Grandes Pintoras Italianas

Al dar un vistazo a muchas de las más famosas obras que el genio humano ha dejado para la posteridad en cuanto a obras de arte se refiere, me detengo a pensar si entre todos los nombres masculinos de tan hermosos trabajos, existe una mujer; y no me refiero a una modelo femenina o a la musa de algún artista; sino a una maestra de la pintura, a una hábil amiga del pincel, quien en un momento dado, llena de inspiración, pudiera inmortalizar el mundo, las personas que la rodeaban o los sentimientos que en ella guardaba. Así logro encontrar que efectivamente no solo hubo una, sino varias mujeres , quienes con las dificultades de sus respectivas épocas y enfrentadas a un medio predominantemente machista, pudieron dejarnos algo de sí, que hoy en día podamos apreciar como completamente bello y nos permita adentrarnos en lo más profundo de sus pensamientos finalmente trazados en un lienzo.

Es gracias al Renacimiento que muchos pintores y artistas en general, abandonan el anonimato para darse a conocer como artífices de obras que no hacen otra cosa más que resaltar la belleza y el esplendor de una época; y es en Italia donde esta corriente nace y posteriormente se propaga al resto de Europa. Pero al momento de evocar este fascinante período de la historia de la humanidad, vienen a nuestra mente nombres como: Donatello, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Caravaggio, Boticcelli, entre otros; todos hombres. Sin embargo, tengo el agrado de encontrar que también hubieron mujeres italianas, muy talentosas y pioneras “Maestras del Arte Universal” cuya obra a sobrevivido a nuestros días, pero que por alguna extraña razón, rara vez son mencionadas en los libros dedicados al Arte Universal. A continuación quisiera poner a su conocimiento detalles de la vida y el respectivo trabajo de cuatro de ellas.

Sofonisba Anguissola (1532-1625)

Autoretrato

Sofonisba Anguissola

Nacida en Cremona al norte de la actual Italia, fue la primera pintora que alcanzó fama durante el Renacimiento, época dominada por hombres. Discípula de Bernardino Campi, Bernardino Gatti y finalmente Miguel Ángel.

Proveniente de una cuna llena de artistas dedicados a la música, las letras y la pintura; es la que más destacó entre ellos ganándose la admiración de sus maestros y de quienes descubrían en su obra una verdadera joya del arte, tanto así que llegaría a convertirse en retratista oficial de muchas personalidades de la realeza europea. Pero llegar hasta este punto no le resultó nada fácil, pues por ser mujer, fue privada del conocimiento de la anatomía humana, ya que no estaba bien visto que una mujer retrate cuerpos desnudos. Sin embargo, nunca desmayó en sus esfuerzos, enriqueciendo su talento al pintar escenas de la vida cotidiana de parientes y amigos, hasta llegar a ser parte de la corte del Rey Felipe II de España como dama de compañía de su tercera esposa Isabel de Valois, donde trabajó con el español Alonso Sánchez Coello interesándose por su estilo, de tal manera que el retrato del rey fue atribuido a este pintor, cuando en realidad fue ella la gestora de dicho trabajo.

Retrato de Felipe II de España

Sofonisba Anguissola

Llena de fama; y con una vida enteramente dedicada al desarrollo de su arte y luego de dos matrimonios, terminó sus días en Palermo a los 93 años, dejándonos de medio centenar de obras que hoy en día se encuentran en varios museos de Europa.

LAVINIA FONTANA (1552-1614)

Autorretrato tocando la espineta

Lavinia Fontana

Hija del pintor Próspero Fontana, nace en la ciudad de Bolonia. Lavinia Fontana, quien recibiría sus primeros conocimientos en pintura directamente de su padre, algo realmente excepcional en su época, ya que por lo general, eran los hijos varones quienes tenían acceso a este aprendizaje si se trataba del hijo de un artista.

Los expertos en arte no logran ponerse de acuerdo sobre quien fue la primera mujer en alcanzar fama durante estos años como artistas de renombre entre Anguissola y Fontana; pero sin duda parece existir cierta influencia de parte de la primera en el trabajo de esta bella boloñesa, quien por su parte dejó un gran legado de obras que estarían relacionadas con el barroco temprano.

