Muchas personas viven su día a día a todo riesgo, consideran innecesario adquirir un seguro de vida o de cualquier tipo, nadie se encuentra exento a sufrir cualquier tipo de altercado o accidente que pueda terminar en el peor de los escenarios, imagina que tu hogar no cuenta con un seguro y mientras estas de vacaciones ocurre un incendio y pierdes todo, sin ninguna garantía deberás empezar de cero, lo mismo para tu auto, empresa o tu propia familia.
Muchos hogares dependen exclusivamente de una persona, si algo llegase a ocurrirle su economía y estilo de vida se vería desplomado, no solo por la pérdida de un familiar sino porque con él se va su única fuente de ingresos estable, un seguro de vida es más que una simple inversión o perdida de dinero como verían muchos, es una garantía que cubre el riesgo de la muerte del o los asegurados, y se reintegra en modo de compensación para el o los beneficiarios que se reflejen en el contrato.
Pueden ser reintegrados a modo de pensión o en su totalidad , es decir, el seguro cubre o bien una cantidad determinada que se entregara al beneficiario tras el deceso y ciertas verificaciones legales o por otra parte puede ser cancelado a modo de pensión, no existe mayor riesgo en estos puesto que si una aseguradora no pudiese cumplir con sus asegurados seria de inmediato absorbida por otra y pasarías a formar parte de esta inmediatamente, claro está que ciertas condiciones deben prestarse para esto.
Además, dependiendo de las cláusulas del contrato el pago puede ser en caso de muerte o invalidez, existen seguros específicos que protegen algún miembro en específico del cuerpo, sea cual sea el caso, con este consigues garantizar la cobertura económica de tu familia, cubrir deudas con terceros que pudiesen recaer sobre tus familiares, ofrecer una póliza económica a tus beneficiario o beneficiarios que puede ser distribuida como mejor te parezca.