LOS MANGLARES SE VAN

Si deseamos tomar conciencia de la creciente pérdida de valiosos ecosistemas y entornos naturales en el planeta, no es necesario simplemente investigar en Internet o irnos tan lejos; pues en la desembocadura del río Guayas que baña una buena parte de nuestra ciudad antes de morir en el Pacífico, se encuentra la notable muestra de un ecosistema lleno de todos los elementos esenciales para ser catalogado como tal, pero que se encuentra en peligro de desaparecer, como consecuencia de la irresponsabilidad de quienes tal vez aún pueden hacer algo para su protección.

Todo ese hermoso paisaje que ofrece el encuentro del agua dulce del río con las aguas del mar, a lo largo de numerosos esteros e islotes, que albergan en sus orillas al característico mangle, además de una variedad faunística compuesta por los tan codiciados cangrejos, jaibas, lisas, camarones y otros tantas especies de pequeños peces, crustáceos y moluscos; todos ellos parte de una cadena alimentaria; que desde hace años ha beneficiado a los pobladores que habitan estos parajes algo inhóspitos, descendientes del mítico personaje Don Goyo de la novela del guayaquileño Demetrio Aguilera Malta, quien fue el supuesto fundador del Cerrito de los Morreños, una comunidad como tantas otras ubicadas en este sector que se han valido de este medio natural para su supervivencia.

Esta gente de bajos recursos económicos, que han subsistido junto al mangle durante algunas generaciones, aprovechando las bondades de su madera destinada a la construcción de hogares humildes, bases para rieles de ferrocarril o como carbón de uso doméstico; además de su corteza, cuya infusión es famosa para tratar males estomacales entre otros. Admirables son también las interesantes e ingeniosas técnicas que han desarrollado para lograr la pesca y recolección de cangrejos, que van de la mano con los ciclos de la naturaleza (mareas y quiebras).

Todo esto en conjunto parecía ser un ejemplo de interacción positiva entre la naturaleza que no niega sus frutos y los hombres que por su parte son consientes del perjuicio que les podría ocasionar a ellos mismos acciones negativas sobre ella, como por ejemplo; el dejar a las hembras de cangrejo en su hoyos asegurándose de esta manera la fuente de más crías. Pero a pesar de su trabajo, llevado a cabo en estas tierras durante años y que los convierte en propietarios por derecho propio; su falta de educación no les permite luchar contra quienes se han adueñado de ellas para la construcción de piscinas camaroneras cuyo período de amortización es corto; pero que sin embargo,  ha ocupado amplias áreas donde antes se ubicaban esteros y mangles, sin un estudio previo sobre el impacto negativo  de sus actividades en el sector, pues hoy en día es evidente el descenso de la población faunística del lugar, que a más de dejar sin hogar a los hombres del mangle, los ha obligado a huir la ciudad donde los empleos también escasean.

¿Es justo entonces que los intereses de personas de poder económico y político, primen y prevalezcan por encima de un ecosistema de gran valía como lo es nuestro mangle y sobre sus pobres habitantes?.  Creo que la respuesta es obvia y desesperada en un tiempo en el que el planeta está evidentemente en emergencia a causa de las actividades desmesuradas del hombre sobre la naturaleza.

EL SUEÑO DE LA GRAN COLOMBIA

¿Alguna vez se han preguntado como surgió esta fascinante idea que tal vez en principio pudo haber parecido descabellada; sin embargo, fue parte del ideario de muchos de los destacados personajes que participaron en las guerras de la Independencia Hispanoamericana?

A menudo nos enseñan sobre la participación de Bolívar y sus tropas en estas campañas bélicas que tenían como fin lograr la libertad americana del yugo español, para poner los destinos de estos territorios en manos de americanos, y como producto de estas contiendas y otras intervenciones diplomáticas en nuestro territorio, algunas de ellas un poco polémicas; surge pues el sueño de un gran país unificado bajo el nombre de Colombia que posteriormente pasaría a la historia como la Gran Colombia, el que terminaría repartido entre personajes que solo ambicionaban el poder.

