A bulto: [hacer; decir; calcular; medir; pesar] Sin pensar, aproximadamente, o considerando sólo lo más importante. No sé cuántas personas habría en el concierto, pero, así, a bulto, serían más de tres mil. Aunque no sería extraño emparentarla con otras, como Ir al bulto (v.), entendiendo bulto como ‘montón, masa’, como la figura que ve quien no distingue los objetos, la expresión parece estar emparentada con la latina ad vultum tuum, que, libremente traducida, vendría a significar algo así como ‘según tú lo veas’. V. Al buen tuntún.
¡A buenas horas, mangas verdes!
¡A buenas horas, mangas verdes! Se emplea como reproche a alguien que llega tarde a ayudar a otra persona, que hace algo a destiempo, o para aludir a una persona que dice algo fuera de tiempo y de lugar. Ahora que ya he clavado la punta con una piedra llegas tú con el martillo… ¡A buenas horas, mangas verdes! Se remonta esta expresión a finales del siglo XV, cuando los Reyes Católicos fundan el cuerpo de los cuadrilleros (llamados así por llevar como arma el cuadrillo, una flecha de ballesta de base cuadrada y punta piramidal) de la Santa Hermandad, que era una especie de policía rural destinada a socorrer a las gentes de los pueblos y perseguir, juzgar y castigar los delitos que se cometieron fuera de las ciudades. Al parecer, dicho cuerpo no tenía a gala precisamente la puntualidad. En muchos textos de la época se alude precisamente al hecho del retraso con el que llegan a dar socorro… Por cierto, y lo más importante, el uniforme de estos cuadrilleros era una especie de casaca con las mangas verdes.
A buen recaudo
A buen recaudo: [poner; estar] En un lugar seguro y protegido. El terrorista ha sido puesto ya a buen recaudo y se encuentra ahora en una celda de seguridad y con fuerte vigilancia policial. Del latín recapitum, sustantivo del verbo recapitare, ‘recaudar, guardar el dinero’, y a través de la forma medieval recabdo, llegamos al término recaudo, que, con el significado de ‘protección, cuidado’, se usa solamente en esta expresión. En el Cantar de Mio Cid nos dice el anónimo autor que la carta del rey Alfonso, en la que se prohíbe dar protección, amparo y alojamiento a Rodrigo Díaz de Vivar, entra en Burgos «con gran recabdo y fuertemientre sellada».
A brazo partido
A brazo partido: [luchar; pelear] Sin armas, sin defensas, violenta y bravamente. Parece ser que la expresión puede tener origen en ciertas costumbres rurales que consistían en mostrar la fuerza pulseando, echando un pulso, como se dice más popularmente, hasta que uno de los dos contendientes acabara con su brazo doblado sobre la mesa y, a veces, partido. A veces tiene un uso figurado con el significado de empeñarse, insistir hasta conseguir algo, sin que exista violencia física: Luchó a brazo partido para conseguir el puesto de trabajo que tiene hoy. V. A pulso||Echarle a alguien un pulso||No dar alguien su brazo a torcer.
A bote pronto
A bote pronto: Súbitamente, sin pensar. La expresión tiene su origen en algunos deportes (tenis, fútbol…), en los que a veces se golpea la pelota en cuanto da el bote, sin detenerse a pensar en la fuerza o en la dirección que se le imprime. Le voy a hacer diez preguntas y usted me contesta a bote pronto, lo primero que se le ocurra.
A borbotones/borbollones
A borbotones/borbollones: [sangrar; brotar; manar; hervir; salir] (Hablar a borbotones) El borbotón o borbollón es esa burbuja que hacen los líquidos cuando salen por un orificio o cuando hierven. La cornada había afectado a una arteria importante y la sangre manaba a borbotones.|En ese manantial el agua mana a borbollones. A veces usamos la locución en sentido figurado: Tiene una mente privilegiada: le salen las ideas a borbotones y siempre se le ocurren cosas nuevas. Existen en nuestra lengua los verbos borbollar ‘hacer borbollones el agua’ y borbotar, ‘nacer o hervir el agua impetuosamente o haciendo ruido’ que pueden emplearse casi como sinónimos. Hablar a borbotones es, por tanto, hacerlo rápida y atropelladamente.
A bombo y platillo
A bombo y platillo: [anunciar; proclamar; pregonar] Todo lo contrario de guardar un secreto… Dar a conocer públicamente una noticia de manera muy evidente, casi como si el tal anuncio se acompañará de redobles de tambor y de platillos, como cuando los pregoneros anunciaban una noticia, o como hoy el presentador del circo anuncia una actuación, por ejemplo. El presidente anunció su dimisión a bombo y platillo, rodeado de cámaras y micrófonos.
A bocajarro
A bocajarro: [disparar] Cuando alguien sufre un disparo desde una muy corta distancia, la señal que queda en su cuerpo es grande y redonda, como si, en vez de por el cañón de una pistola, le hubiesen disparado por una boca de jarro. Se suele utilizar también la expresión en sentido figurado, sobre todo en el ámbito deportivo: El delantero se plantó delante del guardameta y le disparó a bocajarro. A veces, acompañada por verbos del tipo decir, tiene el significado de ‘dar una noticia inesperada bruscamente’: Laura me dijo ayer así, a bocajarro, que ya no quería salir conmigo.
A beneficio de inventario
A beneficio de inventario: Sin preocupación ni interés. Sin trascendencia. Mañana tendremos la reunión para adjudicar la plaza, pero será a beneficio de inventario, porque ya sabéis que sólo se ha presentado un candidato para el puesto y, como cumple los requisitos… El inventario es la relación precisa que se hace de los bienes que pertenecen a una persona o institución. Los objetos inútiles o innecesarios pasan también a engordar la lista, aunque no sirvan para nada. Por ejemplo, una vieja máquina de escribir, oxidada e inservible, que se guarda en el trastero de una oficina también se relaciona en el inventario… Sirve sólo para eso. De todas formas, es muy posible que la locución se tome directamente del lenguaje jurídico, en el que aceptar una herencia con o a beneficio de inventario es un práctica que consiste en reservarse el derecho de recibirla sólo una vez realizado el inventario de los bienes, a fin de evitar que el heredero deba pagar deudas que podrían incluso superar el valor de lo heredado.
A base de bien
A base de bien: En abundancia. Hemos comido marisco a base de bien. De todo tipo y a muy buen precio. Bien, más que como un adverbio de modo, funciona aquí como uno de cantidad, como elemento de formación del superlativo, similar a muy. Su empleo es muy frecuente en nuestra lengua: He comprado una enciclopedia bien barata.|Es un escritor bien conocido.|La sopa se tiene que tomar bien caliente.