julio 5, 2011

Esta novela breve confirma la versatilidad de su autora, que ha cultivado poesía, cuento, mini ficción y textos hagiográficos. Me llaman Magdalena – De nombres raros y lágrimas salobres, presenta un laberinto perturbado de quien dice llamarse Magdalena.  Es una propuesta narrativa que presenta a un personaje que se desquicia en la medida que nos hace conocer su historia, mediante una memoria que a ratos nos somete para ingresar a su desequilibrado fárrago.

     La fabuladora guayaquileña expone en esta obra una técnica que fusiona referencias y alusiones con humor negro y sarcasmo, dentro de construcciones que dan cabida a la ironía para matizar el tono de la narración; trasciende una atmósfera que envuelve campo y ciudad, desde los dinámicos cuadros de la aldea de la infancia de Magdalena y el estático asiento del sanatorio citadino que ilumina su alucinador relato. (RMB)

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   ANÁLISIS DE LA NOVELA “ME LLAMAN MAGDALENA, de nombres raros y lágrimas salobres…” de Luz Gabriela Rodríguez Muñoz

   Por Lcdo. Francisco Medina Manrique
   Periodista profesional

   La portada de la novela “Me llaman Magdalena, de nombres raros y lágrimas salobres…” de la escritora Luz Gabriela Rodríguez Muñoz, es impactante y a la vez indescifrable. Me pregunto: ¿Qué hace posar a una mujer semidesnuda, en la portada del libro cuyo rostro no se aprecia u oculta, pero que su cuerpo exultante lo recrea? ¿Es acaso el cuerpo desnudo, el mensajero de palpitaciones interiores? ¿Es posible que el rostro escondido proyecte la timidez o las penas acumuladas por el abandono? Sólo leyendo las doscientas páginas de la novela, las que nos conducirán por los intrincados pasajes de la historia ficticia – o real- de una mujer, como existen miles o millones en el mundo, que nacieron, crecieron, se educaron, con hijos y sin hijos, que sufrieron en carne propia las vicisitudes de la relación familiar, con o son razón, que al no compatibilizar con sus parejas, deshacen el lazo matrimonial que las unió ilusionadas, y ante la melancolía y el abandono, creyendo que el mundo ya no es para vivirlo, caen en una depresión terrible que las lleva muchas veces hasta la locura. El lector puede quedar exhausto hasta culminar de un solo tirón, si se lo propone como yo lo hice, de la lectura de la obra, pero a la vez recibe el mensaje aleccionador, que en infinidad de pasajes históricos y literarios, asimila al personaje central con quien ayudó al Salvador en su peregrinar en la tierra, y que a pesar de su singular identificación, producto del pueblo donde nació, arremete sin piedad contra los cánones establecidos en su desesperación por cambiar el angustiante paisaje que influyó sobremanera en su pensamiento y en su corazón. “A Maga Malabarista Murillo, hay que conocerla….y comprenderla”.-

   7 de Julio de 2011
   jfmedina@espol.edu.ec

   Comment by luz gabriela — julio 11, 2011 @ 11:35 am

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