Pensamientos de Osho, maestro de Tantra

1.-El corazón del hombre es un instrumento musical, contiene una música grandiosa. Dormida, pero está allí, esperando el momento apropiado para ser interpretada, expresada, cantada, danzada. Y es a través del amor que el momento llega.

Un hombre sin amor nunca conocerá qué música ha estado llevando dentro de su corazón. Es sólo a través del amor que la música comienza a tomar vida, se despierta y deja de ser un potencial para convertirse en realidad.

2.-«¿Qué es amor?» Es una profunda necesidad de ser uno con el todo, una profunda necesidad de disolver en una unidad el tú y el yo. El amor es así porque estamos separados de nuestra propia fuente. De esa separación surge el deseo de volver al Todo y de unificarse con El.»

3.-Tu ego se ha convertido en una barrera entre tú y tu tierra: el Todo. El hombre se asfixia, no puede respirar, ha perdido sus raíces. Ya no es alimentado. El amor es un deseo de nutrición; el amor es enraizarse en la existencia .

4.-El amor en uno mismo es valioso: no tiene ningún propósito, no tiene ningún fin. Tiene una inmensa significación; una gran alegría; un éxtasis en sí mismo, pero estos no son fines. El amor no es un negocio donde importan los propósitos, las metas. Siempre hay una cierta locura en el amor…. El amor no tiene razón alguna. Simplemente puedes decir : «No sé . Todo lo que sé es que amar es experimentar el espacio más hermosos dentro de uno mismo.» Pero eso no es un propósito. Ese espacio no es mental. Ese espacio no puede ser convertido en una comodidad. Este espacie es como un capullo de rosa con una gota de rocío sobre sí brillando como una perla. Y con la primera brisa de la mañana y al sol, el capullo está bailando. El amor es la danza de tu vida.

5.- Amor es el encuentro, el encuentro orgásmico de la vida y la muerte …. Para alcanzarlo, hay cuatro pasos que deben recordarse. El primero: estar aquí y ahora, porque el amor sólo es posible en el «aquí-ahora». No puedes amar en el pasado. El segundo paso hacia el amor es: aprende a transformar tus venenos en miel… El tercer paso hacia el amor es compartir tus cosas positivas, compartir tu vida, compartir todo lo que tengas. Todo lo bello que tengas, no lo escondas. Y la cuarta: sé la nada. Una vez que comienzas a pensar que eres alguien, te estancas. Entonces el amor no fluye. El amor sólo fluye de alguien que no es nadie. El amor mora sólo en la nada. Cuando estás vacío, hay amor. Cuando estás lleno de ego, el amor desaparece. El amor y el ego no pueden converger.

6.-Es muy fácil amar a la gente en lo abstracto, el verdadero problema surge en lo concreto. Y recuérdalo, si no amas a los seres humanos concretos, reales, seres humanos, todo tu amor por los árboles y los pájaros es falso, pura habladuría.

7.-El amor es una flor muy frágil. Tiene que ser protegido, tiene que ser reforzado, tiene que ser regado; sólo entonces se fortalece.

8.-Ama como algo natural, tal y como respiras. Y cuando ames a alguien, no empieces a exigir; si no desde el principio mismo estarás cerrando las puertas. No tengas ninguna expectativa. Si algo aparece en tu camino, siente gratitud. Si nada viene, no es necesario que venga, no lo necesitas, no puedes mantener esa expectativa.

9.- El amor no es un negocio, así que deja de tratarlo como tal. Sino, malograrás tu vida, el amor y todo lo que hay de hermoso en ello, porque todo lo que es bello no es en absoluto negociable. El negocio es la cosa más fea del mundo, un mal necesario. Pero la existencia no sabe acerca de negocios. Los árboles florecen, no es un negocio; las estrellas brillan, no es un negocio y no tienes que pagar por ello y nadie te exige nada. Un pájaro viene y se posa en tu puerta, te canta una canción y no te pide un certificado o algo así. Ha cantado su canción y luego, muy contento se va volando, sin dejar huellas. Así es como el amor crece. Da y no esperes a ver cuánto puedes conseguir.

