la densidad microbacteriana en los hospitales; su utilización excesiva en la ganadería, agricultura y acuicultura, como su liberación por la industria en los sistemas de agua; la fabricación masiva y económica de ingredientes farmacéuticos activos, el número de pacientes de alto peligro (quimioterapias, diálisis), o bien su sencillez para extenderse por el planeta por medio de personas y mercaderías, apuntan las entidades consultadas.

Son 4 las bacterias que tienen una mayor incidencia y supervivencia en España, conforme el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades. La primera, la Acinetobacter, de transmisión cutánea, presente en el agua y el suelo y que ataca eminentemente a centros de salud, como el brote que padeció en dos mil seis en el Centro de salud doce de Octubre de la villa de Madrid. Se defiende de los conjuntos de agentes de las fluoroquinolonas, aminoglucósidos y carbapenems.

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