A manos llenas: En gran cantidad, como si se pudieran llenar las manos. Es normal el gesto de hacer un cuenco con las palmas de las manos cuando se espera recibir algo. Margarita es tan buena y tan agradable que tiene amigos a manos llenas.
A mano
A mano: [estar; tener] Muy cerca; tanto, que se puede coger con la mano estirando el brazo. Cuando me siento a estudiar me gusta tener a mano todos los libros que necesito, para no tener que levantarme cada dos por tres. V. A contramano.
A machamartillo
A machamartillo/macha martillo: [creer; opinar; insistir; explicar…] Firmemente. Fuertemente. Con insistencia. Aunque todos le decimos que no tiene razón, Julio mantiene su opinión a machamartillo. Macho es un martillo grande que emplean los herreros para ablandar el metal. Trabajar a macho y a martillo consiste en que, mientras una persona golpea la pieza con el macho, otra la va moldeando con un martillo más pequeño. La insistencia y el ritmo del golpeo sugieren el significado de la expresión.
A los cuatro vientos
A los cuatro vientos: [lanzar; proclamar; decir] En todas partes. Ya sabemos que Carlos no ha aprobado, pero no es como para que lo proclames a los cuatro vientos. No es de muy buen gusto… Cuando alguien anuncia algo a los cuatro vientos, o lo que es lo mismo, a los cuatro puntos cardinales, lo hace con el claro afán de que todo el mundo se entere.
A lo hecho, pecho
A lo hecho, pecho: Esta frase nos indica que debemos asumir nuestras acciones, aunque nos equivoquemos o aunque puedan traernos consecuencias negativas: cuando se decide hacer algo, hay que aceptarlo con todas las consecuencias. Ya no hay remedio. Tendrías que habernos contado la verdad, pero ahora ya no sirve lamentarse: a lo hecho, pecho. Pecho es aquí sinónimo de corazón, valentía, orgullo, como sucede en otras locuciones: V. A pecho descubierto||Darse una panzada/pechada||Sacar pecho||Tomarse algo a pecho.
A lo grande
A lo grande: Con lujo. De forma fastuosa. No entiendo este empeño por hacer una boda a lo grande. Luego dicen que andan mal de dinero…
A lo bestia
A lo bestia: De forma ruda, muy poco delicada o, incluso, brutal. En lugar de intentar no hacerle caso, cuando la vio se fue hacia ella y empezó a darle voces a lo bestia, con una cara que daba miedo. En abundancia; en cantidad. No sé dónde voy a meter tantos discos, porque me he liado a comprar a lo bestia durante estos últimos años y ahora no tengo sitio en el mueble. Con estos mismos significados usamos adjetivos como bárbaro o bestial. Los hinchas de los dos equipos tuvieron un comportamiento bestial: destrozaron sillas, tiraron botellas y petardos…||He tenido una suerte bestial: me estudio tres temas de veinte y en las preguntas del examen me caen de esos tres.
A liebre ida, palos en la cama
A liebre ida, palos en la cama: Se usa esta frase cuando se hace o dice algo fuera de tiempo, cuando ya no hay remedio. Ahora te pones a estudiar, cuando faltan dos días para el examen: a liebre ida, palos en la cama. La explicación resulta sumamente difícil, aunque la palabra liebre podría estar cargada aquí de alguna connotación de tipo sexual. V. A burro muerto, la cebada al rabo||El llanto, sobre el difunto.
A las tantas
A las tantas: (A las mil y quinientas/y una/y monas) [llegar] Muy tarde o fuera de horario. No entiendo cómo puedes estar tan fresco: no paras de trabajar, sales todas las noches, llegas a las tantas y como si nada. Es frecuente el uso del numeral mil como intensificador (v. A las mil maravillas). La aparición de la palabra monas podría deberse al uso despectivo que de las palabras mono y mona se hace en la lengua hablada (v. Pintar la mona), en este caso no resulta difícil pensar en una asociación con Cogerse una turca/mona… (v.), es decir, una borrachera.
A las primeras de cambio
A las primeras de cambio: Apenas iniciada alguna acción. Es una película muy curiosa, porque a las primeras de cambio te enteras de quién es el asesino. No sería nada extraño que la expresión tuviera origen en ciertos juegos de cartas, donde se llamaba primeras a las bazas seguidas que ganaba un jugador al comienzo de la partida. Las primeras de cambio eran las bazas que se cambiaban, es decir, las que se ganaban alternativamente al principio del juego. De aquí el significado de la locución. V. De buenas a primeras.