Muchos detergentes y lavaplatos no cumplen lo que ofrecen en cuanto a su efectividad, hay suciedad realmente imposible de despegar con un lavaplatos común, muchas personas recurren a desengrasantes y demás productos que resultan dañinos para la piel, generan desgaste, descamación, urticaria y muchos otros problemas que dejan nuestra piel irritada, por eso a continuación una alternativa natural y que ayuda al cuidado de tu piel a la hora de desengrasar o lavar los platos y demás utensilios de cocina.
El limón es una fruta con alto contenido de ácido cítrico, individualmente el zumo de limón no es muy efectivo, pero si lo mezclamos con un poco de agua caliente y una cucharada de bicarbonato de sodio se produce una reacción activa capaz de penetrar la grasa más profunda sin problema alguno, simplemente prepara una buena cantidad de agua caliente.
Suficiente para cubrir la superficie que deseas limpiar, una cantidad importante de zumo de limón y una o dos cucharadas soperas de bicarbonato sódico y mezcla bien, deja remojado por unos 20 minutos y enjabona con agua tibia y jabón, veras como la grasa cede de inmediato, el efecto del vapor rehumedece la grasa y las propiedades activas del zumo de limón y el bicarbonato hacen el resto. Es importante enjabonar con agua tibia para no cortar el efecto del siclo de remojo.