10.-Conviértete en un individuo, eso es lo primero. Lo segundo: no esperes perfección, no pidas y no exijas. Ama a la gente común. No hay nada de malo en la gente común. La gente común es extraordinaria ¡Cada ser humano es tan único! Ten respeto por ese ser único. Tercero: da y da sin ninguna condición, y sabrás qué es el amor. No lo puedo definir. Puedo enseñarte la forma en que crece. Te puedo enseñar cómo plantar un rosal, cómo regarlo, cómo fertilizarlo, cómo protegerlo. Luego un día, inesperadamente, aparece la rosa, y tu casa se llena de fragancia. Así es como ocurre el amor.

[3], HISPANIC SEARCHING S.L. (2010),EL AMOR: CONCEPTO ORIENTAL”,[en lineas], obtenido el : 13 de julio del 2 010http://www.tnrelaciones.com/amor_oriental/index.html,ESPAÑA

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¿Es el amor un arte? En tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo. ¿O es el amor una sensación placentera, cuya experiencia es una cuestión de azar, algo con lo que uno «tropieza» si tiene suerte?

Todos están sedientos de amor; ven innumerables películas basadas en historias de amor felices y desgraciadas, escuchan centenares de canciones triviales que hablan del amor, y, sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender acerca del amor.

Esa peculiar actitud se debe a varios factores que, individualmente o combinados, tienden a sustentarla. Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se los ame, cómo ser dignos de amor.

Para alcanzar ese objetivo, siguen varios caminos. Uno de ellos, utilizado en especial por los hombres, es tener éxito, ser tan poderoso y rico como lo permita el margen social de la propia posición. Otro, usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas por medio del cuidado del cuerpo, la ropa, etc. Existen otras formas de hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como las mujeres, dependiendo de lo que el ambiente social valore más en ese momento y lugar. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para «ganar amigos e influir sobre la gente».

En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y sex-appeal.

La segunda premisa que sustenta la actitud de que no hay nada que aprender sobre el amor, es la suposición de que el problema del amor es el de un objeto y no de una facultad. La gente cree que amar es sencillo y lo difícil encontrar un objeto apropiado para amar -o para ser amado por él-. En las últimas generaciones el concepto de amor romántico se ha hecho casi universal en el mundo occidental. En los Estados Unidos de Norteamérica, si bien no faltan consideraciones de índole convencional, la mayoría de la gente aspira a encontrar un «amor romántico», a tener una experiencia personal del amor que lleve luego al matrimonio. Ese nuevo concepto de la libertad en el amor debe haber acrecentado enormemente la importancia del objeto frente a la de la función.

Hay en la cultura contemporánea otro rasgo característico, estrechamente vinculado con ese factor. Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable. La felicidad del hombre moderno consiste en la excitación de contemplar las vidrieras de los negocios, y en comprar todo lo que pueda, ya sea al contado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la gente en una forma similar. Una mujer o un hombre atractivos son los premios que se quiere conseguir. «Atractivo» significa habitualmente un buen conjunto de cualidades que son populares y por las cuales hay demanda en el mercado de la personalidad. Las características específicas que hacen atractiva a una persona dependen de la moda de la época, tanto física como mentalmente.

De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio. Quiero hacer un buen negocio; el objeto debe ser deseable desde el punto de vista de su valor social y al mismo tiempo, debo resultarle deseable, teniendo en cuenta mis valores y potencialidades manifiestas y ocultas. De ese modo, dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado, dentro de los límites impuestos por sus propios valores de intercambio. En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante- no hay en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema de intercambio que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.

El tercer error que lleva a suponer que no hay nada que aprender sobre el amor, radica en la confusión entre la experiencia inicial del «enamorarse» y la situación permanente de estar enamorado o, mejor dicho de «permanecer» enamorado. Si dos personas que son desconocidas la una para la otra, como lo somos todos, dejan caer de pronto la barrera que las separa y se sienten cercanas, se sienten uno, ese momento de unidad constituye uno de los más estimulantes y excitantes de la vida. Y resulta aún más maravilloso y milagroso para aquellas personas que han vivido encerradas, aisladas, sin amor.

[2], HISPANIC SEARCHING S.L. (2010), “el arte de amar”,[en lineas], obtenido el : 13 de julio del 2 010h ttp://www .tnrelaciones.com/artedeamar/index.html,ESPAÑA

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La educación del amor o sentimental es la gran asignatura pendiente de nuestras sociedades, asistimos a un cierto analfabetismo sentimental, y en algo tan serio e importante como el amor y la estabilidad conyugal es algo que merece la pena plantearse, pues hay muchas personas que sufren por ello.

