Un rostro joven y radiante

Machaca pétalos de rosas frescas hasta crear una pastita. Aplícatelo al rostro, dejándolo actuar durante 15 minutos. A continuación lávate con agua fría sin jabón. 

Exfoliante facial casero.

Mezcla una cuchara sopera de miel con dos de almendras machacadas muy finas. Añádele media cucharadita de zumo. Frótate la mezcla suavemente por la cara y finalmente enjuágate con agua caliente. Olvídate de los brillos.

Para evitar los brillos de la cara cuece una patata, la pochas y le echas el zumo de un tomate. Luego póntelo en la cara hasta que se seque. Verás los resultados.

Consigue una piel sin brillos.

Mezcla 10 gotitas de limón exprimido en medio vasito de agua. A continuación impregna un algodón con la mezcla y aplícatelo en la cara sin luego enjuagarte..

Exfóliate los labios.

Si no quieres tener los labios llenos de pieles secas, aplícate un bálsamo labial de menta y con un cepillo de dientes frótate suavemente los labios.

Mascarilla contra las arrugas

Mezcla una patata (cruda) rallada muy fina con una infusión de manzanilla. Aplícate la mezcla en cara y cuello un par de veces por semana durante un cuarto de hora. ¡Notarás la diferencia!

Mima tu piel

Si tienes la piel muy castigada, aplícate una mascarilla que obtendrás de mezclar aguacate machacado con una cucharada de jalea real.

 Para pieles grasas

Machaca una patata hervida y mézclala con miga de pan tierno impregnada en leche, unas gotitas de limón y dos cucharadas soperas de leche fresca. Aplícatela y déjala reposar durante 20 minutos, enjuagándote luego con agua fría.

¿Quieres una cara de ángel?

Para tener la piel tersa y suave, aplícate miel de manera uniforme. Déjala hacer efecto durante quince minutos y luego enjuágate con agua fría.

Quítate la mala cara

Cuando te levantes con mala cara machaca una aspirina normal, mézclala con agua y extiéndetela por la cara. Conseguirás el mismo efecto que con las ampollas de belleza.  

Te presento tres tipos de mascarillas, las cuales se aconsejan aplicar en días alternos. Logicamente esto se debe hacer sobre un cutis completamente limpio con la finalidad que penetren bien todos los ingredientes de la mascarilla, para lo cual puedes usar un fórmula simple y natural como es el agua de manzanilla, ya que tiene la propiedad de abrir los poros.

Mascarilla vitaminizadora: Licua un trozo pequeño de papaya, media manzana, un trozo pequeño de palta y un limón, vuelca esta preparación en un recipiente y mezcla bien. Procede a aplicártela con la ayuda de una brocha especial para mascarillas. Después de veinte minutos enjuaga la piel con agua fría.

Mascarilla calmante: Preparar una mezla con lo siguiente: una cucharada de harina de avena, una hoja de lechuga picada y exprimida y una cucharada de aceite de maiz. Cubre el rostro con esta mascarilla, siempre con una brocha. Dejar actua durante veinte minutos y luego enjuaga con agua fría.

Mascarilla desinflamante: Coloca tres sobres filtrantes de manzanilla en un cuarto de taza de agua hirviendo, deja enfriar. Mezcla dos cucharadas de harina de avena o cebada con la cantidad suficiente del agua de manzanilla concentrada hasta formar una pasta uniforme. Cubre tu cutis con esta mascarilla, dejar actuar por veinte minutos y luego enjuagar el rostro con agua fría.