A la remanguillé

A la remanguillé: Sin pensar. En situación de descuido o dejadez. La verdad es que no sé cómo acerté la última pregunta: contesté a la remanguillé y mira, aprobado.|Tiene toda la casa a la remanguillé: nada está en su sitio, está todo desordenado, sucio… Esta expresión suena a francés «macarrónico».

A la rebatiña

A la rebatiña: [andar; estar; coger; lanzar; tirar] Arrebatando algo a los demás en medio de la disputa o confusión. Desde las carrozas tiraban caramelos y andaban todos los niños a la rebatiña. En muchos lugares de Castilla durante los bautizos los padrinos tiran a los niños dulces y caramelos a la rebatiña. Rebatiña es un sustantivo creado sobre el verbo rebatar, forma antigua de arrebatar.

A la postre

A la postre: (Al fin y a la postre) Empleamos esta expresión para hacer referencia al resultado final o a las consecuencias de una acción o de un cúmulo de acciones. Muchas veces la empleamos para hacer referencia al último intento, casi desesperado, para conseguir algo. Parece que, pese al significado, nada tiene que ver con el postre, el final de la comida, sino con una deformación de la antigua expresión a la postrer(a) vez, es decir ‘al final’, ‘en último lugar’. Los abogados no dejaron de sostener su inocencia y, a la postre, tras un sinfín de recursos, consiguieron sacarlo de la cárcel. A veces se utiliza la expresión al fin y a la postre, con una redundancia muy propia de la lengua hablada. V. Al fin y al cabo.

A la pata la llana

A la pata la llana: De manera natural. Sin cumplidos. Manuel se comporta siempre sin formalidades, a la pata la llana. La llana era la gente sencilla del pueblo, la que no tenía ningún tipo de privilegios ni de prebendas. La aparición de la palabra pata, empleada coloquialmente en su acepción de pierna, parece sugerir movimiento, acción, la forma de moverse de dicha gente humilde. Una explicación bastante más rebuscada supone que la locución está relacionada con la fortaleza-prisión de Al-Batha, situada en Orán, en Argelia, y a la que iban a parar muchos prisioneros españoles caídos en las emboscadas berberiscas. En esta fortaleza, llamada a veces La Pata por los españoles, el trato entre todos los presos sería directo, familiar, llano.

A la luz de

A la luz de: Según. Como se deduce de. A la vista de. A la luz de los últimos robos hay que entender que una banda de carteristas está actuando en el metro. Luz, como en otros casos, es aquí sinónimo de ‘inteligencia; claridad’, aunque también podría interpretarse literalmente: la luz que ayuda a ver y, por tanto, entender. V. A todas luces||Arrojar luz||Tener pocas luces. A la menor Al mínimo motivo. Por una razón insignificante. No le digas nada, que ése se enfada a la menor y luego no hay quien lo aguante.

A la/una legua

A la/una legua: (A cien/mil leguas) [ver; conocer; saber; notarse] De lejos. A distancia. Se usa sobre todo para dar a entender que se adivinan claramente las intenciones o los comportamientos de una persona. Él dirá lo que quiera, pero se ve a la legua que Marcos está loco por Ana. La legua es una antigua medida de longitud que aún hoy se usa en algunos lugares, sobre todo en el mundo rural. Equivale a 5.572,7 m.

A la larga

A la larga: Después de un tiempo. Comprar un piso supone un gasto considerable, pero a la larga es una muy buena inversión. Puede ser que la locución esté relacionada con el juego de pelota por parejas, en el que un jugador está a la corta: espera la bola cerca del frontón, y el otro a la larga: la espera al fondo de la pista.

A la greña

A la greña: [andar; estar] Dos personas que están a la greña están absolutamente enfrentadas, casi en pie de guerra y llegando por momentos a las manos o a tirarse de los pelos, que en realidad es lo que significa la palabra greña, ‘mata de pelo, melena, por lo general desordenada o descompuesta’. Esos dos andan siempre a la greña, no paran de pelearse pero en el fondo se quieren un montón.

A la fuerza ahorcan

A la fuerza ahorcan: Se emplea esta fórmula como expresión de resignación ante un hecho palpable que no ofrece otra alternativa o ante un problema cuya solución es única: Tengo que ir andando a trabajar. A ver, a la fuerza ahorcan, un coche lo tiene mi mujer y el otro está en el taller… Nadie quiere ir a la horca por propia voluntad. Es posible que la frase se originara en la jerga de los maleantes.

A la enésima potencia

A la enésima potencia: (Elevar algo a la enésima potencia) En abundancia. En cantidad. Muy. Mucho. Es una expresión que funciona como una especie de superlativo enfático. Ese tío es ridículo a la enésima potencia ¿Cómo se le ocurre ponerse ese traje blanco, con la que está cayendo? En matemáticas, la potencia indica el número de veces por las que una cifra se multiplica por sí misma. Así, por ejemplo, 3 elevado a la cuarta potencia (3^4) es 3 × 3 × 3 × 3, y 34 elevado a la vigésima potencia (34^20) sería multiplicar 34 por sí mismo 20 veces. Cuando se habla de un número indeterminado de veces se usa en matemáticas el llamado número «n». Por ejemplo, elevar 8 a la enésima potencia (8^n) consistiría en multiplicar esta cifra por un número indeterminado de veces… Vamos, que la cantidad podría llegar a ser kilométrica.

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