El sueño es el proceso a través del cual nuestro cerebro se encarga de reactivar y reparar cada sistema del cuerpo a nivel celular, así es más que simplemente tener un sueño placido y despertar fresco como una lechuga, nuestro cerebro se desconecta del exterior y se encarga de reparar y reorganizar las diferentes conexiones nerviosas del cuerpo.
Varios factores influyen a la hora de dormir, no solo las horas de sueño importan, sino también la calidad del sueño, el sueño se divide en diferentes etapas o niveles que se encargan de ofrecernos una experiencia relajante mientras nos mantiene desconectados, podría compararse con el sistema de carga de un teléfono inteligente, solo que este se encarga de reparar y reestructurar nuestro organismo.
De esta manera al igual que un cargador necesita estar conectado un tiempo determinado para alcanzar una carga completa nuestro cerebro necesita dormir por lo menos 65 horas diarias continuas para cubrir cada una de las etapas o siclos del sueño y cumplir con su función de regulación y reparación.
Nuestros sentidos se ven seriamente afectados cuando hay falta de sueño, fatiga, cansancio, deterioro, alteraciones que nos alertan de un mal funcionamiento y un sobreesfuerzo evidente, el sueño ayuda también a fortalecer nuestras defensas y a combatir enfermedades, mantiene óptimos nuestros sentidos y refuerza cada uno de nuestros sistemas, por ello es importante cumplir con un buen periodo de sueño.