"Los juegos de azar afectan al cerebro"....

El juego de azar se conoce desde el año 2000 a de C., precediendo al propio dinero. El juego ha estado muy presente en numerosas civilizaciones antigüas, egipcios, griegos, romanos, etc., con un especial protagonismo, debido a la que se consideraba una de las principales pasiones de las clases más altas.

A lo largo de la historia, se conoce la adicción al juego de emperadores romanos como Augusto y Claudio, así como literatos españoles, Góngora y Argote, y rusos como Lermontov y Dostoievsky, este último plasmaría su tragedia en una obra clásica «El jugador». Igualmente y desde siempre, han existido personajes populares y muchos otros anónimos arrastrados por esta problemática, que desde un punto de vista social, constituye una de las plagas más antiguas de la humanidad, por su gran poder destructivo.

Góngora y Argote                                  Dostoievsky
En definitiva, el juego es un fenómeno esencialmente constitutivo del modo peculiar del ser humano que, contiene todos los valores de la vida humana, puesto que es una actividad libre que permite a la persona recrear, exaltar o transfigurar estética o poéticamente la realidad , así como la pasión por la vida y la belleza.

FUENTE: TARINGA
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Según indicios, la creación de la «Rueda de la Fortuna» (como era llamada en ésa época a la ruleta) es atribuída al conocido científico, filósofo y matemático francés Blas Pascal.

Él, en verdad, no quería inventar un dispositivo para el juego de azar sino un mecanismo para investigaciones en el campo de la teoría de la probabilidad. Pero el científico tenía unos amigos que prosperaban más en los negocios que en la ciencia, y utilizaron con gran beneficio los frutos de su mente. El éxito de la ruleta era increíble. Se convirtió en algo más que simplemente un juego. Esto era moda, un modo de vida, un estilo de conducta. La moda al casino se distribuyó instantáneamente. Las casas de juego empezaban a surgir prácticamente en todos los países de Europa.

La historia ha conservado todavía una fecha. El 23 de mayo de 1841, en la pequeña ciudad de Bad-Homburg, dos hermanos mellizos Lui y Fransua Blanc abrieron un establecimiento de juegos con una ruleta modificada por unos sagaces empresarios (de la ruleta retiraron el doble cero, de esta manera, aumentaron las posibilidades de ganancia para los jugadores y así, hicieron a la ruleta más atractiva para todos).

Bad-Homburg era una ciudad silenciosa y provincial, pero los hermanos Blanc encontraron aquí algo remarcable: en primer lugar, sus hermosos alrededores, y en segundo lugar, dos fuentes de aguas termales, las cuales tenían un significado que en aquellos años era difícil de sobreestimar. Toda la nobleza europea prefería asistir a “las aguas”. Pero los hermanos Blanc entendían, que en Europa hay muchas fuentes de aguas termales y que a los clientes era necesario ofrecerles lo que no encontraban en otros lugares. De esta manera, el 23 de mayo de 1841 se inauguró el casino.
El nuevo establecimiento adquirió una frenética popularidad, pero en ella se entrometió la política. El 31 de diciembre de 1872 Bad-Homburg recibió “un regalo de año nuevo”: en todo el territorio de la unión Alemana del norte, fundada en 1867, los negocios del juego fueron prohibidos. Por supuesto, Bad-Homburg se mantuvo como un popular balneario, pero privado de aquella “chispa apasionada” que tenía como atractivo en el pasado.

Pero a los hermanos Blanc no era tan fácil descorazonar. Cuando en 1849, por decisión de la asamblea nacional de Francfort, se cerró el casino en Baden-Baden (justamente aquí perdía hasta la camisa el magistral Dostoevskiy, el cual describió “las pasiones de los juegos” en la novela “El jugador”), Fransua Blanc estimó esto como “una primera llamada”: a los honestos burgueses Alemanes, su invención no les parecía una buena idea, así que era necesario “una salida de emergencia”. Ya en 1863, Fransua adquirió la concesión para la dirección de los aún no existentes casinos del minúsculo estado de Mónaco. Y cuando en Bad-Homburg se tuvo que cerrar la casa de juegos, su familia se trasladó a la costa Azul, y poco tiempo después, en la ciudad de Monte Carlo se abrió un nuevo casino, el cual existe hasta hoy día.

A propósito, sobre Monte Carlo…El nacimiento de esta ciudad en el mapa mundial comenzó precisamente desde el casino. A inicios de los años 60 del siglo XIX, Mónaco se mostraba como un estado agotado por la guerra, patrimonio del palacio de Grimaldi. Y qué no inventaban para restablecer la pasada grandeza del principado: convertirla en balneario, establecer comunicación con el resto del mundo, construir un teatro y restaurantes. Pero no existían los medios necesarios para ejecutarlos. Por suerte, el brillante financista y banquero Moris Blan encontró la salida al problema y propuso construir una casa de juegos en el principado. Poco tiempo después, alrededor del casino creció una ciudad entera, que dio fama a Mónaco a nivel mundial. Y llamaron a esta ciudad por el nombre del casino: “Monte Carlo”.

FUENTE: Storm Inernational.
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Dentro de la grandes invenciones de de la raza humana y construcciones de majestuosidad encontramos un casino de gran escala creado en la antigua Grecia con grandes alcances para la sociedad y comprensión de aspectos únicos, descriptibles y aceptados por los las leyes antiguas creadas para implantar el orden y la justicia que en gran parte contenían diferentes aspectos de predominio, superioridad y agresividad.

