Aunque no es fácil establecer exactamente cual es el origen del snowboarding, es habitual fijarlo en 1965, cuando el ingeniero Sherman Poppen construyó el primer Snurfer (palabra formada por la unión de Snow y Surfer, nieve y surfero en inglés respectivamente) para su hija en Muskegon, Míchigan.[1] Se trataba de una tabla de madera sin agarres para los pies y con una cuerda en la parte delantera que ayudaba a mantener el equilibrio. Brunswik Company se decidió a desarrollar y vender el Snurfer y este tuvo un relativo éxito de ventas en las décadas de los 60 y los 70.
También durante esta época, el surfista aficionado al esquí Dimitrije Milovich diseñó una tabla del tamaño de unos esquís pero mucho más ancha y que permitía «surfear» en nieve polvo, conocida como Winterstick.
Ya en la década de los 70, Tom Sims y Jake Burton (fundador de Burton Snowboards) entre otros, empezaron a desarrollar y evolucionar el concepto de tabla de snowboard, probando nuevos diseños, utilizando nuevos materiales e incluyendo por primera vez rudimentarias fijaciones. Fue entonces cuando el snowboard tuvo un primer estallido de popularidad, aumentando el número de empresas dedicadas a crear tablas, botas y fijaciones. También empezaron a popularizarse las competiciones de snowboarding y los videos (que llegaron a su apogeo con «Apocalypse Snowboard«). El desarrollo del snowboarding desde entonces ha sido exponencial, e incluso se aceptó como deporte olímpico por primera vez para las Olimpiadas de Invierno de Nagano en 1998.
El snowboarding, aunque es sin duda ya aceptado y reconocido a nivel mundial, trajo consigo una pequeña revolución en la manera de concebir el deporte, sobre todo porque las disciplinas más practicadas y seguidas son el estilo libre y el descenso libre, poco estándar y de difícil normativización. Es por esto que la International Snowboard Federation (ISF), que dependía de la Federación Internacional de Esquí (FIS) tuvo muchos problemas para mantenerse viva, puesto que el snowboarding se desarrollaba en un plano totalmente distinto al que estaban acostumbrados los directivos del esquí de toda la vida, con sus carreras y sus cronómetros. Después de muchas discusiones, en el 2003 la ISF se disolvió y las propias marcas y los snowboarder crearon la World Snowboard Federation(WSF) y el circuito de competiciones TTR (Ticket To Ride), como sustitutas de la ISF y al Campeonato del Mundo de snowboard respectivamente (aunque la FIS sigue haciéndose cargo tanto de los Juegos Olímpicos como de un Campeonato del Mundo). Es decir, el snowboarding pasó a ser dirigido en casi todos sus ámbitos por los propios snowboarder, aunque todavía quedan muchos frentes abiertos y que el mundo del snowboard reclama, como la inclusión del Slopestyle como disciplina olímpica junto con el Half-Pipe y el BoarderCross.
El Ticket To Ride es un circuito independiente de competiciones de snowboarding de estilo libre amparado por la FMT y que engloba una enorme cantidad de competiciones de organización independiente (aunque con ciertos criterios comunes) que se disputan en todo el mundo y que abarca aproximadamente 10 meses al año. Las competiciones están clasificadas según su importancia en estrellas, yendo de 1 estrella para las pequeñas competiciones locales o nacionales a 6 estrellas para las grandes competiciones internacionales. Cada competición, dependiendo del número de estrellas (que puede variar con el tiempo), otorga unos puntos a los cinco primeros clasificados dentro del ranking global TTR, siendo 1000 puntos los máximos que se pueden obtener en una competición (primer clasificado en una competición 6 estrellas) y 210,60 los mínimos (quinto clasificado en una competición 1 estrella).
Dentro del Ticket To Ride pueden existir 4 formatos de competición: Slopestyle, Halfpipe, Quarterpipe y Stadium Slopestyle y dos formatos de participación: invitacional (los organizadores invitan a los riders que quieren) y open (todo el mundo puede participar). También es habitual que algunas competiciones fijen un determinado número de rondas en las que los participantes compiten pero otras fijan un período y los riders pueden realizar sus rondas todas las veces que quieran en lo que se conoce como Jam-Session, que libera de cierta presión a los competidores a la vez que fomenta la originalidad y la superación.
referencia: http://es.wikipedia.org/wiki/Snowboarding
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