Nuestro Sistema Solar es uno de tantos e innumerables sistemas estelares que comprenden el Universo. Hasta donde se sabe, se formó hace más de 4.500 millones de años, cuando una enorme nube interestelar compuesta por gas y polvo implosionó y nació esta gran estrella que hoy conocemos como el Sol, el ancla del Sistema Solar.

Muchos años atrás, antes de que se supiera todo lo que hasta ahora conocemos sobre el Universo, la Tierra y el Sistema Solar, hubo un enfoque científico que desde la publicación de las leyes del movimiento y la gravitación de Isaac Newton (1687).

Tiempo después, en 1734, el filósofo sueco Emanuel Swedenborg habló del Sistema Solar basándose en una cáscara de material alrededor del Sol, el cual se rompió en pequeños pedazos y formó los planetas. Seguidamente, en 1755, el filósofo alemán Immanuel Kant extendió esta idea y propuso la creación del Sistema Solar tras la formación de una nebulosa.

 

Todo sobre el Sistema Solar

Mucho ha avanzando la ciencia y tecnología para dar con nuevas teoría y hechos como, por ejemplo, la condición atmosférica del Sistema Solar. Se sabe que está envuelto por una heliosfera, que está compuesta de partículas generadas por el Sol, y protege a los planetas y demás objetos de los rayos cósmicos.

Además, dentro de la heliosfera, algunos planetas –como la Tierra– tienen su propia protección (magnetosferas) de la radiación solar.

Es increíble pensar en que todo esto ocurrió para que se formara el Sistema Solar que conocemos, el cual está comprendido por ocho planetas, aproximadamente 170 satélites planetarios naturales (o lunas) e miles de millones de asteroides, meteoritos, cuerpos helados, cometas y cantidades incuantificables de extensiones de gas y polvo tenues (medio interplanetario).

Planetas del Sistema Solar

Los planetas del Sistema Solar se ubican en orden de su distancia hacia el Sol. Entonces, de este modo tenemos a:

  • Mercurio
  • Venus
  • Tierra
  • Marte
  • Júpiter.
  • Saturno
  • Urano
  • Neptuno

Antes, Plutón era parte los planetas, desde que fue descubierto en 1930 orbitando más allá de Neptuno. No obstante, años después quedó en evidencia que Plutón era simplemente uno de los miembros más grandes del cinturón de Kuiper (una zona gruesa en forma de disco), así que lo clasificaron como un “planeta enano”.

Las órbitas

Cada planeta (hasta los enanos), los asteroides rocosos y los cuerpos helados del cinturón de Kuiper tienen movimientos que se dan en órbitas elípticas en la misma dirección en la que gira el Sol.  A este movimiento lo llamamos “programado o directo”; se da hacia abajo en el sistema desde un punto de vista sobre el Polo Norte de la Tierra, en dirección contraria a las manecillas del reloj.

Pero, en síntesis, la forma de la órbita de un objeto se define en términos de la excentricidad que va de cero a uno. Para  que una órbita sea perfectamente circular, la excentricidad debe ser cero pero si aumenta el alargamiento de la forma de la órbita, la excentricidad debe ser uno.

Los planetas con orbitas más circulares alrededor del Sol son Venus (0,007)  y Neptuno (0,009), mientras que Mercurio, el planeta más cercano, tiene la excentricidad más alta, que representa un 0,21. Por otro lado, el planeta enano Plutón le supera con 0,25 de excentricidad. Vale acotar que la órbita también está definida por la inclinación y el plano de la eclíptica.