EL AMOR

5

UN AMOR LEJANO

Me aceptaste como amigo,

me abriste las puertas de un largo camino,

me dijiste tu verdad

conoci tu vida y tu lealtad,

eres buena persona

platicas conmigo en esta zona

te envio comentarios a diario

me los respondes en este mismo escenario,

aunque vives muy lejos

algo en comun tenemos

y en muchas cosas nos parecemos,

mi amor hasta el mismo cielo vemos

y en el fondo, en el alma nos reconocemos.

Nunca quisiera perder tu contacto

mejor hagamos un pacto.,

acepta mi amistad mi mas cordial sinceridad

mis honestos sentimientos, niña te lo digo en verdad

cuando podamos platicar, te lo voy a explicar.

Dia con dia admiro tu belleza

pues eres tu mi vida la que me interesa,

que haste me causas dolores de cabeza,

nunca habia visto a un angel, ese angel eres tu

nunca crei que fueran tan perfectos, tan perfecta como tu,

espero y en realidad nos conoscamos

frente a frente y sin preocuparnos

aunque sea como amigos, amigos muy lejanos,

porque vives en Europa y yo soy mexicano

pero si me aceptas yo estare muy cercano, mi vida mi amor no es en vano,

Aunque no lo creas cuando no te veo te extraño.

Pero sigamos siendo amigos amigos muy lejanos.

Información del poema

  • Autor: Carlos Alvarez (Seudónimo)
  • Publicado: 10 de Agosto de 2010 a las 10:42
  • Comentario del autor sobre el poema: REALICE ESTE POEMA PENSANDO EN TI, TODOS LLEVAMOS UN POETA DENTRO CUANDO SENTIMOS UN SENTIMIENTO MUY PROFUNDO, Y EL CORAZON ES EL QUE HABLA CUANDO EL AMOR TE LLAMA. ESPERO Y TE HAYA GUSTADO T LO JURO SALIO MUY DENTRO DE MI CORAZON. SIGNIFICA MUCHO PARA MI ESTE POEMA COMO TU MI REINA, GRACIAS POR BRINDARME TU AMISTAD TE QUIERO. BYE BYE
  • Categoría: Sin clasificar
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Pablo Neruda

Amor

 

Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte

la leche de los senos como de un manantial,

por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte

en la risa de oro y la voz de cristal.

Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos

y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,

porque tu ser pasara sin pena al lado mío

y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.

Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría

amarte, amarte como nadie supo jamás!

Morir y todavía

amarte más.

Y todavía

amarte más

y más.

 

 

Gustavo Adolfo Bécquer

Amor eterno

 

Podrá nublarse el sol eternamente;

Podrá secarse en un instante el mar;

Podrá romperse el eje de la tierra

Como un débil cristal.

¡todo sucederá! Podrá la muerte

Cubrirme con su fúnebre crespón;

Pero jamás en mí podrá apagarse

La llama de tu amor.

 

 

Gabriela Mistral

Besos

 

Hay besos que pronuncian por sí solos

la sentencia de amor condenatoria,

hay besos que se dan con la mirada

hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles

hay besos enigmáticos, sinceros

hay besos que se dan sólo las almas

hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,

hay besos que arrebatan los sentidos,

hay besos misteriosos que han dejado

mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran

una clave que nadie ha descifrado,

hay besos que engendran la tragedia

cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios

que palpitan en íntimos anhelos,

hay besos que en los labios dejan huellas

como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas

por sublimes, ingenuos y por puros,

hay besos traicioneros y cobardes,

hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa

en su rostro de Dios, la felonía,

mientras la Magdalena con sus besos

fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita

el amor, la traición y los dolores,

en las bodas humanas se parecen

a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos

de amorosa pasión ardiente y loca,

tú los conoces bien son besos míos

inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso

llevan los surcos de un amor vedado,

besos de tempestad, salvajes besos

que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero…? Indefinible;

cubrió tu faz de cárdenos sonrojos

y en los espasmos de emoción terrible,

llenaron sé de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso

te vi celoso imaginando agravios,

te suspendí en mis brazos… vibró un beso,

y qué viste después…? Sangre en mis labios.

Yo te enseñe a besar: los besos fríos

son de impasible corazón de roca,

yo te enseñé a besar con besos míos

inventados por mí, para tu boca.

 

 

Pablo Neruda

 

 

 

Si tú me olvidas

 

QUIERO que sepas

una cosa.

Tú sabes cómo es esto:

si miro

la luna de cristal, la rama roja

del lento otoño en mi ventana,

si toco

junto al fuego

la impalpable ceniza

o el arrugado cuerpo de la leña,

todo me lleva a ti,

como si todo lo que existe,

aromas, luz, metales,

fueran pequeños barcos que navegan

hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,

si poco a poco dejas de quererme

dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto

me olvidas

no me busques,

que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco

el viento de banderas

que pasa por mi vida

y te decides

a dejarme a la orilla

del corazón en que tengo raíces,

piensa

que en ese día,

a esa hora

levantaré los brazos

y saldrán mis raíces

a buscar otra tierra.

Pero

si cada día,

cada hora

sientes que a mí estás destinada

con dulzura implacable.

Si cada día sube

una flor a tus labios a buscarme,

ay amor mío, ay mía,

en mí todo ese fuego se repite,

en mí nada se apaga ni se olvida,

mi amor se nutre de tu amor, amada,

y mientras vivas estará en tus brazos

sin salir de los míos.