Mantuvo una estrecha amistad con los hermanos Carracci de los cuales, el estilo de Ludovico Carracci tendría mucho que ver en el de la artista. Fue la primera mujer en retratar desnudos femeninos como masculinos en obras de temática religiosa y mitológico, las mismas que gozaron de tal prestigio que fue contratada para crear obras para la Iglesia del Palacio Real Español y posteriormente pasaría a trabajar para el Papa Clemente VIII en Roma, de cuya corte formaría parte durante muchos años. Perteneció a la Academia Romana y realizó una excepcional pintura para la Basílica de San Pedro Fuori le Mura.

Contrajo matrimonio con Gian Paolo Zappi, quien fue aprendiz de su padre; pero ante el talento de su esposa, tuvo que abandonar su carrera para criar a sus tres hijos, mientras Lavinia Fontana sería la encargada de llevar el sustento a casa, sacrificio que a la larga valdría la pena, pues la artista aseguró para su familia una buena posición económica gracias al mecenazgo de grandes personajes de la época y la calidad de sus obras que acaparaban la atención de muchos e incluso el escultor Felice Antonio Cassoni la inmortalizaría acuñando una medalla en su honor.

Cabe destacar que retrató a muchos personajes de la nobleza, de los cuales destaca el retrato de Antonieta Gonsalus, quien fue una niña que sufría de hipertricosis lanuginosa congénita (síndrome del hombre lobo), hija de Petrus Gonsalus quien era parte de la corte francesa y se desempeñaba como tutor del rey.

Retrato de Antonieta Gonsalus

Lavinia Fontana

Falleció en Roma, luego de trabajar en mas de cien obras de los cuales treinta y dos aún se conservan.

Fede Galizia (1578-1630)

Judith con la cabeza de Holofernes

Fede Galizia

Nació en Milán, hija de Nunzio Galizia, quién destacó por su trabajo en miniaturas, habilidad que su hija aprendió y perfeccionó de tal manera que con tan solo 12 años ya era reconocida como una gran artista por el amigo de su padre Giovanni Paolo Lomazzo. pionera del género denominado “bodegón” o las conocidas naturalezas muertas que eran representaciones de objetos inanimados; sin embargo, este muy importante aporte al arte no se le fue reconocido hasta el siglo XX.

Retrato de Paolo Morgia

Fede Galizia

Desde muy joven empezó a recibir muchos encargos como retratista, pero lo que más llamaba la atención en su obra, era el detalle con el que dibujaba la vestimenta y las joyas que llevaban sus modelos, los cuales irradiaban mucho realismo lo cual marca su estilo.

También realizó obras de temática religiosa y profana, posiblemente algunos retablos destinadas a iglesias en Milán, pero entre estas la que más destaca es su pintura Judith y Holofernes, del cual varios expertos opinan que se trata de un autorretrato.

La obra en la que más se aprecia su estilo es el Retrato de Paolo Morgia, quien fue un historiador jesuita que se convirtió en su mecenas y era tal vez su más grande admirador. Este retrato en el que aparece escribiendo una poesía dedicada a la artista, muestra un gran realismo en su rostro y ha sido comparado con obras de otros autores del norte europeo.

Uno de sus “bodegones”, fue de los primeros en ser firmados por un artista italiano, y el realismo y el manejo de la luz para resaltar el detalle de los objetos en ellos retratados, ha influenciado a artistas como Panfilo Novilene y Giovanna Garzoni.

Duraznos en una cesta blanca

Fede Galizia

Según quienes han documentado su vida, se sabe que tuvo una existencia tranquila y que nunca contrajo matrimonio. Aparentemente murió en Milán víctima de una plaga que asoló la población italiana por esos años. Dejó sesenta y tres trabajos de los cuales cuarenta y tres son bodegones.

Artemisia Gentileschi (1593-1652)

Autorretrato como mártir

Artemisia Gentileschi

Judith decapintando a Holofernes

Artemisia Gentileschi

Nació en Roma, llevando el arte en sus venas, ya que fue hija de Orazio Gentileschi, quien sería su tutor y principal protector en un medio donde las artes estaban a la orden del día de la mano de artistas nacionales y extranjeros que se concentraban en la ciudad. Padre e hija, fueron personalidades distinguidas en lo que a estilo barroco se refiere, totalmente influenciados por las obras de Michelangelo Merisi de Caravaggio a quien posiblemente conoció durante su niñez, razón por el cual fueron denominados como Caravaggistas, ya que al igual que él, imprimió en su trabajo un alto grado de dramatismo, como si se trataran de las escenas de alguna película u obra de teatro en los que en ciertas ocasiones fueron personajes bíblicos sus principales protagonistas.

