La purificación del agua es el proceso de eliminación de todo tipo de contaminantes orgánicos e inorgánicos del agua potable, que proviene de diferentes fuentes como ríos, lagos, pozos subterráneos, acuíferos, etc. A pesar del tratamiento, sigue conteniendo elementos que afectan a la salud a largo plazo, como sales minerales, cloro, ciertos microorganismos resistentes e incluso metales pesados. Muchas empresas compran una purificadora de agua para negocio por los grandes beneficios que esta trae a los empleados.
La depuración del agua puede realizarse mediante filtros que eliminan un contaminante específico, como el carbón activado o la membrana de ósmosis inversa, que pueden funcionar de forma independiente o formar parte de un sistema o planta de depuración con diferentes componentes capaces de eliminar todo tipo de contaminantes, en función de las características del agua depurada procedente de la red de distribución.
La forma en que el agua puede ser dispensada puede ser a través de máquina vending de agua purificada como habitualmente vemos.
¿Qué contaminantes y sustancias químicas se encuentran habitualmente en el agua potable?
A menos que haga analizar su agua de forma independiente, es casi imposible conocer todos los aditivos, contaminantes y productos químicos que contiene, ya que cada fuente de agua está expuesta a diferentes elementos y situaciones que pueden añadir componentes no deseados. Además, a menudo se añaden ciertos productos, como el cloro o el flúor, durante el proceso de purificación.
Algunos de los contaminantes más comunes son:
- Sedimentación.
- Escombros y residuos.
- Oxígeno disuelto.
- Contaminantes orgánicos e inorgánicos.
¿Para qué se utiliza el agua purificada? Beneficios y propiedades
El agua purificada también puede llamarse agua destilada, agua bidestilada o incluso agua desionizada.
El agua purificada suele tratarse mediante ósmosis inversa y/o destilación (proceso en el que el agua se hierve, se evapora y se condensa), que elimina los minerales disueltos. Al tratarse de agua potable filtrada, está libre de sustancias indeseables como parásitos, cloro, flúor o dioxinas.
El agua purificada se utiliza para garantizar la salud y la seguridad de los productos procesados.
En general, no se recomienda el uso de agua destilada en la alimentación convencional, ya que el agua no mineralizada puede provocar una pérdida de minerales en el organismo si se utiliza durante un periodo prolongado. Del mismo modo, cocinar con agua purificada elimina más minerales de los alimentos y reduce su valor nutricional.