Ha habido una gran transformación durante la última década en la forma en que las personas buscan oportunidades de empleo. Los CV en papel y las cartas de presentación, los anuncios en los periódicos y las entrevistas personales han dado paso gradualmente a los perfiles de LinkedIn y Facebook y los sitios web personales, los apoyos profesionales proporcionados electrónicamente, las bolsas de trabajo y las búsquedas web y las entrevistas por Skype.
Si bien los avances en la tecnología ciertamente han ampliado la gama de oportunidades que las personas pueden aprovechar para encontrar excelentes trabajos, los beneficios no han sido iguales entre todos los solicitantes de empleo. Las investigaciones de los últimos años han demostrado que, en general, los trabajadores mayores no han seguido el ritmo de sus contrapartes más jóvenes en el uso de la tecnología para diseñar y ejecutar estrategias de búsqueda de empleo.
Esto es preocupante, porque hay mucha evidencia de que los trabajadores mayores tienen más dificultades para encontrar un empleo digno. Los datos de la Encuesta de trabajadores desplazados de la Oficina de Estadísticas Laborales de 2014 (BLS) muestran que las personas de 50 años o más tardaron 5,8 semanas más en encontrar un trabajo que las de 30 a 49 y 10 semanas más que las de 20 a 29 años.
Los datos de la Encuesta de población actual de BLS 2015 encontraron resultados similares; El 44,6% de los ocupados de 55 años o más están desempleados después de 27 semanas, contra el 22,2% de los menores de 25 y el 36% de 25 a 54 años.
¿Pueden los trabajadores mayores aprender a utilizar herramientas de búsqueda de empleo impulsadas por la tecnología?
Los trabajadores de edad avanzada suelen ser estereotipados de una manera que interfiere con su capacidad para encontrar un empleo significativo. Estos estereotipos incluyen:
- Falta de motivación,
- Menos dispuestos a participar en la formación y el uso de la tecnología,
- Más resistente al cambio,
- Menos confianza en superiores y colegas,
- Menos saludable y
- Más vulnerable a los desequilibrios trabajo-familia.
Muchos de estos estereotipos no se traducen necesariamente en un examen más detenido de los patrones de comportamiento de los trabajadores mayores en relación con el empleo. Cuando se trata de tecnología, existe evidencia de que los trabajadores mayores están dispuestos a investigar y utilizar herramientas tecnológicas, pero muchos enfrentan limitaciones y problemas que deben abordarse. Algunos de ellos incluyen:
- Mala vista y audición que dificultan los esfuerzos de formación,
- Problemas con la memoria, el recuerdo y las habilidades motoras.
- Falta de perspectiva sobre el uso de la tecnología, a diferencia de los trabajadores jóvenes que han crecido con la tecnología en sus vidas, y
- Menos aceptación de “aprender por aprender” y que requiere un vínculo directo entre la capacitación / uso de la tecnología y la búsqueda de empleo / éxito en el empleo.
Está claro que la tecnología es una parte esencial de cualquier campaña exitosa de búsqueda de empleo y asumir que los trabajadores mayores no pueden o no quieren aprovechar las herramientas tecnológicas perjudica a este grupo de personas. Los programas de formación que tienen en cuenta las limitaciones de aprendizaje de los trabajadores mayores son cada vez más comunes y deberían ampliarse. Además, la formación debería centrarse en competencias claramente identificadas con mejor empleabilidad.