• Consumo responsable de electricidad
    La energía más limpia y la que mejor coste tiene es la que no se consume.

    Para poder ahorrar energía eléctrica, tanto en empresas como en domicilios particulares, lo primero que debemos saber es lo que necesitamos consumir y lo que estamos derrochando. Es decir, cuáles son los consumos imprescindibles de electricidad y cuáles son los prescindibles.

    Los consumos imprescindibles o deseados son aquellos necesarios para asegurar el confort de las personas, así como para prestar un servicio o para producir determinado producto. Todo lo que no quede abarcado por esta definición, se está derrochando como consumo no deseado. Estos consumos no deseados o prescindibles los podemos dividir, a su vez, en tres tipos:

    1. Consumos que permanecen ocultos al usuario y consumos latentes debidos al “stand-by” no aceptable de elementos de baja potencia pero mantenidos siempre en carga: Amplificadores, fuentes de alimentación, primarios de transformadores, PCs, determinados elementos productivos, … etc.
    2. Consumos eléctricos provocados por olvidos, fallos y/o averías de equipos: Consumos innecesarios de origen humano, o bien de tipo técnico, inadvertidos por parte del usuario. Son debidos a la falta de un sistema automático e inteligente que realice el debido control protegiendo al usuario y a sus bienes.
    3. Sobrecargas ocasionadas por una eventual simultaneidad de consumos puntuales, debidos a una demanda humana no consciente, o bien automáticos debidos a la propia instalación (temporizadores, termostatos, presostatos, … etc).

    Para poder detectar estos consumos en las instalaciones eléctricas debemos establecer unos puntos de referencia para poder contrastar, identificar y erradicar estos consumos no deseados.
    Del mismo modo que en nuestra vida cotidiana debemos disponer de puntos de referencia sobre los cuales poder ponderar nuestro posicionamiento, para poder así opinar o tomar posiciones sobre cualquier tema, en toda instalación eléctrica ocurre lo mismo: debemos disponer de puntos de referencia para poder saber qué estamos consumiendo en cada momento y que corresponde a lo que realmente necesitamos y queremos consumir.

    Los tres puntos de referencia básicos en toda instalación eléctrica son precisamente los tres que corresponden a los anteriormente citados consumos no deseados, que debemos conocer bien en cada caso:

    1. Nivel de consumo mínimo o de ausencia: Equivale al gasto instantáneo mínimo en Euros/hora, consumido de forma constante y permanente en la instalación. Este nivel es advertido y admitido, si procede, por parte del usuario como su propio gasto mínimo latente de seguridad y/o de confort al abandonar el local (vivienda, oficina o nave industrial), o al estar determinadas maquinarias y equipos en reposo (stand-by).

    2. Nivel de consumo habitual o de presencia: Corresponde al límite superior del consumo seleccionado por el usuario en condiciones normales de gasto eléctrico, también en Euros/hora. Equivale al tope del nivel de consumo de potencia instantánea que es considerado por el usuario, bajo su criterio industrial o privado, como normal y admisible en presencia de personas o en régimen normal de explotación para determinado local o en determinada zona del mismo (hogares, comercios o fábricas).

    3. Nivel de consumo máximo o de alarma: Seleccionado por el usuario como prevención y protección automática de su instalación frente a sobrecargas (y/o penalizaciones de maxímetro); antes de producirse eventuales cortes por parte de los sistemas de protección convencionales (automáticos y limitadores). Equivale al consumo de potencia instantánea, medido en Euros/hora o en Vatios, considerado por el usuario como su propio nivel de alarma; que no debería ser sobrepasado en condiciones normales de consumo eléctrico. Rebasar este nivel debería provocar el deslastre automático de determinadas cargas eléctricas secundarias previamente seleccionadas por el usuario.

    Una vez medidos y memorizados estos tres puntos de referencia por parte de un dispositivo electrónico adecuado (microordenador), habremos dotado de inteligencia propia a nuestra instalación eléctrica. Gracias a este nuevo tipo de contadores inteligentes podremos evitar, tanto de forma manual como de forma automática, que se sobrepasen los citados puntos de gasto instantáneo según cada circunstancia. Es decir, no nos olvidaremos de apagar lo que no necesitemos al salir de casa, de la oficina o de la línea de producción; ni estaremos provocando gastos eléctricos innecesarios debidos a funcionamientos anómalos de máquinas o de equipos; ni sufriremos apagones como consecuencia de las típicas sobrecargas eléctricas que tantos trastornos producen, en viviendas y en industrias.

