Quito se convierte en «JARDIN DE QUINDES»

La cada vez más asfáltica ciudad de Quito guarda entre sus rincones aún verdes cientos de colibríes que con su pequeño tamaño y pico largo han inspirado a músicos, poetas y ahora también a un grupo de pintores que decora 65 esculturas del ave para convertir a la capital de Ecuador en un «Jardín de Quindes».

En la falda del volcán Pichincha, pintores consagrados y colectivos de artistas emergentes decoran las esculturas de 1,7 metros, que nacieron de una maqueta del artista ecuatoriano Nixon Córdova.

Córdova combinó elementos de diferentes colibríes, en especial el zamarrito pechinegro, ave emblemática de Quito, hasta llegar a «la suma de todos los quindes», como se llama en Ecuador al pájaro, por la palabra quichua «quindi».

La escultura está sobre una base de 1,10 metros que representa la flor de la chuquiragua, una planta medicinal andina que recibe la visita de los colibríes.

Las obras serán exhibidas desde el 30 de noviembre en un bulevar de Quito y luego cada una se posará en el parque principal de cada parroquia, por lo que la mayoría de los pintores usa acrílicos resistentes a la lluvia, el sol y el granizo.

El frío de las laderas del Pichincha desaparece casi como por encanto en un gran salón del teleférico, donde acompañados de música clásica y el coro natural del monte, los artistas pintan las aves de alas extendidas, cabeza erguida y alargado pico.

Cuna de aves
Ecuador «es el cuarto país en el mundo en cuanto a número de especies, pero si hacemos relación al tamaño de su territorio es quizás el primero en el mundo en cuando a concentración de especies de aves», dijo a Efe el ornitólogo y coordinador del evento, Juan Manuel Carrión.

                                                     

Según él, hay 130 especies de colibríes en Ecuador, cerca de la mitad de ellas en Quito, que cuenta con regiones subtropicales altas y también páramo de más de 4.000 metros de altura.

Carrión se lamentó de que varias de esas especies estén en peligro de extinción debido a la acelera destrucción del hábitat y la polución, por lo que ve en la exposición «Jardín de Quindes» un llamado de atención para la conservación.

Es algo que se refleja en el colibrí del artista Edwin Valle, quien en la base de su escultura pinta polluelos en blanco y negro, pues «es incierto su crecimiento» porque «estamos en este problema de la tala indiscriminada del bosque, los incendios».

Valle aplica la técnica del puntillismo y a base de poner puntos de colores puros en vez de pinceladas recrea un colibrí con colores tan naturales que una mariposa de verdad pareció apropiarse de él al revolotear a su alrededor y posarse en él.

Carrión vio en ello una señal de que «la gente va a volver un poco más la mirada hacia las cosas trascendentes de la vida como el respeto a la naturaleza», dijo al comentar la hermosa rareza de la casi transparente mariposa.

«Los quindes son una imagen del sentimiento y la poesía, son vibrantes», dijo Carrión cerca de su propia escultura, que pinta con esmero, mientras recuerda la poesía «Tierra de pájaros» del poeta ecuatoriano Jorge Carrera Andrade.

«Es América entera inmensurable pajarera. En el amanecer sonoro cada árbol es un coro. Hay tantas alas en vuelo que alzan América al cielo», recitó Carrión, al apuntar que el colibrí de las esculturas en actitud de vuelo «invita a volar, a vivir la vida con intensidad».

De colores tornasolados, los quindes tiene una aerodinámica especial y la articulación de sus alas les permite una agilidad extrema, como detenerse en vuelo y volar hacia atrás.

Aletean unas sesenta veces por segundo, una actividad para la que requieren el alimento altamente energético que les provee el néctar de las flores, por lo que han desarrollado picos con forma y tamaño en relación a las flores de las que se alimentan.

El más pequeño de los colibríes puede medir cinco centímetros y pesar entre 10 y 12 gramos, y el más grande 23 centímetros y entre 15 y 18 gramos. En tan reducido tamaño son gigantes en la cadena de la vida por su función de polinizadores.

