Cabeza de alcornoque

Cabeza de alcornoque: [tener la; ser un] (Ser un (pedazo de) alcornoque) Llamamos así a quien es muy bruto, muy terco o a quien demuestra escasa inteligencia. Eres un cabeza de alcornoque: te dije que te abrigaras más, que hacía frío, y tú ni caso. Ahora mira las consecuencias: tres días en la cama y lo que te queda. El alcornoque es un árbol de madera durísima y gruesa corteza de corcho. Compárese todo esto con la cabeza y las entendederas del aludido y no hay más que decir. V. Ser un madero/un tronco.

Buscarse la vida

Buscarse la vida: Apañárselas para sobrevivir. Con diecisiete años se fue de casa y no tuvo más remedio que buscarse la vida. Se fue a Londres y ahí comenzó su carrera musical. A veces se utiliza con el significado, más atenuado, de buscar alguien soluciones por sus propios medios, sin ayuda de nadie. El profesor nos ha dado el tema del trabajo; cada uno de nosotros tiene que buscarse la vida para hacerlo: libros, fotos, información en Internet. A la vista de la frase, no podemos dejar de pensar en insignes figuras de nuestra literatura, representadas en nuestro más prototípico héroe de antihéroes: Lázaro de Tormes. Nadie como él supo buscarse la vida.

Buscarle tres/cinco pies al gato

Buscarle tres/cinco pies al gato: Buscar excusas imposibles de creer o tratar de demostrar lo indemostrable. Si te dice que no ha podido ir a trabajar porque le dolía la cabeza, créetelo y no le busques tres pies al gato. De todas formas, no resulta difícil asegurar que el gato tiene tres pies, o dos o uno, pues tiene cuatro… La frase original era Buscar cinco pies al gato y parece ser, como cuenta Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana (1611) que hubo alguien que se los encontró, pues consideró la cola como un pie más.

Buscarle el pelo/los pelos al huevo

Buscarle el pelo/los pelos al huevo: Buscar motivos, por muy estúpidos que sean, para reñir o pelearse. Parece que disfrutas buscándole el pelo al huevo. ¿A ti te parece que podemos discutir por el tipo de pan que tenemos que comprar? La frase tiene todo el aspecto de haber salido de algún relato o chascarrillo, originado en algún mesón o en alguna venta, que relatara alguna disputa por haber encontrado algún comensal un pelo en su comida, que, obviamente, estaría elaborada con huevos.

Buscarle a alguien las cosquillas/las vueltas

Buscarle a alguien las cosquillas/las vueltas: Buscar el punto en el que una persona es más vulnerable, con el fin de conseguir algo, de sacar algún beneficio o de atacar a alguien, es decir, el lugar en el que tiene cosquillas. Siempre consigues de mí lo que quieres porque sabes buscarme las cosquillas. Quien le busca a otro las vueltas es quien intenta que éste se descubra para poder atacarlo. Posiblemente esta última expresión tenga que ver con las peleas con cuchillos o espadas, o con algunos deportes, como el boxeo o la esgrima. V. Bajar la guardia.

Buscar/encontrar una aguja en un pajar

Buscar/encontrar una aguja en un pajar: [ser; ser como] Empeñarse en conseguir o en encontrar algo muy difícil, prácticamente imposible. Buscar el libro que necesitas en esta biblioteca es como buscar una aguja en un pajar. A ver si alguien se dedica a poner un poco de orden, porque es un caos. Dicen que quien busca halla, pero es bastante improbable que, en este caso, tuviera éxito. ¿Se imaginan la situación?

Buscar la luna en el/un pozo

Buscar la luna en el/un pozo: Pretender cosas imposibles. Hacer cosas inútiles, sin sentido. No te empeñes en darle consejos. Es como buscar la luna en el pozo, porque hace siempre su santa voluntad. Son múltiples los cuentos y leyendas que nos hablan del reflejo de la luna en un pozo o en un río y de personas o animales que se ahogan por intentar alcanzarla. Una antigua fábula nos relata la historia del lobo (el zorro en otras versiones) que, creyendo que el reflejo de la luna en un pozo era un queso, se ahogó al intentar cogerlo.

Buscar/pedir/querer guerra

Buscar/pedir/querer guerra: (Declararle a alguien la guerra||Tenerle a alguien la guerra declarada) Provocar premeditadamente el enfado o la incomodidad de alguien. Crear conscientemente problemas. Hostigar a alguien. Yo no pienso decirle absolutamente nada, pero como venga buscando guerra la va a tener, porque yo no me pienso callar. A veces la frase se usa para hacer referencia a una provocación de tipo sexual. Con esos vestiditos tan cortos y ajustados da la impresión de ir pidiendo guerra por la calle. V. Dar guerra.

Buscar/encontrar/hallar/ser El Dorado/Eldorado

Buscar/encontrar/hallar/ser El Dorado/Eldorado: Buscar un imposible, en especial en lo referente al dinero o a la fortuna. No busco El Dorado. Sé que no puedo hacerme rico al año de poner el negocio. Tendrán que pasar dos o tres años hasta que salga adelante. El Dorado o Eldorado era un supuesto país de la abundancia y de las delicias, del oro —de aquí el nombre—, de las piedras preciosas, situado en un lugar indeterminado de América del Sur. Muchos conquistadores españoles perdieron la hacienda y la cabeza por encontrarlo. Entre ellos, cabe citar al vasco Lope de Aguirre (1508-1561). V. ¡Esto es Jauja!||Ser una utopía.

Buscar con candil

Buscar con candil: (Ni buscando/buscado con candil) Buscar detenidamente, con paciencia y suma atención. Necesitamos una persona con conocimientos de informática, pero, mucho cuidado, hay que buscar con candil, porque no vale cualquiera. La expresión parece deberse al comportamiento del filósofo griego Diógenes de Sinope, el Cínico (410-323 a. C.) (v. El movimiento se demuestra andando), quien, según el escritor romano Fedro (s. I), llevaba siempre, día y noche, un candil encendido para buscar al inexistente modelo perfecto de la especie humana.

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