Al primer tapón, zurrapas

Al primer tapón, zurrapas: Se emplea esta frase cuando los malos resultados de algo se aprecian desde un principio, cuando algo no empieza bien. Me dijeron que el coche estaba perfectamente revisado, que estaba todo perfecto y al primer tapón, zurrapas: nada más salir a la carretera me deja tirado. Las zurrapas son los sedimentos, la arenilla, las briznas o pelillos que se depositan en el fondo de los depósitos de líquidos. La expresión tiene que ver con el vino y alude literalmente al primer vino, sucio y con zurrapas que sale cuando por primera vez se le quita el tapón a la cuba. Resulta fácil trasladar esto al significado actual.

Al por mayor

Al por mayor: (Al por menor) En cantidades grandes o en cantidades pequeñas. Yo nunca compro aceite en el supermercado. Me voy a un almacén donde lo venden al por mayor. Se trata de dos locuciones muy antiguas que prácticamente se usan sólo con los verbos comprar y vender. Los que venden al por mayor, generalmente en almacenes, son mayoristas y los que venden al por menor, en tiendas, minoristas. V. A granel||Al detalle.

Al pie de la letra

Al pie de la letra: [decir; hablar; escribir; copiar; seguir; creer; interpretar] Reproducir, hablando o escribiendo, o creer las palabras de otra persona de forma prácticamente exacta. Yo estaba de broma y dije que Pepe había robado el coche, pero Julia interpretó mis palabras al pie de la letra. Ya existía en latín, con idéntico significado, la locución ad pedem litterae.

Al paso que vamos

Al paso que vamos: (Al paso que va la burra…) Se dice cuando algún asunto procede con demasiada lentitud. Sí, deberíamos haber terminado la casa el verano pasado, pero al paso que vamos…El paso que aparece en la expresión es el movimiento lento de las caballerías, cuando alzan del suelo las patas alternativamente, sin tener más de una en el aire.

Al pan, pan y al vino, vino

Al pan, pan y al vino, vino: [llamar; decir] Decir las cosas claramente, sin tapujos ni disimulos. A mí me gusta llamar al pan, pan, y al vino, vino, y ese programa no es que esté mal: es una auténtica porquería. ¿Alguien es capaz de encontrar sinónimos de pan y de vino? V. Llamar a las cosas por su nombre.

Al maestro, cuchillada

Al maestro, cuchillada: (Obra hecha, maestro al pozo) Se usa este dicho cuando quien se considera más hábil o más experto en algo resulta perjudicado o engañado precisamente en aquello que, supuestamente, controla o domina. Fíjate. Es el inspector jefe de policía y este fin de semana le han desvalijado la casa: al maestro, cuchillada. También se usa como forma de referirse a los desagradecidos. Toda la vida ayudándolo, teniendo un montón de atenciones con él y ahora no sólo no se acuerda de mí, sino que encima me desprecia. Al maestro, cuchillada. Para explicar el origen tenemos que pensar seguramente en los maestros de esgrima o en los espadachines reputados, que, pese a su destreza, también resultaban heridos durante las prácticas por sus alumnos —a veces a propósito— o en los combates.

Al freír será el reír

Al freír será el reír: (Al freír de los huevos) Usamos este dicho para advertir a alguien de que no debe alegrarse por algo que aún no ha terminado, pues al final puede cambiar la suerte y llevarse una decepción. Está muy contento porque hasta ahora ha aprobado todos los exámenes y ya se cree que ha pasado el curso, pero nos quedan todavía los finales: al freír será el reír. La frase es seguramente la primera parte de un refrán más largo: Al freír será el reír y al pagar será el llorar, es decir, cuando se prepara la comida y cuando se come reina la alegría, pero la cosa cambia a la hora de pagarla. No obstante, se suele contar para explicar el origen del dicho una historieta que tiene todo el aspecto de haber sido creada a posteriori: un ladronzuelo roba una sartén y su dueño, que sabe que está rota en el fondo, deja que el ladrón se vaya mientras le dice: «Al freír será el reír». Una variante del cuento presenta como protagonista a un calderero madrileño de mediados del siglo XVII que, viendo que un comprador le quería pagar con moneda falsa, le vendió una sartén defectuosa. El supuesto timador salió de la tienda riéndose, a lo que el calderero respondió con la frase que nos ocupa. Algunos, siguiendo lo expuesto en El Quijote (cap. 37 de la primera parte), opinan que el dicho se refiere a los huevos, que sólo se sabe si son realmente buenos cuando se fríen. De hecho, existe, aunque se usa menos, la variante al freír de los huevos. Don Quijote en una venta ha destrozado a espadazos unos odres de vino con los que se ha «batido». Sancho, echando mano de sus dichos, intenta convencerlo de que lo que él cree sangre no es sino vino tinto: «[…] y a lo de ser vino tinto la sangre no me engaño, vive Dios, porque los cueros allí están heridos, a la cabecera del lecho de vuestra merced, y el vino tiene hecho un lago en el aposento; y si no, al freír de los huevos se verá, quiero decir que lo verá cuando aquí su merced el señor ventero le pida el menoscabo de todo».

Al fin y al cabo

Al fin y al cabo: Es una expresión que sugiere resignación, aceptación de un hecho: ¡Fíjate qué lluvia!… Bueno, al fin y al cabo será beneficiosa para el campo. Literalmente, el significado es ‘al final y al comienzo’, o sea, ‘completamente’. Cabo, palabra procedente de caput, ‘cabeza’ en latín, se refiere aquí a cualquiera de los extremos de una cosa. V. A la postre.

Al filo de

Al filo de: [estar] Muy cerca de. Casi en. Se usa con periodos de tiempo o con las horas. Nos veremos en la próxima edición de noticias, que será, como siempre, al filo de la medianoche.|Si salís a las ocho llegaréis al filo de las once. Ese mínimo intervalo temporal viene materializado en el espacio por el estrecho filo de un cuchillo o de una navaja. V. En el filo de la navaja.

Al dictado

Al dictado: [actuar; hacer; hablar; escribir] (Seguir los dictados de alguien o de algo) Siguiendo escrupulosamente las indicaciones de otra persona. Sin tener ni mostrar opinión propia. Lo que no está bien es que los políticos actúen al dictado de sus partidos, sin poder mostrar sus propias opiniones o sus discrepancias. Se nos viene a la mente la imagen del maestro de antaño dictando el texto y de sus alumnos copiándolo en el cuaderno, la mayoría de las veces sin entender una palabra de lo que copiaban.

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