Más de una tercera parte de las especies en Ecuador están amenazadas

                                            

Más de una tercera parte de las aproximadamente 6.000 especies identificadas en Ecuador están amenazadas, entre otros factores, por la sobreexplotación o el cambio climático, indicó el jueves la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Entre ellas están la caoba y el cedro, árboles cuya apreciada madera les hace víctimas de la tala.

También se encuentran el tiburón toro y el tiburón ángel, que llenaron los muelles de los pescadores ecuatorianos durante décadas recientes, pero que ahora son extremadamente raros, según dijo el biólogo Juan Manuel Álava.

«Es necesario saber el impacto de la desaparición de los tiburones en el ecosistema», afirmó.

En el Océano Atlántico la caída de su población ha generado un aumento de los peces que eran su presa, pero que a su vez se comen a pescados de importancia comercial, cuyos números han caído, explicó Álava, quien dijo que no existen estudios en Ecuador de este tipo de efecto cascada.

También anfibios
Capítulo aparte merecen los anfibios, puesto que Ecuador es el segundo país del mundo con mayor número de especies amenazadas, tras Colombia, explicó Arturo Mora, un experto de la UICN, un organismo que agrupa a organizaciones sin fines de lucro y gobiernos.

«Tenemos un gran problema en Ecuador, específicamente también porque obviamente Ecuador tiene una gran diversidad de anfibios», dijo Mora, quien indicó que su principal amenaza es un hongo que se multiplica más por el aumento de la temperatura debido al cambio climático.

La UICN mantiene lo que llama su «lista roja de especies amenazadas», con información aportada por organizaciones de todo el mundo.

De las casi 62.000 especies que se encuentran en esa base de datos, 19.570 están amenazadas.

Según la UICN, en Ecuador se han registrado 6.030 especies, de las cuales 2.265 están amenazadas, incluidas 7 extintas, y 326 en peligro crítico.

Tiburon Toro

Tiburon Toro

 

Tiburon Angel

 

 

 

El oxígeno no es un elemento significativo en el núcleo externo de la Tierra

                                                                                                  

El oxígeno no es un componente significativo en el núcleo externo de la Tierra, la capa líquida que cubre su núcleo interno o central, según indica un estudio publicado en la revista británica «Nature».

Un equipo de científicos encabezado por Yingwei Fei, del Carnegie Institution de Washington (EE.UU.), llegó a esta conclusión tras hacer experimentos geofísicos con materiales que se creía podían estar presentes en esa zona, como el sulfuro, el carbono o el propio oxígeno.

Desde hace tiempo se sabe que el núcleo externo de la Tierra (líquido) está formado sobre todo por hierro, pero se sospecha que también hay en menores cantidades otros elementos más ligeros que influyen en la generación del campo magnético terrestre.

La identificación de esos elementos ligeros arrojaría luz sobre la época temprana de formación de la Tierra y sobre la composición del núcleo central terrestre (sólido), que continúa siendo un misterio.

La teoría planteada por Yingwei y su equipo, que contó con la colaboración del experto Haijun Huang, de la Wuhan University of Technology en China, sugiere que, cuando se diferenciaron los dos núcleos terrestres, pudo haber un entorno «reducido» o menos oxidado, lo que indicaría un núcleo central pobre en oxígeno.

Yingwei señala en «Nature» que, tras constatar en sus experimentos la práctica ausencia de oxígeno, los investigadores deberían ahora «concentrarse en la potencial presencia de elementos como la silicona en el núcleo externo actual».

Dada la imposibilidad de acceder al centro de la Tierra, los científicos tuvieron que utilizar técnicas de laboratorio para poder comprobar qué elementos podrían estar presentes en la capa que cubre el núcleo central terrestre.

Los científicos suelen obtener detalles sobre el funcionamiento y composición de las capas internas del planeta, como sus diferentes densidades o la velocidad a la que viaja el sonido, a través de observaciones de los movimientos sísmicos, pero, para contrastar los datos, deben realizar experimentos con modelos simulados en el laboratorio.

