El rostro es una de las partes del cuerpo que más cuidados necesita y en la que las personas suelen poner más empeño. Existen distintos productos y herramientas que se utilizan para el cuidado de la piel del rostro.
Una de las cosas que más requiere la piel es hidratación, para ello necesitas aplicar frecuentemente cremas. Además de esto, es necesario utilizar algunas herramientas que ayuden a su cuidado.
Es por ello que el día de hoy hablaremos sobre los cepillos faciales, estas pequeñas herramientas no suelen ser tomadas en cuenta, pero realmente ofrecen una gran cantidad de beneficios para la salud de nuestra piel.
¿Qué es un cepillo facial?
Los cepillos faciales son unos pequeños artefactos que forman parte de los kits de belleza de muchas personas. Su principal objetivo es mantener tu piel limpia y fresca para que luzca como nueva.
Además de eso, nos permite exfoliar nuestra piel de forma rápida y sencilla sin ningún tipo de esfuerzo. Es capaz de darle una mayor luminosidad y brillo a la piel además de reducir en gran medida los signos del envejecimiento de la piel.
No debes subestimar el potencial que tienen estos pequeños dispositivos ni tampoco los beneficios que este puede aportar a nuestra piel.
¿Cómo elegir un buen cepillo facial?
Elegir un cepillo facial puede no ser una tarea sencilla, sin embargo, hacerlo es una tarea muy importante. Si no sabes cuales aspectos basarte para adquirir un buen cepillo facial es posible que elijas uno que no te de los resultado esperados. A continuación te daré algunas de las cosas que debes tener en cuenta a la hora de elegir un cepillo para tu rostro.
Potencia. Los cepillos faciales funcionan en base a la vibración y la rotación de su cabezal. Estos vienen con distintos niveles potencia, por lo que es recomendable elegir uno que cuente con una buena potencia y disponga de un selector que te permita ajustarla, de esta forma podrás darle más usos.
Batería. Hay dos tipos de cepillos, los que tienen baterías recargables o los que funcionan con pilas. Lo recomendable es que elijas uno con batería recargable ya que son más prácticos y afectan en menor medida el medio ambiente. Por lo general, las baterías suelen durar entre 10 y 20 días dándole un uso moderado. Mientras mejor sea la batería que tenga, menos tendrás que cargarlo.
Cabezal. Los cepillos faciales cuentan con un cabezal que es el encargado de realizar el tratamiento y el movimiento. Hay distintos tipos, algunos son fijos y el cabezal no tiene movimiento, esto hace que sea más difícil llegar a todas las zonas. Por el contrario, hay algunos que tienen la capacidad de rotar hasta 360 grados lo que les otorga una mejor movilidad y maniobrabilidad.
Ergonomía. Si bien la ergonomía se trata de un tema más de comodidad que de funcionalidad, un cepillo con un buen agarre será mucho más fácil de manipular. Esto te garantizará un mejor resultado en tu tratamiento facial.
En resumen, los cepillos faciales hacen una función limpiadora con rapidez y eficiencia. Están de actualidad y tienen calidad para el trabajo que realizan.