El Almirantazgo Británico sabía que el Bismarck y el Prinz Eugen saldrían del Báltico para reunirse con el resto de la flota alemana en puertos franceses, por tanto hacían una vigilancia aérea estrecha en las costas de Dinamarca y Noruega con el objeto de prevenir la salida sorpresiva del Bismarck. Simultáneamente los espías e informantes en las costas de Suecia y Noruega estaban prevenidos de los que podría acontecer y estaba prestos a comunicar cualquier novedad en esas costas.
El 26 de mayo, habían pasado 31 horas sin saber la posición de los buques alemanes y parecía que los ingleses habían perdido la pista definitivamente pero, un Catalina del Servicios de Guardacostas, avistó al barco alemán quien abrió nutrido fuego de artillería obligando al avión a retirarse.
Aviones del Ark Royal despegaron para dirigirse al punto señalado por el Catalina. Los preparativos para interceptar al Bismarck comenzaron inmediatamente. El Sheffield fue el primero en acercarse al Bismarck pero fue confundido por los aviones del Ark Royal quienes pensando que era el enemigo se lanzaron al ataque. Una vez corregidas las deficiencias de comunicación los aviones cambiaron el rumbo y atacaron al Bismarck que parecía que se dirigía al norte.
Los destructores del Capitán Wien se unieron al Sheffield al caer la noche cercando al acorazado alemán y atacándolo con torpedos. La artillería alemana no les permitía maniobrar y todos los torpedos fallaron.
En la mañana, los barcos pesados llegaron a la zona de batalla. Inmediatamente el Rodney y el King George V intercambiaron salvas con el Bismarck. La tercera andanada del Bismarck tocó al Rodney pero el peso de la artillería británica se comenzó a hacer sentir.
El Bismarck perdió la sala de control de tiro y las torres de artillería de proa fueron dañadas. Al poco tiempo el Bismarck se detuvo quedando a merced de los barcos ingleses. Tovey se retiró al estar escaso de combustible. El crucero HMS Dorsetshire pidió permiso para lanzar sus últimos tres torpedos antes de retirarse y el tercero hizo blanco en el inerme buque alemán. El Bismarck escoró y se hundió en el Atlántico.
El Bismarck descansa íntegro a una profundidad aproximada de 4791 m a unos 650 km al oeste de Brest, Francia.