Los autores de este estudio realizaron sus experimentos con ondas de choque sobre los materiales que se creía que estaban presentes en el núcleo externo, como aleaciones de hierro, sulfuro o oxígeno.

Las ondas redujeron estos materiales a un estado líquido y entonces los expertos midieron su densidad y la velocidad a la que se transmitía el sonido bajo unas condiciones comparables a las del núcleo externo de la Tierra.

Los expertos concluyeron que el oxígeno no podía ser un componente significativo en el núcleo externo, dado que los resultados obtenidos en el laboratorio con los materiales ricos en oxígeno no coincidían con los registrados en las observaciones sísmicas.

Aparecen trampas de caza con riesgo para el oso en Asturias y León

 

Oso Pardo

Oso Pardo

El equipo de la FOP localizó uno de los lazos el jueves pasado, cuando rastreaba el entorno del corredor interpoblacional (en el entorno de Puebla de Lillo), que une las dos subpoblaciones de esta especie, ha informado la Fundación.

La trampa, que se encontraba en el borde de un prado, fue retirada y, más tarde, apareció un segundo lazo en la zona.

Al día siguiente, un miembro de la Patrulla Oso Alto Narcea y varios guardias del Seprona de Cangas del Narcea localizaron dos lazos de acero más instalados en el borde de un prado en pleno corredor de Leitariegos, una zona frecuentada por esta especie.

Los lazos, destinados comúnmente para cazar jabalíes, corzos o ciervos, pueden atrapar a otra fauna como lo osos, provocando graves lesiones o incluso la muerte, ha advertido la FOP.

Su utilización está tipificada en el artículo 336 del Código Penal, con penas de cárcel de 14 a 24 meses –sustituida por multa económica en caso de ausencia de antecedentes–, además de la inhabilitación para cazar durante un periodo de entre 2 y 4 años.

 

 

 

‘El tema medioambiental es más complejo en el Ecuador’

Chile es un país minero de larga trayectoria. Hay intenciones de que esta nación colabore con transferencia de tecnología y asesoría al Ecuador en actividades de exploración minera. Santiago Gonzales, exministro de Minas, se encuentra en el país para compartir la experiencia chilena en la actividad extractiva de recursos en un foro que se realizará en Cuenca.

¿La minería es una actividad perjudicial para el medioambiente?
Nosotros tenemos la convicción de que la minería se puede llevar de forma sustentable y amigable con el medioambiente.


¿Cómo se mira al Ecuador desde Chile, un país que, toda la vida, ha sido minero?
En el Ecuador, hay grandes recursos mineros. El tema medioambiental es mucho más complejo en el Ecuador que en Chile. Tienen mucha más vegetación, tienen una flora y fauna muchísimo más rica.

¿Cuáles son los errores que ha cometido la minería chilena y que pueden servir de experiencia para el Ecuador?
Es muy importante tener una institucionalidad fuerte que le permita al Estado poder controlar los aspectos medioambientales. Hay que tener una Ley Medioambiental, que esté aprobada y esté respaldada por toda la ciudadanía, en la que se establezcan con claridad cuáles son las condiciones con las que se va a trabajar.

¿Qué otro aspecto se debe tomar en cuenta?
Definir el impuesto a la minería que le permita al país aprovechar estos recursos naturales. Hay que tener un pacto con los inversionistas extranjeros que les garantice que las condiciones con las que va a actuar sean a largo plazo.

¿Qué tan afectados han resultados los recursos hídricos en Chile?
En el tema hídrico, tenemos una gran complicación, porque los sitios de explotación son en la zona norte; los grandes yacimientos quedan en el desierto de Atacama. Nosotros no tenemos agua. Por lo tanto, hay que recurrir a agua subterránea y hay que tener un control muy estricto de su uso.

¿Se desperdicia agua por esta actividad?
Ahora, la minería ya no es una actividad que consuma intensivamente el agua como la agricultura. Actualmente, en Chile, la minería consume el 5% del agua que consume toda la industria. La tecnología ha permitido una gran reducción.

¿Cuáles han sido las acciones para optimizar el agua?