En fin, esta flamante idea nació de la mente de un personaje que muy pocas veces es nombrado en algunos textos de historia escolares; sin embargo, su legado fue y es de gran trascendencia cuando de las Guerras de Independencia se trata. Nos referimos a Francisco de Miranda, hombre ilustre nacido en Caracas-Venezuela en 1750; el mismo que en sus años en territorio americano vivió en carne propia la discriminación de clases por que a pesar de ser hijo de españoles, sus raíces se ubicaban en las Islas Canarias, razón suficiente que degradaba su status y aceptación entre sus contemporáneos quienes lo llamaban “blanco isleño o de orilla”. A pesar de haber recibido una buena educación en varios campos del conocimiento, y dominar varios idiomas como el latín, inglés y francés, y posteriormente el italiano; tuvo que dejar su tierra para buscar darse su puesto en España, lugar donde además de alimentar su cultura e ideas con libros prohibidos por la Santa Inquisición, empezó su carrera militar sirviendo a la Corona, y aun así , sus esfuerzos y heroísmo demostrados en campos de batalla localizados en el norte de África, jamás fueron reconocidos como se debía, empezando de esta manera una odisea a través de muchos territorios coloniales en las Antillas, además de Norte y Sudamérica; sirviendo como estratega en algunas contiendas, y finalmente perseguido por sus ideas ligadas a la Ilustración que la Inquisición repudiaba. Viajaría a Estados Unidos, y sería testigo del nacimiento de esta nueva nación por entonces ya libre de Inglaterra, luego continuaría por varios países de Europa convirtiéndose en parte de la conquista de los Países Bajos encabezando tropas francesas en tiempos de la Revolución de dicho país. Son todos estos acontecimientos y gracias a los personajes importantes con los cuales estableció lazos de amistad, e intercambió ideas; que nace su gran empeñó por liberar el territorio americano, y aunque lo intentó con la ayuda de tropas inglesas en 1806, año en el que flameó por primera vez la bandera tricolor que se convertiría en el estandarte de la causa americana durante las batallas de libertad, bandera que también fue ideada por él basándose en los colores primarios del arco iris, y posteriormente sería adoptada como bandera nacional de territorio Grancolombiano y hoy es también símbolo de nuestro país, como lo es de Colombia y Venezuela.

Fue este hombre quien gracias a sus conocimientos, contagió a muchos otros en su época con ideales de libertad y rebelión contra España, siendo el mismo Bolívar uno de ellos, respetado por muchos como el guayaquileño José de Antepara quien le sirvió como asistente durante su estadía en Londres, y otros tantos autoridades europeas quienes rescataron de entre sus cualidades de hombre muy bien preparado, inteligente e innovador el espíritu puro de un ser que añoraba la libertad de su tierra y el posterior establecimiento de un gobierno justo. De el proviene la idea de un una gran nación conformada por territorios de habla hispana que se llamaría Colombia en honor a Cristóbal Colón y que abarcaría desde las orillas del Mississippi en Norteamérica hasta las Tierra del Fuego en Sudamérica, con un gobernante con poderes similares a los antiguos jefes indígenas, que velarían por la paz y seguridad entre indios, negros, mestizos y blancos que estén a favor de esta ansiada libertad.

Miranda regiría por algún tiempo los destinos de Venezuela, poderes entregados por Bolívar y estaría activamente involucrado en las guerras destinadas a mantener la total libertad del territorio de manos de las tropas realistas, tarea que no le resultaría nada fácil ante la indisciplina y deserción de sus tropas, hechos que lo llevarían a firmar su capitulación, razón por la cual sería apresado por Bolívar acusado de traidor y deportado a España, país donde fallecería en 1816 a la edad de 66 años.

A pesar de su desafortunado final, su recuerdo no sería borrado con facilidad, pues viviría en la mente de aquellos quienes soñaron con él, y descubrieron en sus ideales, razones absolutas para emprender la lucha por la libertad. Su legado vive en el corazón de aquellos que le deben la libertad de sus países, a sus tan sublimes pensamientos que se materializaron de la mano de los próceres de la Independencia Hispanoamericana. Como olvidar a este hombre de gran valor, quien es el único latinoamericano cuyo nombre figura en el Arco del Triunfo en París entre los héroes de la Revolución Francesa, por otro lado su retrato se encuentra inmortalizado en las paredes del Palacio de Versalles, y su estatua se yergue en Valmy junto a otros tantos célebres personajes que le recuerdan al mundo las hazañas de pondrían la base de la igualdad y fraternidad que muchos gobiernos del mundo aspiran conseguir aún en la actualidad.