No tener las ideas claras puede tener un elevado costo. Contra ello se erige el amor inteligente que es aquel que se expresa con una afectividad madura, que pone sobre la mesa los sentimientos y la razón pero sin perder la ternura ni la espontaneidad, y que comparte unos ideales que lo hacen trascendente.

Se ha puesto de relieve la paradoja de que frente a los grandes avances científicos y tecnológicos hay un fuerte retroceso en la formación humana, que nos imposibilita para mantener una relación con el otro que favorezca un amor sano, equilibrado, sin falsos idealismos y realista.

He aquí unos consejos para que podamos superar los contratiempos en la relación de pareja.

Dar y recibir amor: el amor es entregarse al otro, buscando lo mejor para él.

Lo importante es lo pequeño: el mejor amor se echa a perder si no se cuida a base de pequeños detalles que hacen agradable la convivencia. Es como una planta a la que hay que cuidar y mimar.

No ser excesivamente susceptible: ser hipersensible es nocivo pues puede llegar a convertir la convivencia en algo insoportable.

Evitar discusiones innecesarias: aprender el arte de aceptar distintos criterios. Aquí se mezclan con arte y oficio, el saber ceder, el saber encajar y la capacidad para zanjar un tema sin volver obsesivamente sobre él.

Adquirir habilidades comunicativas: muchos problemas en la pareja se deben a errores en la comunicación. Hay que aprender a respetar al otro, mostrándolo con palabras, gestos y acciones, saber ponerse en su lugar, cuidar el lenguaje verbal.

Procurar que no salga la lista de agravios: aquí la palabra es plata y el silencio es oro. Aprender a callar cuando es redundante hablar, cuando solo sirve para pelear, es el mejor argumento para evitar agravios y recriminaciones que solo conseguirían envenenar a la relación.

Intercambiar recompensas: ello requiere compenetración y estar atento a las necesidades del otro. Estas cosas son las que rompen la monotonía y dan salsa a la relación.

[3] HISPANIC SEARCHING S.L, (2010),»AMOR: LA EDUCACIÓN DEL AMOR «, [en lineas], obtenido el : 13 de julio del 2010 www.tnrelaciones.com/amor/index.html, ESPAÑA

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ORIGEN DEL AMOR

Metafísicamente el Amor es una manifestación de la bienaventuranza en la cual el universo se funda y a partir de la cual ha sido creado. Tal es la perspectiva de la Metafísica de la Evolución Espiritual cuyo máxima expresión universal es, a nuestro juicio, el pensamiento de Sri Aurobindo. Dicha bienaventuranza es el aspecto último del espíritu. Recordemos que éste tiene dos aspectos más que son: la eternidad y la conciencia. En sentido estricto la conciencia es la creadora del universo. Ahora bien, el amor aparece aquí como la fuerza salvadora de este universo.

El amor es una fuerza que el autor del universo hizo descender hasta la realidad material inerte y oscura con el fin de que los habitantes de nuestro mundo retornasen a Él. El descenso del amor a las tinieblas provocó que los oídos sellados se abriesen a un despertar que tenía el signo del verdadero gozo, pues el amor es deleite. Y con este despertar al amor, en el mundo ingresó la posibilidad de volver a la realidad divina. Dicho mundo antes de este despertar no era más que materia muerta, la cual a partir del advenimiento del amor despertó a la vida. Y es desde entonces que el mundo ha ido hacia la fuente divina del amor, sin embargo, ha seguido caminos errados, transitando derroteros equivocados o quiméricos. Porque la mayor parte ha buscado el amor careciendo de un concepto claro de lo que éste es, confundiéndolo con multitud de fuerzas muy lejanas al verdadero amor.

Todo ser humano ha buscado este principio de unidad , porque el espíritu humano ha estado siempre reclamando por la realización y el éxtasis que sólo el poder del amor otorga. Pero la mayor parte ha fracasado en alcanzarlo. Sin embargo, cuando un mundo ha llegado a tornarse consciente , abierto al amor real, divino, el Creador mismo ha respondido derramando sin límites su amor sobre ese mundo. Así, el círculo del movimiento completo se cierra, dos extremos se encuentran en un éxtasis cabal y permamente.

