Devil May Cry 4 supone el regreso de Capcom a los Beat’em Ups tras un par de años de parón. Después de sorprender en PlayStation 2 con el primer DMC en la primera etapa de la consola, su secuela dejó insatisfechos a los fans del juego, algo que arregló la frenética y más que digna tercera parte, situada argumentalmente delante del original de 2001. Dante, un cazademonios mitad humano, mitad demonio, hijo del legendario caballero Sparda, protagonizó las tres entregas anteriores y es relevado en esta cuarta parte por Nero, un Caballero de la Orden de la Espada que va tras la pista del legendario Dante cuando este, un día, aparece en el lugar de reunión de la Orden y acaba con su líder, un anciano conocido como Su Eminencia. Nero asumirá desde este momento el protagonismo del juego, siendo el personaje a controlar a lo largo de casi todo el juego –a excepción de seis misiones con Dante- y es justo aquí donde se reaviva la llama de la franquicia. Devil May Cry 4 recupera toda la esencia de la saga: movimientos chulescos, un sistema de combate fantástico, jefes finales arrolladores y una estética gótica bastante marcada. Cambia el héroe y no por ello se sacrifica lo principal.
Nero: Caballero Sagrado de la Orden de la Espada. Pese a que es capaz de utilizar una pistola y una espada bastante potente, su mayor arma es su brazo demoníaco, capaz de alargarse y jugar con los enemigos en el aire. Podrá usarse tanto para avanzar por el mapeado mediante diferentes enlaces y saltos, o bien dentro del combate para realizar combos aéreos y obtener más puntuación en la barra de estilo. A medida que se avanza en el juego, Nero obtendrá la espada Yamato que le confiere la habilidad de convertirse en demonio y aumentar su potencia de ataque, defensa y velocidad. En este estado es más resistente a los golpes, aunque por desgracia dura poco. Sin duda es una gran incorporación al universo de DMC, siendo ágil, poderoso y francamente… cuando toca usar a Dante se echa en falta el brazo demoníaco. Demasiado, quizá.
Dante: ¿Hace falta presentarlo? Este cínico cazademonios regenta el
Devil May Cry, un local desde el cual acepta encargos y se reúne con las bellas Lady y Trish para realizar sus trabajitos. En DMC4, lo controlamos a partir de determinado momento y mantiene sus cuatro estilos de combate extraídos de Devil May Cry 3 que pueden ser cambiados pulsando las flechas de la cruceta. Del mismo modo, Dante adquirirá a medida avanza en el juego tres nuevos objetos que le confieren habilidades francamente poderosas: Gilgamesh, un ítem que le convierte en un luchador callejero con nada que envidiar a Ryu, Pandora, un objeto que se transforma en tres diferentes tipos de arma y Lucifer, un artefacto capaz de generar rayos de energía que se quedan flotando en el aire hasta que un enemigo impacte contra ellos. Y, por supuesto, todos estos pueden ser combinados para dar lugar a combos realmente devastadores que hacen de Dante un personaje duro y muy manejable. Sin obviar el hecho de que, como Nero, puede transformarse en demonio en pleno combate durante tiempo limitado. Como veis, dos personajes diferentes, sí, pero igualmente válidos y necesarios.
Pos bueno hasta aqui llega esta publicacion proximamente publicare una a una las misiones de este sorprendente juego. me despido que la pasen super hasta la proxina.. bye!!