Luego de discutir el tema de hoy, los estudiantes podrán explicar con claridad lo que implica vida eterna. Podrán usar la Biblia como fuente para establecer la veracidad de esta enseñanza.
Dinámica:
Pregunte a los estudiantes que definan con una palabra lo que significa para ellos vida eterna y escriba las contestaciones en la pizarra. No borre las contestaciones y úselas al final de la clase para evaluar la efectividad de la actividad educativa.
Introducción:
¿Te has preguntado lo que significa vida eterna? Es una interesante pregunta que merece estudio y análisis para llegar a conclusiones y contestaciones claras. Puede decirse que la mayoría de las personas, aun aquellas conocedoras de la Biblia entienden u opinan que la vida eterna es el resultado de lo que le sucederá a nuestra alma después de la muerte física. Esta apreciación es parcialmente correcta, ya que incluye todos los aspectos que tienen que ver con el tema. Sin duda, el tema de la vida eterna esta ligado al proceso de muerte, pero no es exclusivo del mismo. Podemos decir que la vida eterna puede verse desde diferentes estados o procesos. Esta ligada directamente con la forma de vivir después de aceptar a Jesús como salvador de nuestra alma cuando nos arrepentimos y el perdona nuestros pecados.
Discusión:
Primero:
¿Cuál es la intención de la vida? El momento inicial de la creación nos demuestra la intención de Dios con el hombre. Este no fue creado para morir, sino para permanecer. En Edén vemos la intención de Dios con el hombre al darle una posición de “administrador” con la orden de señalar nombres a los animales. Luego le da una compañera y le ordena multiplicarse (tener hijos) y con ellos llenar la tierra. (Génesis 1:26-28). En el relato bíblico de la creación no hay espacio para la muerte (espiritual pecado), la cual es contraria a la vida y por ende la vida eterna. Llegamos a la conclusión de que la intención de Dios con el hombre desde Edén es que tenga vida eterna. Hay una gran diferencia entre la orden de Dios al hombre de que señoree sobre los animales, prospere y se multiplique, con la escena de la maldición del pecado. (Génesis 3:14-21). La Biblia nos dice que la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23) y que el mal “pastor” (enemigo), vino a matar robar y destruir (Juan 10:1-10). Así que la muerte es contraria a la vida eterna, ya que es la obra del maligno y en contraste la obra de Dios es vida. Es interesante llegar a la conclusión de que Dios quiere dar vida eterna y el diablo quiere introducir el pecado, que es contrario a la vida que Dios regala. Juan 10:10 es bien importante, y dice que Dion quiere dar vida en abundancia, o sea vida eterna.
Segundo:
¿Cuándo tenemos vida eterna? ¿Será cuando lleguemos al final de nuestros días? ¿Acaso cuando llegue el arrebatamiento? ¿Tal vez cuando un accidente nos alcance y perdamos nuestra vida en una manera trágica? Ciertamente todas estas situaciones pueden hacer que uno de nuestros procesos o estados de vida eterna sea una realidad. La muerte, lo cual es interpretado como un proceso normal de la vida (suena contradictorio), nos lleva al proceso de vida eterna. Hebreos 9:27 debe ser considerado con atención. Allí dice “Y de la manera que esta establecido para los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio.” ¿Qué quiere decir esto? Mucha gente interpreta esto de una manera común y natural. Se oye multitudes decir que lo mas seguro que tenemos los que vivimos es la muerte. Claramente, pero lo que mucha gente no ha visto es que esa realidad esta atada a la maldición original en Génesis. Un análisis sencillo y ligero de Génesis 3, donde se establece la maldición por causa del pecado de Adán y Eva dice, “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado, pues polvo eres, y al polvo volverás”. Así que la consecuencia de las palabras en Hebreos en relación a la muerte del hombre antes del juicio tiene que ver directamente con el pecado de Adán en Génesis. Aquí vemos que el hombre no fue diseñado para morir, pero al entrar en “pacto” con el pecado, entonces recibe la maldición de “volver al polvo de la tierra”. Esta es otra mas de las consecuencias de haber desobedecido a Dios.
Contestemos la preguntas que nos hicimos anteriormente.
Tercero:
¿Cuándo tenemos vida eterna? Para esto es necesario establecer la relación que hay entre la vida física y la vida espiritual, al igual que la fuente de la vida. En cada nuevo nacimiento el propósito de Dios está presente. Este propósito es que el naciente tenga vida en abundancia (Juan 10:10). Esa es la intención original de la creación. Lamentablemente el pecado de Adán contaminó la humanidad y cada nacimiento está manchado por el efecto del pecado. Así que la obra de la maldad es presente para cada persona que nace según lo establece la maldición del pecado en Génesis 3:19. Cada persona al nacer viene con el efecto de ese pecado y es necesaria la intervención de Dios para que cambie ese escenario. Analicemos la siguiente pregunta, ¿Qué es la vida eterna? En Juan 17:1-3 hay una intervención de Jesús que es significativa. Mirando el verso 3 vemos que dice, “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Así que es sencillo. Esto es lo que implica tener vida eterna, lo cual es conocer a Dios y a Jesucristo. Adán conocía a Dios cara a cara. De hecho, hablaba con el. La Biblia establece por Jesús lo siguiente, “Quien me ha visto a mi ha visto al Padre” Juan 14:9. Así que Adán cumplía con ese requisito, lo que quiere decir que tenía la vida eterna. Y en la misma forma, todos los que conocemos a Jesús y hemos “visto” al Padre tenemos la vida eterna. Entonces podemos concluir que la vida eterna es el estado de conocer y tener comunión con Jesús y por ende con el Padre. Aunque por lo general la gente asimila vida eterna luego de la muerte física, no es algo exclusivo. Por cierto, para asegurar vida eterna después de la muerte es obligatorio tener la vida eterna antes de la muerte, ya que después no es posible lograrlo.
Conclusión:
La vida eterna es importante para el creyente. Tenemos que lograr una comprensión de lo que significa vida eterna y aplicar esta comprensión en nuestra vida diaria con el propósito de proteger los beneficios que la salvación nos ofrece.
Evaluación de la actividad:
Lea en voz alta las definiciones de vida eterna escritas en la pizarra y que sus estudiantes mencionaron al principio de la clase. Evalúe si las contestaciones van de acuerdo con la enseñanza recibida.