Al comienzo de la creación, el poder del amor estaba constituido por dos movimientos, dos polos complementarios del impulso hacia la unión. Por una parte, estaba el poder de atracción supremo y, por otra, la necesidad irresistible de una entrega absoluta de sí. Ningún movimiento, excepto el del amor, podía cubrir el abismo que se abrió cuando en el ser individual la conciencia se separó de su punto de procedencia originario y se tornó inconciencia.

El amor descendió sobre la sombra y la inconciencia, dispersándose, diluyéndose en el seno de la noche insondable ; y entonces comenzó el despertar y el ascenso de la conciencia, la formación de la materia y la evolución cósmica.

El amor tiene múltiples formas de manifestación. De hecho sus expresiones son infinitas. Quienes han desarrollado su conciencia lo suficiente pueden percibirlo incluso en la tierra y en la piedras. Más fácil aún es sentirlo en las plantas y animales. En el hombre se descubre en múltiples modos que van configurando su destino luminoso. El amor es el más tangible signo de la Gracia del Absoluto por la tierra y cada ser refleja su pujanza, según su capacidad y receptividad espirituales.

El amor es el ímpetu que está presente, aunque al principio de la evolución de un modo oscurecido y debilitado, en todos los movimientos de la naturaleza física y vital, como aquello que empuja hacia la agrupación, hacia la unión. Y dicho ímpetu se traduce en el ámbito de los árboles y las plantas como la necesidad de procurarse más luz, más aire en orden a crecer. En los animales, está presente detrás del hambre, de la sed, de la necesidad de apropiación, de la procreación; y en las especies superiores en el esfuerzo abnegado de la hembra por la sobrevivencia de sus descendientes. El amor está asociado en todos los movimientos perfectivos del cosmos material sin identificarse con éste.

El amor es una expresión divina: las deformaciones que vemos de él en el mundo son producto de la inconciencia de sus instrumentos.

El amor no puede ser confundido con el deseo, con la sed de posesión, con el apego personal. En su expresión más pura es la búsqueda de la unión con el Creador. Por ello quien no está abierto al amor en su esencia y en su verdad no puede unirse al Ser Absoluto.

El amor es aquella fuerza divina que intenta conducir cada cosa hacia la perfección de su ser específico. El amor despliega una acción evolutiva y edificadora en el cosmos. Es la fuerza que orienta las cosas hacia su arquetipo que se halla en el Creador.

[6], HISPANIC SEARCHING S.L. (2010),EL AMOR: CONCEPTO ORIENTAL”,[en lineas], obtenido el : 13 de julio del 2 010http://www.tnrelaciones.com/metafisica/index.html,ESPAÑA

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Florence Thomas lanza propuesta a hombres y mujeres
«¡Vivan la nueva ética del amor!»

La psicóloga francesa invita a amar al otro en su diferencia. Premisas.

Por Isabel Peláez Reportera de El País

«El amor fiesta es una utopía que se construye cada mañana, cada atardecer, cada noche, cuando siento la posibilidad de acercarme al otro o a la otra sin posesión».

Llegar a vivir esa clase de amor, nada posesivo ni asfixiante, es la nueva propuesta de la socióloga francesa Florance Thomas, quien el viernes pasado, en el Teatro La Máscara, de Cali, presentó a una multitud de hombres y mujeres las seis premisas de una nueva ética del amor.

Ese día decenas de vallecaucanos salieron del atiborrado recinto deseosos de amar de otra forma y la invitación de Florance se repetía en los comentarios de los asistentes: «¡vivan la nueva ética del amor¡».

Por eso quienes aún creen que amar es asfixiar al otro con posesivas y engañosas promesas como «tú eres yo y yo soy tú» y «te amaré toda la vida» o con patriarcales elogios que no son tal: «me gustas cuando callas» (Neruda), tendrán la posibilidad de salirse del paradigma o por lo menos estudiar los nuevos adverbios del amor y conjugar otros verbos como madurar, tolerar y liberar…

Necesitamos…

El amor, la locura más curativa y civilizadora del mundo, siempre y cuando aprendamos a amar sin promesas, sin juramentos de felicidad eterna, sin engaños. Con el augurio de amar al otro o a la otra libre, sabiendo que no por esto evitaremos el dolor, pero siempre seremos en el amor.

Menos cópula, genitalidad e instinto y más lenguaje, erotismo y escucha del otro u otra.

Menos afán, más calma.

Menos consumo y más satisfacción del otro y de la otra.