    Además de ayudar a nuestras propias economías, seremos solidarios con un proyecto común que debe preocuparnos a todos: Reducir el impacto ambiental que produce la emisión de CO2 a la atmósfera; dado que cada 1.000 Vatios de potencia eléctrica que disfrutemos en cada instante, provocan la emisión de 650 gramos por hora de CO2 a la atmósfera, debido a que los procesos actuales para producir dichos 1.000 Vatios llevan asociados este nivel medio de contaminación. Y es responsabilidad de todos minimizar estos vertidos si deseamos mantener la calidad de vida de este inestable planeta llamado Tierra.

  • Los racionamientos de energía que se aplicaron en Ecuador, ante un déficit de generación en la mayor planta hidroeléctrica del país, se extenderán hasta el próximo sábado, anunció el ministro de Electricidad y Energía Renovable, Esteban Albornoz.
    La sequía que afecta a la zona sur andina de Ecuador ha provocado, desde hace algunas semanas, una «disminución drástica» en el volumen del caudal de agua que ingresa en el embalse de la central hidroeléctrica de Paute, que aporta el 35 por ciento a la cobertura de la demanda interna de energía, señaló el ministro.
    En una cadena nacional de televisión, Albornoz afirmó que esa situación ha obligado al Gobierno ha adoptar «medidas emergentes que buscan mantener la estabilidad del sistema eléctrico nacional y el abastecimiento de la demanda, para evitar un colapso mayor».
    Precisó que se han programado recortes del suministro de electricidad, de forma programada, hasta el próximo sábado, con racionamientos de entre el cinco y el diez por ciento de la oferta eléctrica habitual.
    Además, dijo que en estos días se suspenderán espectáculos públicos nocturnos, el alumbrado público se mantendrá en «niveles mínimos necesarios» y pidió a la ciudadanía colaborar con el ahorro de energía.
    El ministro insistió en que el país, especialmente en la zona de la planta de Paute, vive el «más severo estiaje de los últimos 45 años» y comentó que «los niveles de reserva de energía han disminuido drásticamente en todas las centrales hidroeléctricas».
    Señaló que el caudal de los ríos que alimentan a la planta de Paute en los últimos días ha estado «por debajo de las estadísticas de los últimos 30 años», pues apenas se han registrado entre 20 y 30 metros cúbicos de agua por segundo, cuando lo normal es de entre 80 y 90 metros cúbicos.
    La situación se ha vuelto «cada vez más crítica», añadió Albornoz, al justificar las medidas emergentes adoptadas por el Gobierno por la drástica merma de generación de Paute.
    Además, dijo que el suministro que Ecuador suele comprar a Colombia ha disminuido por el estiaje que también afecta al país vecino.
    Albornoz fue claro al responsabilizar a gobiernos anteriores por haber aplazado las inversiones en el sector eléctrico y afirmó que «el descuido de dos décadas no se puede solucionar en dos años».
    Aseguró que se han tomado las previsiones necesarias para proveer de carburantes a las plantas termoeléctricas y dijo confiar que la situación mejore, aunque recordó que ello dependerá de la situación en la central de Paute, que genera unos mil megavatios de energía en condiciones normales.
    El ministro recordó, además, que el Gobierno nacional ejecuta al momento varios proyectos hidroeléctricos, que entrarán en operación en los próximos años, con los que se intenta, «a mediano y largo plazo, asegurar la soberanía energética del país» y acabar con el déficit de generación que se suele presentar en épocas de estiaje.
    No obstante, los apagones que comenzaron hoy han generado críticas al Gobierno por parte de sectores empresariales, medios de comunicación y un amplio sector de la ciudadanía.
    Muchos comercios cerraron sus puertas durante el periodo de racionamiento y sus dependientes reprocharon el hecho de que las autoridades, que ayer habían anunciado que no habría apagones, no alertaron a la población sobre la decisión de última hora.
    De su lado, Blasco Peñaherrera, de la Cámara de Comercio de Quito, estimó que, si se considera que existe un 20 por ciento de recorte en la provisión de energía, «la afectación en la producción nacional podría llegar a un monto muy cercano a los 20 millones de dólares diarios».
    Peñaherrera reprochó al actual Gobierno por no haber acometido con anticipación otras medidas para afrontar la situación, toda vez que los especialistas en meteorología no pronostican lluvias en, al menos, las próximas 72 horas, en la zona de Paute y en otras regiones del país.

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