LOS DACIOS

Antes de la hablar de estos hombres y las huellas que dejaron para la posteridad, es necesario saber cuales fueron sus orígenes o al menos con que otros pueblos estaban relacionados en cuanto a su lengua y costumbres se refiere. Los dacios fueron una de las tantas tribus tracias que habitaron según datos de los antiguos historiadores, territorios que se extendían desde el río Oder, la parte oriental de la península Balcánica, las regiones que circundan el río Danubio y algunas estribaciones de Asia Menor. Según Heródoto los tracios fueron el pueblo más numeroso en la antigüedad clásica después de los hindúes, los mismos que nuncaconstituyeron una nación unida pues su gente se encontraba diseminada en varios grupos tribales que con el tiempo fueron asimiladas, conquistadas, o eliminadas por otros pueblos. Fueron tracios los besos, los medos, los moesios, entre otros. Una de estas tribus fueron los dacios (que era el nombre con el que eran conocidos por los romanos) o Getas ( denominación dada por los griegos), cuyo territorio estaba ubicado en gran parte de lo que hoy es Rumania en Europa suroriental, al norte y sur del río Danubio y a orillas del mar Negro. Los tracios entran en la historia participando en la Guerra de Troya cuando el rey tracio Reso se suma a la batalla. Según Estrabón su verdadero nombre era daoique posiblemente proviene de daos que es un término frigio que significa “lobo”, otros dicen que provieve de la raíz dhäu que significa “apretar” o “estrangular”, pero la primera definición es más aceptada pues era común en la época la identificación de algunos pueblos con este animal, hecho que se ve claramente en la leyenda de la fundación de Roma en la que los gemelos Rómulo y Remo son amamantados por una loba.

Dos mil años antes de Cristo, a finales del período neolítico, losgetas habitaron la región cárpato-danubiana. Posteriormente, los romanos llegaron a conocer a esta región como Dacia, de ahí el gentilicio de dacios. Este pueblo alcanzó una cultura incomparable y muy superior a otros existentes en Europa en aquella época fuera de los límites de la antigua Grecia y Roma; sin embargo, estuvieron lejos de alcanzar el nivel de estos dos pueblos mencionados. Siendo en última instancia, una de las culturas más avanzadas del mundo «bárbaro» cuyas actuaciones no han sido tomadas en cuenta debidamente.

Dacia

Los dacios eran hombres barbados, de largos y rubios cabellos, camisa holgada ceñida por un cinturón y una capa sujetada por una fíbula. Los tarabostes constituían la clase noble de este pueblo los mismos que usaban un gorro a diferencia de los capillati o comati, que eran la gente común quienes llevaban la cabeza descubierta. Eran monógamos y las mujeres respetaban a sus esposos. Las dacias no los acompañaban en sus campañas bélicas como hacían otros bárbaros quienes llevaban a toda su familia consigo. El material usado para la construcción de sus viviendas dependía del lugar y el clima, siendo el más común la madera y la arcilla.

Guerreros Dacios

Eran un pueblo dedicado a la agricultura. Sin embargo, la riqueza de su territorio se basaba en la existencia de abundante oro y sal, razón por la cual posteriormente los romanos pondrían sus ojos e invertirían todos los recursos necesarios para su conquista. La pesca y el trabajo en madera eran otros de sus sustentos; además, llevaron a cabo actividades comerciales con los griegos que se habían asentado en las costas del Mar Negro. Les vendían miel, trigo, pieles, pescado, esclavos y cera, y de ellos obtenían vino, joyas, cerámica y aceite muy cotizados en las casas nobles dacias. El contacto con los pueblos de la península Balcánica influyó mucho en el desarrollo de los dacios, restos arqueológicos encontrados muestran un gran parecido a las elaboradas en Grecia, incluso su moneda era una copia de la utilizada en la antigua Macedonia.

En cuanto a sus creencias religiosas, el mundo antiguo estaba impresionado por el desprecio que los dacios tenían a la muerte ylos sufrimientos. Decían que el cuerpo era una especie de cárcel que mantenía cautiva al alma que a su vez era inmortal, la misma que tenía otro destino después de la muerte. Eran politeístas, rendían un culto especial a Zalmoxis, cuya existencia se mezcla entre el mito y la realidad, pues se dice que fue esclavo de Pitágoras y que luego de alcanzar su libertad regresó a su tierra natal en tierras tracias donde se convirtió en una persona influyente y se dedicó a predicar sobre la inmortalidad del alma y la promesa de un paraíso después de la muerte para aquellos que llevaban una existencia justa. Existen quienes ponen en duda esta historia pero lo cierto es que este personaje ficticio o real, tuvo un lugar especial en las ceremonias llevadas a cabo en honor a sus dioses y dejó como legado a los griegos la creencia en los Campos Elíseos después de la muerte en contraparte al oscuro mundo de Hades, pues los griegos no creían en nada después de la muerte y solo procuraban dejar huella en la memoria de las siguientes generaciones, como única finalidad de la existencia humana. Otros de sus dioses eran: Gebeleizis que era el dios del rayo y los truenos, en honor al cual dirigían sus flechas hacia el cielo cuando habían tempestades; Bendis la diosa femenina la de los bosques muy parecida a la Artemisa griega y a la Diana romana, Kandaon dios de la guerra, el Ares griego y el Marte romano. Por otro lado se sabe que los sacerdotes dacios practicaban ceremonias secretas y complicadas en honor a los dioses, en la que los creyentes o seguidores eran iniciados, algo que resultaba ajeno a los griegos, a quienes no se les permitía ingresar a los templos sagrados.