 

Mario Benedetti

Corazón coraza

 

Porque te tengo y no

porque te pienso

porque la noche está de ojos abiertos

porque la noche pasa y digo amor

porque has venido a recoger tu imagen

y eres mejor que todas tus imágenes

porque eres linda desde el pie hasta el alma

porque eres buena desde el alma a mí

porque te escondes dulce en el orgullo

pequeña y dulce

corazón coraza

porque eres mía

porque no eres mía

porque te miro y muero

y peor que muero

si no te miro amor

si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera

pero existes mejor donde te quiero

porque tu boca es sangre

y tienes frío

tengo que amarte amor

tengo que amarte

aunque esta herida duela como dos

aunque te busque y no te encuentre

y aunque

la noche pase y yo te tenga

y no.

 

 

Pablo Neruda

Oda al amor

Amor, hagamos cuentas.

A mi edad

no es posible

engañar o engañarnos.

Fui ladrón de caminos,

tal vez,

no me arrepiento.

Un minuto profundo,

una magnolia rota

por mis dientes

y la luz de la luna

celestina.

Muy bien, pero, el balance?

La soledad mantuvo

su red entretejida

de fríos jazmineros

y entonces

la que llegó a mis brazos

fue la reina rosada

de las islas.

Amor,

con una gota,

aunque caiga

durante toda y toda

la nocturna

primavera

no se forma el océano

y me quedé desnudo,

solitario, esperando.

Pero, he aquí que aquella

que pasó por mis brazos

como una ola

aquella

que sólo fue un sabor

de fruta vespertina,

de pronto

parpadeó como estrella,

ardió como paloma

y la encontré en mi piel

desenlazándose

como la cabellera de una hoguera.

Amor, desde aquel día

todo fue más sencillo.

Obedecí las órdenes

que mi olvidado corazón me daba

y apreté su cintura

y reclamé su boca

con todo el poderío

de mis besos,

como un rey que arrebata

con un ejército desesperado

una pequeña torre donde crece

la azucena salvaje de su infancia.

Por eso, Amor, yo creo

que enmarañado y duro

puede ser tu camino,

pero que vuelves

de tu cacería

y cuando enciendes

otra vez el fuego,

como el pan en la mesa,

así, con sencillez,

debe estar lo que amamos.

Amor, eso me diste.

Cuando por vez primera

ella llegó a mis brazos

pasó como las aguas

en una despeñada primavera.

Hoy

la recojo.

Son angostas mis manos pequeñas

las cuencas de mis ojos

para que ellas reciban

su tesoro,

la cascada

de interminable luz, el hilo de oro,

el pan de su fragancia

 

 

 

Gabriela Mistral

Amo amor

 

 

Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,

late vivo en el sol y se prende al pinar.

No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:

¡le tendrás que escuchar!

Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,

ruegos tímidos, imperativos de mar.

No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:

¡lo tendrás que hospedar!

Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.

Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.

No te vale decirle que albergarlo rehúsas:

¡lo tendrás que hospedar!

Tiene argucias sutiles en la réplica fina,

argumentos de sabio, pero en voz de mujer.

Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:

¡le tendrás que creer!

Te echa venda de lino; tú la venda toleras.

Te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.

Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras

¡que eso para en morir!

 

 

 

Gabriela Mistral

 

 

Creo en mi corazón

 

 

Creo en mi corazón, ramo de aromas

que mi Señor como una fronda agita,

perfumando de amor toda la vida

y haciéndola bendita.

Creo en mi corazón, el que no pide

nada porque es capaz del sumo ensueño

y abraza en el ensueño lo creado:

¡inmenso dueño!

Creo en mi corazón, que cuando canta

hunde en el Dios profundo el franco herido,

para subir de la piscina viva

recién nacido

Creo en mi corazón, el que tremola

porque lo hizo el que turbó los mares,

y en el que da la Vida orquestaciones

como de pleamares.

Creo en mi corazón, el que yo exprimo

para teñir el lienzo de la vida

de rojez o palor y que le ha hecho

veste encendida.

Creo en mi corazón, el que en la siembra

por el surco sin fin fue acrecentando.

Creo en mi corazón, siempre vertido,

pero nunca vaciado.

Creo en mi corazón, en que el gusano

no ha de morder, pues mellará a la muerte;

creo en mi corazón, el reclinado

en el pecho de Dios terrible y fuerte.

 

 

 

Alfonsina Storni

 

 

Tu dulzura

 

 

Camino lentamente por la senda de acacias,

me perfuman las manos sus pétalos de nieve,

mis cabellos se inquietan bajo céfiro leve

y el alma es como espuma de las aristocracias.

Genio bueno: este día conmigo te congracias,

apenas un suspiro me torna eterna y breve...

¿Voy a volar acaso ya que el alma se mueve?

En mis pies cobran alas y danzan las tres Gracias.

Es que anoche tus manos, en mis manos de fuego,

dieron tantas dulzuras a mi sangre, que luego,

llenóseme la boca de mieles perfumadas.

Tan frescas que en la limpia madrugada de Estío

mucho temo volverme corriendo al caserío

prendidas en mis labios mariposas doradas.

 

 

Gustavo Adolfo Bécquer

Amor eterno

 

Podrá nublarse el sol eternamente; Podrá secarse en un instante el mar; Podrá romperse el eje de la tierra Como un débil cristal. ¡todo sucederá! Podrá la muerte Cubrirme con su fúnebre crespón; Pero jamás en mí podrá apagarse La llama de tu amor.

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