A secas

A secas: Naturalmente. Sin más explicaciones. Sin calificativos ni intensificadores. La expresión suele utilizarse detrás de un adjetivo: La película es divertida, pero tampoco divertidísima. Divertida a secas. La locución sugiere la desnudez y simpleza de una planta o de un campo secos, aunque podría estar relacionada con A palo seco (v.), y referirse a las velas del barco que, al no estar izadas, están secas.

¿A santo de qué?

¿A santo de qué?: Preguntamos con esta expresión por la causa de algo. Es sinónima de ¿por qué?, ¿con qué motivo? Llevas dos meses sin hablarme y ahora vienes a mi casa todo cariñoso y como si no hubiera pasado nada… ¿A santo de qué? Conocida es la creencia popular de que cada acción, cada suceso o cada situación de la vida diaria puede encomendarse o está protegida por algún santo, hecho que responde a algún capítulo de su vida y que se refleja, por ejemplo, en las invocaciones del rezo del rosario. Por citar algunos ejemplos, san Antonio ayuda a encontrar novio y cosas perdidas; santa Bárbara nos protege de las tormentas y san Cristóbal de los peligros de la carretera; san Blas alivia los dolores de garganta y santa Apolonia los de muelas… Y así hasta completar el santoral. Tampoco nos olvidemos del dicho que asegura que Para bajar todos los santos ayudan (v.).

A sangre y fuego

A sangre y fuego: [luchar; pelear; defender] Con mucha fuerza, casi con violencia. Hasta las últimas consecuencias. Poniéndose en situación de peligro. Pase lo que pase tenemos que defender nuestros puestos de trabajo a sangre y fuego. Si hace falta ir a la huelga, pues se va. Parece claro que la locución nos lleva a pensar en las luchas cuerpo a cuerpo en las batallas, bien con armas blancas o de fuego.

A sangre fría

A sangre fría: (Tener/demostrar/mostrar sangre fría) Alevosamente. Sin sentimientos. Como los reptiles, animales cargados de connotaciones negativas y que, contrariamente a lo que sucede con los mamíferos, tienen la sangre fría. Lo asesinaron a sangre fría, por la espalda y en una calle mal iluminada. La frase Tener sangre fría está muy descargada del significado negativo de la anterior, pues se usa para indicar que alguien demuestra tranquilidad de ánimo, que no se pone nervioso ante las situaciones más complicadas o peligrosas. El piloto tuvo una gran sangre fría y consiguió efectuar un aterrizaje de emergencia en condiciones atmosféricas terribles. Con ello salvó la vida de todo el pasaje. V. Tener la sangre de horchata.

A salto de mata

A salto de mata: [andar; ir; estar; vivir] Sin fijar la atención en una cosa determinada, dejándolo todo a la casualidad. Sin dedicarse a algo de manera más o menos permanente. Cambiando constantemente de forma de actuar. La persona que así se comporta da la impresión de recorrer un terreno en el que abundan las matas y que debe saltar para esquivarlas. Primero se puso a estudiar medicina, después lo dejó. Luego hizo oposiciones a correos. No le gustaba. Ahora trabaja de repartidor de pizzas. Veremos cuánto le dura, porque anda siempre a salto de mata.

¡A Roma (a) por todo!

¡A Roma (a) por todo!: Es ésta una exclamación que se profiere para infundir ánimo y confianza ante una empresa complicada o un problema grave. Venga. No nos podemos venir abajo. Vamos a seguir, que el negocio tiene que ir a más, seguro. Vamos, ¡A Roma por todo! La frase ya la recoge en sus colecciones de refranes Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana (1398-1458). En 1627 Gonzalo Correas en su Vocabulario de refranes explica así la frase: «Dícelo el que hizo algún delito en que hubo excomunión, y se resuelve de hacer más para irse a absolver de todo junto; y aplícase a otras cosas semejantes». En resumen: que todo se arregla yendo a Roma, donde el Papa tiene la potestad de absolver cualquier pecado y de retirar la excomunión. Es decir, siempre, por muy desesperados que estemos, puede encontrarse un alivio o una solución. Relacionado con la expresión existe en nuestra lengua un refrán que nos advierte de la necesidad de solicitar los favores con mesura: A Roma se va por todo, pero por narices no.

A robar a Sierra Morena

A robar a Sierra Morena: Dice esta frase quien se está dando cuenta de que alguien intenta timarlo o cobrarle más de lo considera justo. ¡Seiscientos euros dice que vale ese reloj! Anda, dile que a robar a Sierra Morena. Estas montañas de Andalucía fueron durante los siglos XVII y XVIII refugio de bandoleros que robaban a quienes atravesaban aquellos caminos. De entre ellos podemos citar a los famosos Siete niños de Écija, o al «televisivo» Curro Jiménez. V. Echarse al monte||El puerto de Arrebatacapas.

A rienda suelta

A rienda suelta: (Soltar/aflojar las riendas) Las riendas son las cuerdas de cuero que sirven para sujetar y dirigir a los caballos. Si al caballo se le sueltan las riendas, se pierde el control. Hacer algo a rienda suelta es precisamente eso: hacerlo sin control, de manera espontánea y sin atenerse a reglas o normas de comportamiento. En la fiesta del otro día nos divertimos a rienda suelta. V. Llevar las riendas||Dar rienda suelta||Perder las riendas.

A rey muerto, rey puesto

A rey muerto, rey puesto: (El rey ha muerto, ¡viva el rey!) Indicamos en esta frase que las cosas y las personas se cambian por otras, que nada ni nadie es imprescindible. Sí, estuvo ocho años con Adela, pero lo dejaron el mes pasado, y, mira, ya está saliendo con otra chica: a rey muerto, rey puesto. Evidentemente, se alude al encadenamiento dinástico: si muere un rey, hay otro u otra preparados para sucederle. Algunos atribuyen la frase al rey Felipe V, que se puso a la cabeza de sus tropas en la toma del castillo de Montjuic, en Barcelona, defendido por el Archiduque Carlos de Austria. Uno de sus oficiales le pidió que se cubriera diciéndole «Majestad, rey no hay más que uno», a lo que el monarca contestó: «Otro habrá. A rey muerto, rey puesto». El rey ha muerto, ¡viva el rey! Es una fórmula con la que se da a entender la perpetuación de la corona: el rey muerto la entrega a quien le sucede. Se utilizó como fórmula ritual de la proclamación de los reyes franceses.

A revientacalderas

A revientacalderas: Con gran actividad. Al máximo. En la oficina estamos trabajando a revientacalderas para terminar a tiempo el inventario. Cuando los trenes y los barcos funcionaban a vapor y se deseaba alcanzar más velocidad se echaba más carbón o más leña a las calderas para aumentar la combustión. Si la caldera se alimentaba en exceso, daba la impresión de que iba a explotar o reventar. V. A toda máquina.

Ir a la barra de herramientas