El Estado otorga una concesión para poder usar el agua y esa concesión tiene que ser bien controlada. El tema está en cómo las empresas mineras optimizan el uso del agua en los procesos.

¿Cómo se realizaron las negociaciones con las comunidades para permitir la explotación minera?
El problema fue que, primero, se realizó una negociación comunidad-empresa. Las comunidades lo que solicitan son beneficios a corto plazo, resolver problemas muy puntuales. Ahora, el Estado debe garantizar que esas relaciones sean equitativas.

¿Cuál es el modelo óptimo para trabajar en una comunidad?
Hay que tener mucha paciencia, ellos tienen una forma de vida y hay que respetarla.

Gobiernos coordinan conservación de Amazonía antes de cumbre climática 2012

Amazonia del Ecuador

Cancilleres de los países amazónicos se reúnen este martes en Manaos, Brasil, para revisar los planes de desarrollo y conservación de la mayor selva tropical del planeta, y discutir una propuesta común para la cumbre ambiental de la ONU en 2012.

Los cancilleres o delegados de Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guayana, Perú, Surinam y Venezuela, reunidos en el corazón de la selva brasileña, evaluarán los acuerdos suscritos para proteger la Amazonía ante problemas como la deforestación y el tráfico ilegal de madera y minerales.

Esa región cuenta con la selva tropical más grande del mundo y constituye una de las principales fuentes de agua dulce del planeta. Su preservación motivó, en 1978, la suscripción del Tratado de Cooperación Amazónica por parte de los ocho países que comparten la zona.

«La agenda de discusiones estará dominada por el Fondo de la Amazonía, creado en 2008, el reglamento para la navegación comercial en el río Amazonas y la discusión de una contribución común para el encuentro del año que viene en Rio de Janeiro», dijo a la AFP una fuente diplomática brasileña.

Al encuentro asisten los cancilleres de Brasil, Antonio Patriota; Ecuador, Ricardo Patiño; de Surinam, Winston Lackin, de Venezuela, Ricardo Maduro, y enviados de los demás países miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA).

Desde Brasil, el país con mayor extensión de territorio amazónico, existe interés «en agilizar el proceso para implementar el Fondo de la Amazonía», que prevé un esfuerzo conjunto de los países contra la deforestación de la selva, declaró el diplomático bajo anonimato.

Dicha iniciativa, que entre 2009 y 2011 recibió donaciones por casi $58 millones, lejos de los 1 000 millones que se fijó como meta inicial, tiene dentro de sus objetivos mejorar el rastreo satelital de la deforestación del bosque, y planes ambientales en las zonas fronterizas.

En 2010, la Amazonía brasileña perdió 7 000 km2 de selva, una cifra sensiblemente menor al pico histórico de 2003-2004, cuando superó los 27.700 km2 deforestados.

Entre las principales causas de la tala de selva amazónica están los incendios, el avance de la agricultura y la ganadería, y el tráfico ilegal de madera y minerales, según autoridades.

Ecuador, por su parte, alienta una innovadora propuesta contra el calentamiento global que plantea dejar sin explotar sus reservas de petróleo en la Amazonía, a cambio de una compensación internacional de $3 600 millones a lo largo de 12 años.

Con una área de unos siete millones de kilómetros cuadrados, la Amazonía alberga unas 40 000 especies de plantas, millones de especies animales y unos 420 pueblos indígenas, 60 de los cuales viven en aislamiento.

En total, en la región habitan unos 38,7 millones de personas, que corresponden al 11% de la población de los países amazónicos, según información de la OTCA.

Las autoridades reunidas en Manaos también intentarán avanzar hacia una posición común para la cumbre de la ONU sobre medioambiente (Rio+20) que se realizará en junio del próximo año en Rio de Janeiro.

Rio+20 debatirá un modelo de economía verde para el planeta que no solamente tenga en cuenta el medioambiente, sino también la inclusión social y la erradicación de la pobreza.