Menos verdad absoluta, menos adverbios de un amor totalizante, como el asfixiante: ‘yo soy tú y tú eres yo’.

Dejar de pedir al otro que nos ame para siempre.

Menos símbolos de un amor totalizante, del machismo, de la ignorancia y una opción madura desde la tolerancia.

Menos madres desde la confraternidad y más mujeres protagonistas modernas de sus existencias y dueñas de sus cuerpos.

Menos hombres producto de una ideología trasnochada de la virilidad, más paternalización y discursos masculinos de una vida cotidiana. Más compromisos decididos de los hombres para cambiar el poder por una caricia, una fragilidad.

Preguntarnos por una posibilidad de reconstruir los viejos pactos del amor, que se habían construido sobre cimientos de poder que imposibilitan todo diálogo y convivencia.

No hay un otro u otra para mí

El amor de los boleros, de las baladas y de los vallenatos, que extraen sus contenidos de nuestros imaginarios amorosos son simples metáforas que nos ayudan a soportar la realidad que es otra, aun a cuento del enamoramiento, la primera fase del amor.

Ilusiones muy arcaicas toman la delantera y abren la puerta al deseo de colmar el vacío, de calmar ese deseo de fusión y perderse en el otro.

El enamoramiento es la trampa fantástica: «por fin encontré al otro que me va a complementar, me colma de todo, yo soy tú y tú eres yo, amor mío». «Veo el mundo con tus ojos».

Una mañana ese yo se estrella contra una pared y mientras más se haya creído tales promesas, más duro o más apegado esté a esa etapa, más fuerte va a ser el golpe.

Derecho a la indiferencia

El amor es complejo y diverso, heterosexual y homosexual, explica Florance Thomas.

Repensar el amor es ampliar sus fronteras y abrirlas a otros encuentros que permitan que dos hombres o dos mujeres puedan vivir el deseo amoroso, desde el legítimo deseo a la diferencia, para luego exigir el derecho a la indiferencia.

En Colombia apenas se está buscando el derecho a la diferencia. En los países europeos la consigna es el derecho a la indiferencia, es decir que homosexuales y heterosexuales bailen juntos y no obligar a los primeros a vivir en guetos.

Cómo amar de otra manera

Las formas de amar que subsisten fueron articuladas por el lenguaje, la historia y la cultura. Hoy en día se ha pasado de la cópula y del instinto, al deseo y al amor, se ha convertido el sexo en sexualidad.

El reto no es hacer el sexo, copular, sino hacer dramáticamente el amor con un otro o una otra desconocido e innacesible, aunque se llega a creer tramposamente que ese otro u otra se conoce. Para el amor existe una nueva ética.

Entre el demandar amor y su respuesta hay una distancia, un vacío. Demandar amor es pedir algo que el otro u otra no me puede dar. Es confrontarse con el vacío, con la insatisfacción o con una satisfacción que siempre será parcial.

Madurar en el amor es aceptar esa carencia, entender que no existe un otro o una otra que se acopla perfecto a mis demandas y que gracias a este vacío existe el deseo.

Porque siempre falta amor sigo buscando y así vivo y me vuelvo sujeto de la cultura. Si el otro me colmara entraría en un nirvana y me dejaría morir.

Y el origen del amor que podemos dar se encuentra en el amor recibido, pero recibido bien, no de la sobreprotección.

Cuando uno entiende que no hay un otro para mí uno se vuelve capaz de amar. Ningún otro podrá satisfacer mis demandas y el otro espera de mí lo que no le puedo dar. Entenderlo significará que toleramos que el otro o la otra no va a ser mío(a) y que siempre subsitirá en su diferencia.

El enamoramiento no supone un paso cerrado, una fusión asfixiante: «respiro por tu boca», «veo el mundo con tus ojos», es un proceso amoroso casi sicótico y paradójicamente solitario, porque finalmente negamos al otro.

Los protagonistas del amor han cambiado, ya no son Efraín y María. Las mujeres están aprendiendo a hablar y desear desde nuevos lugares y el viejo guión amoroso de la eternidad ya no sirve.

