Letra: Araldo G. Gallardo Añasco
Música: Segundo Cueva Celi
Coro
Salve, Oh Piñas, Oh tierra adorada,
ya que te hallas cubierta de gloria,
oye el himno de dicha y victoria
por la autónoma vida alcanzada
I
Brilló el sol de una libre existencia;
en tu cielo clareó nuevo día,
y mil voces de suave armonía
te modulan un himno triunfal.
II
Cuanta dicha se siente en el alma
al mirarte, por fin floreciente,
ostentando serena la frente
y pensando en un gran porvenir
III
Eres fuente de noble riqueza
que a la Patria común engrandeces
y pagarle procuras con creces
el tributo de afecto filial.
IV
Gloria, honor y trabajo por siempre,
sean, Oh Piñas, tu norma y anhelo;
y engalane perenne tu suelo
la fecunda simiente del bien.