En el sector de Santa Adela, desde hace muchos años se aparece el espíritu de «La Llorona», quien llora desconsoladamente por su hijo que murió al caer al río.  Los Lugareños la llaman «La Lola».

En ese lugar había un generador que hacía que la electricidad llegara hasta el establo donde una familia tenía sus vacas.

Las hijas de aquella familia se quedaban ahí, esperando a que su padrastro fuera a hacer funcionar el generador.   Mientras eso ocurría, el espíritu de la Llorona se acercaba a ellas y lloraba muy cerca a modo de que no se sintieran solas.  Otras veces, acompañaba al padrastro por el camino hasta el generador.

Desde ese entonces es que los lugareños ya no temen al espíritu de la Llorona porque saben que es incapaz de hacerles daño, y que en muchos casos, se acerca sólo para acompañarlos.

FUENTE: LA LLORONA