[4], HISPANIC SEARCHING S.L. (2010),EL AMOR: CONCEPTO ORIENTAL”,[en lineas], obtenido el : 13 de julio del 2 010http://www.tnrelaciones.com/florence_thomas/index.html,ESPAÑA

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El amor no es para toda la vida
Está comprobado científicamente que el enamoramiento sí que caduca al cabo, aproximadamente, de los cuatro años. Es curioso comprobar que el punto máximo de divorcios coincide con los cuatro años de convivencia. Pero la ciencia también nos dice que cuando la pasión se acaba, debemos dejar paso al amor. Desde un punto de vista científico, la felitenamina (producto de la pasión) debe dejar paso a la endorfina (producto del amor). Es decir, hay
que aprender a conducir la pasión hacia el amor, que suele ser más tierno y
sosegado, pero más duradero.

No sólo de sexo vive la pareja
Si el amor ha llegado alguna vez a tu vida, sin duda el sexo se ha convertido en pilar fundamental de vuestra relación durante los primeros años. Pero esta pasión suele decaer con el tiempo, por eso la mera atracción física o sexual no servirá para manteneros unidos toda la vida, aunque sea
un elemento muy importante.

Por eso, si quieres que nuestra relación perdure a lo largo del tiempo es imprescindible que cuenten con otros factores como el cariño, los gustos,
vuestras prioridades… Y es que, ¿quién ha dicho que mantener la felicidad en pareja eternamente sea algo sencillo?

Manos a la obra
Lo más importante es ser conscientes de que el amor de cuento de hadas, del príncipe azul y la princesa viviendo felices eternamente en su castillo
encantado, no existe. El amor es un ser vivo que necesita ser alimentarlo para crecer, desarrollarse, evolucionar.

En este proceso seguro que sufrirán numerosos altibajos, entrarán las dudas y deberán luchar para conseguir que vuestra historia perdure. Pero si
disponen de las herramientas adecuadas, serán capaces de superar cualquier situación.

Toma nota de algunos ingredientes de los que siempre deberás disponer para elaborar la fórmula magistral del amor eterno.

Mucha comunicación
Es el ingrediente más importante. Hazle partícipe de todo lo que te pasa, de tus sentimientos, de tus sueños, de tus problemas. Pero esto no significa que os debáis pasar todo el tiempo hablando, a veces los silencios pueden ser igual de comunicativos.

Una buena porción de saber escuchar
Tan importante es saber mostrarte a tu
pareja, como permitir que tu pareja muestre su propio yo. Si no aprendes a escuchar, nunca llegarás a conocer a tu compañero. Además, puedes generar en él un sentimiento de frustración al no mostrar interés por lo que tiene que decir.

Unas gotitas de intimidad
Conviene que de vez en cuando se den un respiro y se regalen momentos de soledad, intimidad y reflexión. Muy importante para el desarrollo personal de cada uno de ustedes, que les permita ser ustedes mismos y no una imagen del otro.

Una cucharadita de comprensión en la pareja
Son dos seres completamente diferentes. De
ahí que nuestros gustos y nuestra forma de pensar puedan ser opuestos en algunas ocasiones. Por ello, la tolerancia y la comprensión serán las
herramientas que te permitirán superar las dificultades generadas por nuestras discrepancias.

Un toque de buenos amigos y familia
Estar enamorada no implica aislarse del
mundo exterior. Fuera de ustedes dos hay muchas otras cosas que se enriquecerán como pareja. Nada de abandonar a los amigos o al resto de la
familia.

Un toque picante de sexualidad
La atracción es imprescindible para que una
pareja funcione y el sexo es la manera de poner en práctica dicha atracción.
El sexo no debe decaer ni caer en la monotonía. Ha de ser divertido y creativo, así la pasión que un día os hizo enamoraros siempre estará presente.

Y para finalizar, el ingrediente principal: ustedes. Deben aprender a valorar y disfrutar de lo que tienen. Ser el mejor equipo y deberán
manteneros siempre unidos, sobre todo en las adversidades.

[5], HISPANIC SEARCHING S.L. (2010),EL AMOR: CONCEPTO ORIENTAL”,[en lineas], obtenido el : 13 de julio del 2 010http://www.tnrelaciones.com/amor_siempre/index.html,ESPAÑA

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Quizás penseis que el día de San Valentín se celebra desde hace poco tiempo y que ha surgido por interés de los grandes centros comerciales, y aunque hay que decir que éstos últimos han influido en gran medida en su implantación la realidad es que esta fiesta se remonta a la época del Imperio Romano. ¿Quereis saber más? pues ahí va la historia.

