Cuando un ser querido fallece siempre es un momento doloroso para cualquier familia. Sin embargo, por mucho que el momento no parezca el mejor, es necesario atender los asuntos legales relacionados con los bienes que el familiar fallecido ha dejado, no solo porque es importante hacerlo, sino también para evitar problemas que este tema pueda crear dentro del entorno familiar. Por ello, lo primero que debe entender es que es un proceso o juicio sucesorio.
Un juicio sucesorio o sucesión, se trata de un trámite mediante el cual una autoridad legal identifica a los herederos de una persona ya fallecida, analiza el contenido de la herencia y, según el caso, determina o valida la asignación de bienes a los familiares.
Hay dos clases de sucesiones, la común y la testamentaria, los contextos en que se aplica un proceso de una u otra son:
Sucesión testamentaria: es aquella en la que sucesión de bienes se apoya en la existencia de un testamento, el cual debe ser examinado y aprobado por un juez para asegurar que el documento cumple con las disposiciones legales correspondientes para este tipo de documentos.
Sucesión común: es aquella en la que no existe testamento, por lo que la sucesión de bienes se determina en base a lo dispuesto por la ley. De forma resumida, los familiares directos son los principales beneficiarios en estos casos, es decir, padres, hijos y cónyuge. En aquellos casos en que no existen familiares ascendientes y descendientes, los familiares de orden colateral (hermanos, tíos, sobrinos, primos, etc.) se convierten en los herederos en cuestión.
Para el proceso es necesario apoyarse en abogados sucesiones. Primeramente, porque aun habiendo un testamento, este no hace que el proceso se a automático, existen disposiciones legales que el testamento debe cumplir para que el mismo sea válido, la más notoria se refiere a los herederos legítimos y no legítimos.
Los herederos legítimos se refieren al cónyuge y familiares de parentesco por ascendencia y descendencia. Este tipo de herederos tienen derecho por ley a una porción de la herencia, en pocas palabras, dicho de otro modo, un testamento que no incluya al cónyuge y familiares directos como los principales beneficiarios, puede ser invalidado o modificado según lo determine la autoridad legal en esta materia.