En lo que se refiere a su idioma, es considerada una lengua muerta del cual solo se conocen algunas palabras que han sobrevivido dentro del idioma rumano que surgió del latín vulgar de los colonos romanos que llegaron después de la conquista de Trajano y la lengua de los dacios originales de la región. No existen documentos u otros registros de esta lengua más que: “Decébalo per Scorilo” ( Decébalo, hijo de Scórilo), impreso en una copa ceremonial

Los dacios sufrieron varias invasiones a lo largo de su historia(escitas, persas, macedonios, etc.) pero bajo el reinado de Berebistas el Grande alcanzarían una época de esplendor y gloria ya que este soberano logró unir nuevamente todos los principados dacios que se habían quedado aislados bajo una misma lengua y cultura, y eligió como capital a la ciudad de Argedaba en la montañas Orăştie. Para proteger tan extenso territorio, Berebistas ideó un sistema de fortificaciones conocido después como “Murus Dacicus” que posteriormente serían conocidas como las Fortalezas Dacias.

Berebistas

Luego de su muerte los dacios vieron fraccionado nuevamente su país en varios estados. Hasta la llegada al trono de Diurpanneo quien dirigió la consolidación del corazón de Dacia alrededor de Sarmizegetusa la nueva capital, en el distrito actual de Hunedoara-Rumania. Él reorganizaría al ejército dacio en el 85 d.C. con el que los dacios atacarían a la fortificada provincia romana de Moesia, hasta que en el año 87 el emperador romano Domiciano enviaría sus tropas a castigar a los dacios, pero fueron vencidos por estos gracias a Diurpanneo que posteriormente cambiaría su nombre por Decébalo que significaba “fuerte como diez hombres”. Luego de la guerra Roma debía pagar un impuesto a Dacia además de enviar sus técnicos e ingenieros para embellecer sus ciudades, trato que ponía en una posición muy humillante a los romanos, quienes nunca habían rendido tributo a ningún pueblo hasta ese entonces.

Decébalo

Decébalo luego de la victoria, tomaría las respectivas medidas ante la amenaza de un nuevo ataque por parte de Roma. Por ello mejoraría la infraestructura de las seis Fortalezas dacias de las montañas Orăştie para proteger a su pueblo. Desde Sarmizegetusa, el rey Decébalo ofrecería una dura resistencia a Roma, hasta que el reino Dacio y sus fortalezas sucumbieron ante la embestida romana con el emperador Trajano a la cabeza, quien conquistó y dominó a la región a lo largo de los primeros años del s. II, luego de las conocidas Guerras Dacias (101-102 y 105-106), haciendo de Dacia una provincia romana.

Detalle de la Columna Trajana

Romanos venciendo a los Dacios

Las seis fortalezas: Sarmizegetusa, Blidaru, Piatra Roşie, Costeşti, Căpâlna y Baniţa; que formaban el sistema defensivo de Decébalo fueron declaradas por la UNESCO en Patrimonio de la Humanidad en Europa en 1999. Las fortalezas muestran una fusión inusual de técnicas de arquitectura militar y religiosa, en un estilo entre clásico con elementos de la última edad de hierro. Se encuentran ubicadas en el mismo centro del Reino de Dacia, que a lo largo del último milenio a.C. se desarrolló excepcionalmente desde el punto de vista cultural y socioeconómico.

Sarmizegetusa

Patrimonio de la Humanidad

Decébalo por su parte fue considerado uno de los más grandes héroes de entre los pueblos que soportaron las conquistas romanas y los horrores de la guerra. En la actualidad existe una escultura en roca de 40 m. de altura que retrata al antiguo rey dacio al pie del Danubio en territorio Rumano, frente a una placa en honor a Trajano y su victoria sobre Dacia.

Escultura en roca en memoria del Rey Decébalo

al pie del Rio Danubio

Durante la época de la dominación romana, muchos dacios se mezclaron o fueron desplazados ante la llegada de nuevos habitantes romanos provenientes de otros rincones de roma quienes vinieron atraídos por el oro y las minas de sal de la región, los mismos que impusieron su idioma, tradiciones y creencias, llevando definitivamente a su fin el esplendor del pueblo dacio.

El territorio dacio sufriría nuevas invasiones en el futuro por parte de los godos que obligaron a retroceder a los romanos, y luego los hunos, gépidos, ávaros, eslavos, magyares, y turcos; hasta la aparición del pueblo rumano quienes llevaban en su sangre el legado de los antiguos dacios y soportaron toda esta ola de invasiones y se unirían para conformar un nuevo país llamado Rumania.

Rumania

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