Ya a los diecisiete años, llenó de orgullo a su padre firmando su primer trabajo, que según varios contemporáneos era en realidad obra de Orazio. Este ambiente dominado por hombres, quienes eran injustos al momento de apreciar sus habilidades, no le permitieron ingresar a las academias de arte, siendo esta la razón por la cual su padre haría arreglos para que continúe su aprendizaje con Agostino Tassi, quien a su vez la violaría de forma brutal, hecho que marcaría su vida por completo, ya que posteriormente plasmaría mucho de este pesar en su obra, pues además fue torturada por miembros de la inquisición mediante sangrientos métodos para dar por cierta la acusación que ella y su padre levantaron en contra del maestro, y tras comprobarlo después de un largo juicio en el que la reputación de Artemisa fue puesta en duda, le dieron a elegir entre trabajos forzados o el exilio, eligiendo la segunda opción; sin embargo, Tassi regresó a los pocos meses a Roma y Artemisia se involucró en un matrimonio arreglado con un pintor florentino con el afán de limpiar su nombre.

Su trabajo Judith decapitando a Holofernes, es una muestra del sentimiento de venganza que sentía en contra de su agresor, está claro que el rostro de Judith se asemeja mucho al de Artemisia, al igual que el rostro de Holofernes que guarda semejanza con el de Tassi.

Ya casada, la artista residiría en Florencia donde entablaría amistad con el controversial Galileo Galilei y el sobrino del maestro Miguel Ángel para quién realizó trabajos destinados a embellecer la Casa Bunoarroti levantada en honor a su ilustre tío. en esta ciudad Artemisia llegaría a formar parte de la Academia de Diseño, hecho trascendental para una mujer en esa época, razón que la llenaría de fama y de una notable clientela entre los que cuentan miembros de la familia Medici.

Luego de divorciarse y con una hija bajo su responsabilidad y posteriormente otra más, parece que alcanzó a su padre en Génova. posiblemente estuvo una temporada en Roma donde trabajó en retratos dedicados a heroínas bíblicas, finalmente pasaría por Venecia y Nápoles antes de asentarse en Londres junto con su padre donde realizó obras para el rey Carlos I de Inglaterra y la reina Enriqueta María de Francia.

Con el tiempo regresaría a su patria pero esta vez a la populosa Nápoles, donde pasaría el resto de su vida, y dedicaría mucho de su tiempo colaborando con otros afamados pintores italianos como Massimo Stanzione y Viviano Codazzi.

Sus obras poco a poco fueron evolucionando; desde una herida Artemisia hasta convertirse en una reivindicadora de la posición de la mujer en un mundo de hombres, todo esto grabado en la agresividad de sus trabajos.

Otras Artistas

Gracias, a estas mujeres que dieron el primer paso para imponer su talento y colocarlo a la par de otros artistas varones, surgieron otras pintoras quienes no dudarían en plasmar su arte con estilo propio y magnificencia.

Es así como hoy contamos con obras que impresionan, y llegan al alma de quienes saben apreciarlas, y lo que las hace más interesantes, es tal vez el hecho de que fueron realizadas por mujeres.

Por ello dejo a continuación las obras de algunas de ellas:

Autorretrato

Elisabetta Sirani (Italia)

América

Rosalba Giovanna Carriera (Italia)

Agnes Trioson

Anne-Louis Girodet Roussy-Trioson (Francia)

Sombrero Verde

Lilla Cabot Perry (Estados Unidos)

Dama de Blanco

Eva Gonzales (Francia)

Autorretrato

Anna Bilinska-Bohdanowiczowa (Ucrania)

Joven Leyendo

María Konstantinovna Bashkirtseva (Ucrania)

Madre e Hijo

Anna Ancher (Dinamarca)

Autorretrato

Lydia Field Emmet (Estados Unidos)

Lilian Evers

Yulia Biriukova (Canadá)

Tamara

Tamara De Lempicka (Polonia)

Autorretrato

Frida Kahlo (México)

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