Joseph Nicéphore Niépce ha pasado a los anales de la historia por ser el hombre que consiguió la primera fotografía, fijando imágenes mediante el método que denominó heliografía.
Niépce nunca fue un buen dibujante y en 1814, cuando perdió a su hijo con grandes cualidades artísticas tras su decisión de alistarse en el ejército, tuvo que aprovechar su experiencia como litógrafo y químico para buscar nuevas formas de producir.
I: Joseph Nicéphore Niépce
Durante los años siguientes experimentó comenzó a experimentar con barnices sensibles a la luz, y más tarde con cloruro de plata, pero, como muchos coetáneos, no fue capaz de conseguir imágenes permanentes y que no se terminaran desvaneciendo.
Sus mejores resultados los consiguió cuando decidió untar betún de Judea sobre placas litográficas para inmortalizar sus imágenes. En 1822, Niépce tomó un grabado del Papa Pío VII, y lo untó en aceite para hacerlo transparente. Expuso ese grabado a la luz del sol, dejando la placa untada en betún detrás, de tal modo que la luz del sol pasase a través de las partes claras del grabado endureciendo la capa de betún de Judea a la placa, dejando las partes de sombra sin endurecer. Después, tomó la placa litográfica y la sumergió en aceite de lavanda, de tal modo que las partes no endurecidas se disolvieron, dejando el grabado plasmado en la placa.
Esta réplica del grabado del Papa Pío VII se perdió, y pocos años después llegarían las que serían las primeras fotografías conservadas. Existe mucha controversia para determinar cuál fue verdaderamente, aunque la que más comúnmente se ha reconocido como la primera fotografía de la historia se trata de “Punto de vista desde la ventana de Gras”, tomada a través de su ventana en 1826.
II: Punto de vista desde la ventana de Gras (1826)
Otros muchos consideran que la primera foto se trata de Tirando de un Caballo, una reproducción de un grabado holandés, datado en 1825. De hecho, esta foto se llegó a vender en 2002 por medio millón de euros como la primera fotografía de la historia.
III: Tirando de un caballo (1825)
En 1989, Roland Barthes, en su publicación “La Cámara Lúcida” recoge una fotografía de Niépce que según el data de 1822. Se trata de una borrosa imagen conocida como “La Mesa Puesta”, y cuyo original se conserva en el Museo Nicéphore Niépce.
IV: La mesa puesta (1822)
Después de estas primeras fotografías y otras muchas no conservadas, en 1829, Niépce se unió en sus investigaciones y progresos a Louis Daguerre. Su repentina muerte en 1833, no le permitió llegar a obtener beneficios nunca de su descubrimiento. Daguerre sería con el paso de los años el principal y primer difusor de la fotografía, y patentó el invento bajo su nombre en enero de 1839. Pocos meses después el gobierno francés, al ser consciente del alcance del inventó, declaró el invento como de libre acceso, quitando los derechos de patente a Daguerre, y beneficiándolo a él y al hijo de Niépce, Isodore, con una pensión vitalicia.
INFORMACIÓN ADICIONAL QUE PUEDE INTERESARTE:
No se han encontrado comentarios