Un paraíso submarino en el océano Pacífico más remoto se convertirá en zona protegida, gracias en parte al proyecto Mares Prístinos de National Geographic.
septiembre de 2014
Lo que ese extraterrestre vería es una parte del que quizá sea el archipiélago más prístino del Pacífico: cinco islas remotas llamadas Caroline (más conocida como isla del Milenio), Flint, Vostok, Malden y Starbuck, que conforman las Espóradas Ecuatoriales –o Islas de la Línea– del Sur. Las aguas que circundan estos minúsculos pedazos de tierra deshabitados, situados entre 2.400 y 3.400 kilómetros al sur de Hawai, se cuentan entre los últimos entornos verdaderamente intactos de un océano sobreexplotado.
Ahora será un área protegida. El Gobierno de Kiribati acaba de establecer una zona de exclusión pesquera de 12 millas náuticas alrededor de cada una de las islas, en el marco de una iniciativa liderada por el ecólogo marino Enric Sala y el proyecto Mares Prístinos de National Geographic, que pretende documentar y preservar lo que queda de los entornos marinos menos deteriorados del planeta. Sala ha soñado con la creación de la reserva marina de las Espóradas Ecuatoriales del Sur desde que en 2009 dirigió una expedición a la zona. «Estas islas nos ayudan a entender el verdadero significado de “prístino” –afirma–. Desde todos los puntos de vista, la densidad coralina, la biomasa de peces, el número de superdepredadores y la biodiversidad, su estado ecológico es asombroso.»
Durante aquella expedición los buzos acumularon más de mil horas de inmersión alrededor de las cinco islas. Lo que vieron los dejó atónitos. En algunos arrecifes el coral era tan denso que cubría el 90 % del lecho marino, muchísimo más que en el Caribe, donde la cifra es del 5 al 10%.