Este casino de gran escala remontado al año 1000 antes de Cristo, hasta el año 146 antes de Cristo comprendido por diferentes salas de juegos y grandes complejos de diseño romano combinación de arte y gráficos, ahora perdura de él la gran innovación y los procesos por los cuales han transcurrido los juegos de azar sin desaparecer por las contrariedades religiosas que los habían definido como desprestigiosas acciones para la moralidad del hombre.

Sin embargo eran implantados y en estos predominaron las clases sociales de mayor categoría quienes tenían oro, joyas, terrenos y otras pertenecías de valor para apostar.En dicho casino ocurrieron sucesos importantes que definieron esa etapa de la civilización y se formaron los primeros pilares de las apuestas, los cuales aun hoy sobreviven con los cambios tan significantes que ha sobrepasado el hombre tales como, las guerras, las invasiones, la fuerza destructora de la naturaleza.

Bajo estos aspectos han sobrevivido el arte de competir y apostar para obtener un premio ya sea en dinero efectivo ó grandes trofeos los cuales eran forjados por herreros en la época en que prevalecía roma como una de las más grandes creaciones de la humanidad para su entonces y en donde se practicaban juegos de azar, juegos mortales y juegos deportivos.

FUENTE: CASINOS DE LUXE.
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Un claro testimonio de que el juego es algo más que gastar el tiempo por aburrimiento, es su rica y antigua historia. Los historiadores se complican en responder cuando aparecieron los juegos de azar. El juego fue parte de las civilizaciones por miles y miles de años.

Los juegos de azar eran populares en la Antigua Grecia y en Roma. Aquí para jugar se utilizaba un prototipo de ruleta: un disco o una rueda que gira hacia la punta de unas espadas.

Las primeras casas de juego aparecieron en el Imperio Romano. Su nacimiento es atribuido al último emperador romano Tarkvinio el Orgulloso, que era conocido por su crueldad. A él le vino la idea de reunir a todos los jugadores en un solo lugar, para que sea más fácil tomar de ellos los tributos. Además era mucho más fácil mantener el orden. Las autoridades romanas construyeron el Gran circo, donde se hacían apuestas en un totalizador, y se jugaba a los dados. El público pasaba las 24 horas en el Gran circo.

FUENTE: Storm Inernational.

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Los antiguos egipcios sabían divertirse. Así lo indican las escenas vivamente pintadas en las paredes de tumbas y en numerosos papiros, o los objetos encontrados en los ajuares funerarios.

El mejor indicativo del grado de sosfisticación que alcanzó la sociedad egipcia en la organización del tiempo libre lo encontramos tal vez en los juegos de mesa -de azar o de estrategia-, cuyos primeros testimoniosse hallan ya en tumbas predinásticas.Existía un gran número de estos juegos. Uno de los más conocidos es el senet, lejano antecedente del juego de las damas o del ajedrez. Con el transcurso de los siglos, el senet (palabra que signfica «pasar») llegó a formar parte del complejo ritual religioso del pueblo egipcio, lo que explica que se represente con frecuencia en paredes de tumbas y en papiros del Libro de los Muertos.
En cambio, los dados son más tardíos, ya que no llegaron a Egipto hasta el período griego o ptolemaico, ya en el siglo IV aC. Hasta entonces parece ser que se utilizaban con el mismo fín unos palos o bastones de madera, de unos pocos centimetros de largo, redondeados por un lado y planos por el otro. Los arrojaban sobre una superficie y el valor dependía del lado sobre el que caían.

Otro juego tan antiguo como el senet es el juego de la serpiente, denominado meben, cuyo tablero representa una serpiente enroscada sobre sí misma, con la cabeza en el centro y el cuerpo dividido en casillas. Según se ha podido comprobar en distintas tumbas de la dinastía I (3000 a.C), como la del visir Hemaka, las piezas con las que se jugaba en este tablero eran tres leones, tres leonas y diversas bolitas blancas y rojas.
En las mismas tumbas se han encontrado otras piezas de marfil que debieron formar parte de algunos otros juegos. Entre ellos se cuentan una especie de casitas con el tejado puntiagudo, unos elementos parecidos al rey y a la torre del ajedrez, y unos «peones» cilíndricos, con el extremo superior redondeado de manera parecida a un botón.
Se desconocen las reglas de todos estos juegos, y también se ignora si se trataba de juegos de azar o si existían técnicas de estrategia. Las piezas de los distintos jugadores se distinguirían por el tamaño o la forma.

Cera de Gizeh, en Abusir, en recientes excavaciones, se han encontrado diversos tableros en la mastaba del noble Ptashepses. En los complejos funerarios del rey Neferefre y la reina Khentkaus, todos ellos personaje de la dinastía V (2400 a.C.) se han hallado asimismo importantes cantidades de piezas y fichas.
Otro juego del que se han encontrado restos en una tumba protohistórica recuerda vagamente al billar. Consistía en empujar una bola, hacerla pasar bajo un pequeño arco de piedra y golpear con ella otro grupo de bolas. En este caso estaríamos ante un juego de habilidad y destreza.
Un juego más moderno que los mencionados es el taw, que popularizaron los hicsos, pueblo invasor de origen asiático del Segundo Período Intermedio (1600 a.C). Se desarrollaba sobre un tablero de veinte casillas repartidas en tres filas de cuatro, doce y cuatro.Tanto en éste como en los demás juegos citados participaban dos personas, excepto en el de la serpiente, en el que podían intervenir hasta seis jugadores.

FUENTE: VIAJARAEGIPTO.COM
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