Cuenca vivió un día sin auto

Ciudadanos participaron en la campaña

Por tercer año consecutivo, Cuenca se unió a la campaña mundial Un Día sin Auto, con el propósito de concienciar a la ciudadanía que se guarden una vez al año los vehículos y se usen bicicletas o se camine como manera de hacer ejercicio, compartir en familia y reducir la contaminación.

La mañana de ayer, se cerró el tráfico vehicular en la calle Simón Bolívar, desde la avenida Huayna Cápac hasta la iglesia de San Sebastián, lo que permitió a los cuencanos que cuenten durante todo el día con una vía para pasear en bicicleta y caminar seguros.

María Cecilia Alvarado, presidenta de la Comisión de Movilidad del Municipio, dijo que por la ciudad circulan diariamente 90 mil automotores. Con las diferentes actividades que promueve, la Alcaldía aspira a que las personas opten por alternativas como caminar o ir en bicicleta.

Entre las actividades que impulsan las autoridades está la Vía Viva, que consiste en que se habilita cada 15 días la avenida Doce de Abril para que sea utilizada en actividades de movilidad alternativa.

Se han habilitado también ciclovías a orillas de los ríos Tomebamba y Yanuncay, en los sectores de El Barranco y Puente Roto y de los parques Pumapungo y El Paraíso, en una extensión aproximada de 17 kilómetros.

Adrián Bravo, representante de la agencia de cicloturismo Runa Way, lamentó que sea solo un día en el que se dé preferencia a los ciclistas, pues indica que no hay en el centro histórico de Cuenca espacios definidos para el manejo de bicicletas.

«El tráfico en Cuenca es demasiado. Por eso es incómodo andar en bicicleta. Los choferes no respetan a los ciclistas, y estamos en constante peligro de ser atropellados porque no contamos con vías exclusivas», dijo Alejandro Sigua, ciclista de la Federación Deportiva del Azuay.

Jaime López Novillo, presidente de la fundación Bici Cuenca, considera que «los ciclistas son considerados como la última rueda del coche» dentro de lo que es la movilidad alternativa en la ciudad. Es por eso que espera que existan propuestas para vías exclusivas para ciclistas.

El alcalde de la ciudad, Paúl Granda, acepta que faltan espacios para que se realice movilidad alternativa pero ofrece crear infraestructura en ese sentido. «Falta mucho, pero estamos en la línea de generar infraestructura suficiente para que los ciclistas o las personas que quieran caminar puedan hacerlo», dijo Granda.

Capa de ozono tiene otro agujero

Ajugero en la capa de ozono cada vez mas grande

 

Un agujero de una dimensión equivalente a cinco veces la superficie de Alemania se abrió en la capa de ozono sobre el Ártico, igualando por primera vez al que existe sobre la región antártica, anunciaron científicos.

Provocado por un frío excepcional en el Polo Norte, este agujero récord se desplazó durante unos quince días sobre Europa del Este, Rusia y Mongolia, exponiendo a las poblaciones, en algunos casos, a niveles elevados de radiaciones ultravioletas, agregaron.

El ozono, una molécula compuesta de tres átomos de oxígeno, se forma en la estratosfera donde filtran los rayos ultravioletas que dañan la vegetación y pueden provocar cáncer de la piel o cataratas. Este escudo natural es atacado regularmente a nivel de los polos en invierno y primavera, en parte debido a los compuestos que contienen cloro utilizados por el hombre en los sistemas de refrigeración o en los aerosoles.

“Por primera vez, la disminución de la capa fue lo suficientemente evidente para que se pueda hablar de agujero en la capa de ozono en el Ártico”, estima el estudio publicado el domingo pasado en la revista científica británica Nature.

El responsable, asegura la publicación, es un fenómeno conocido como “vortex polar”, un ciclón masivo que se produce en cada invierno en la estratosfera ártica y que el año pasado nació debido a un frío extremo, explicó Gloria Manney, del Jet Propulsión Laboratory, en California (EE.UU.).

La científica también recuenta que a mediados de los años ochenta se registró una destrucción equivalente a la antes mencionada, pero en la capa de ozono que cubre la Antártica.