Al finalizar el partido entre el Manta FC y el Deportivo Cuenca, en el estadio Jocay de Manta, la hinchada local ocasionó problemas con el fin de agredir a los árbitros que dirigieron el compromiso que terminó  igualado 1 a 1.

Transcurrían los últimos minutos de partido y el juez central Edgar Hinostroza, agregó 4 minutos de reposición, tiempo que no se pudo cumplir, debido a que la hinchada empezó a lanzar botellas dentro de la cancha. El árbitro decidió terminar el encuentro y en su retirada, junto a sus asistentes, fueron «despedidos» por una «lluvia» botellas e insultos, en donde la Policía Nacional tuvo que brindarles protección.

Hasta cuando con esto, la gente debería hacer conciencia de que esa no es manera de protestar, ya que se está perjudicando a su propio club, el estadio Jocay será sancionado, esta sanción se decidirá en la Ecuafútbol. Por culpa de malos “hinchas” perjudican a los que quieren ir a ver jugar a su equipo de local.