Existe la palabra latina valere que significa ‘ser fuerte’ y de ella surgen las palabras valiente y valor u otras como valioso o válido. Aunque hoy en día ya no se haga los romanos tenian la costumbre de dar a sus hijos nombres relacionados con el tipo de carácter o de virtud que esperaban encontrar o inculcar en ellos. De ahí que usaran nombres como Valens o Valente que significa ‘fuerza’ que por ironías de la historia fue muy popular en los últimos dias del Imperio, cuando Roma era débil. Es como si usaran nombres entusiastas para esconder una realidad catastrófica.

Pero volviendo al tema que nos incumbe, por supuesto también usaban diminutivos en los nombres, es como cuando ahora usamos Alfonsín en vez de Alfonso, y de ahí que no fuera de extrañar encontrarnos nombres como Valentiniano, que significa ‘pequeño Valente’ o ‘pequeño fuerte’. Pues ocurrió que el emperador Valente tenía un hermano mayor que se llamaba Valentiniano. Si, el hermano tenia el mismo nombre pero en diminutivo pero eso entre los romanos no era raro, de hecho el emperador Constantino tuvo tres hijos y los llamó Constantino, Constancio y Constante, gracioso, ¿eh?.

DIA DE LOS ENAMORADOS

Mientras Valente gobernaba las provincias Orientales del Imperio con capital en Constantinopla, Valentiniano gobernaba las provincias Occidentales con capital en Milán (en aquella época la gran Urbe, Roma, apenas contaba). Pero todo esto lo contaré otro día.

En esa época eran constantes y periódicas las persecuciones de los cristianos y la Iglesia cristiana siempre ha recordado a sus mártires y a menudo les ha recompensado con el título de Santo, y los días en que eran ejecutados eran declarados sagrados en su memoria. Ahora por ejemplo cada día del año tiene sus mártires o santos correspondientes. Por supuesto en ese tiempo muchos cristianos (incluidos los mártires) eran de descendencia romana y tenían nombres romanos. Al menos dos de estos mártires se llamaban Valentinus (Valentín para nosotros) y el día en que se conmemoraba su memoria era el 14 de Febrero, que se recuerda por lo tanto como el día de San Valentín

SAN VALENTIN

¿Y qué tienen que ver estos mártires con los enamorados? Esperad, esperad.. no os adelanteis 🙂

En la antigüedad, la mortalidad infantil era bastante elevada de modo que era importante tener muchos hijos. Por lo tanto, las personas que, por cualquier razón, tenían pocos hijos o ninguno se consideraban a sí mismas como malditas o bajo alguna maldición y se sometían a ritos religiosos o místicos para asegurarse la fertilidad. Los romanos tenían un lugar sagrado donde (según la leyenda) la loba había amamantado a Rómulo y Remo, el prímero de los cuales fundó Roma. Ese lugar era llamado el Lupercal, de la palabra latina lupus, que significa ‘lobo’.

En ese lugar, todos los 15 de Febrero tenía lugar una celebración llamada Lupercalia, durante la cual se sacrificaban animales (eran muy típicos los sacrificios, de cualquier cosa). Se preparaban correas con tiras ensangrentadas de la piel del animal (puajj) y los sacerdotes corrían entre la multitud golpeandola con esas correas. Se creía que los que recibían golpes se curaban de la estirilidad. Naturalmente, la gente que quería hijos concurría en masa a la celebración y luego iban corriendo a casa a ‘trajinar’ para tener el hijo. En consecuencia, las festividades lupercalianas estaban asociadas con el amor y el sexo.

En el año 494, el papa Gelasio prohibió esta celebración pagana, pero las prohibiciones nunca salen como uno quiere, y el festival continuó bajo otro nombre. Así que el festival lupercaliano del 15 de Febrero pasó al 14 de Febrero, día de San Valentín (seguramente porque éste era un santo muy popular). Más tarde se crearon leyendas para explicar que San Valentín era protector de los enamorados, una manera de esconder el rito antiguo de la fertilidad.

Y ha llegado hasta nuestros días… aunque ahora no nos dedicamos a que nos azoten con tiras de animales ensangrentadas, estamos en la época del consumismo y es más rentable para las grandes empresas que gastemos el dinero en felicitaciones, pulseras, anillos o cualquier otro objeto 🙂

EL AMOR

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