REFLEXIONES SOBRE LA MOTIVACIÓN

TREBOL DE LA VIDA DIARIA

 

 

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Tres  grandes temas motivan e influyen en los comportamientos del hombre moderno: lo laboral, lo social y lo afectivo.

 

Esta especie de trébol vital compromete las preocupaciones y afanes de todos los días. Toda persona afronta y vive cada una de estas tres áreas de sus vidas con mayor o menor intensidad, de acuerdo con su personalidad y sus circunstancias.

En primer lugar, la preocupación por la vida laboral tiene que ver con el problema de la insatisfacción en el trabajo y con la frustración diaria que a menudo proporciona. Se sabe a ciencia cierta que el estrés causado por el trabajo es fuente  de enfermedades tanto físicas como emocionales y, obviamente, la causa de muchos problemas en la familia.

En segundo lugar, la preocupación por la vida social tiene que ver con el problema de la soledad y con el permanente deseo de comunicación interpersonal verdaderamente genuina. Contar con un círculo de intereses que lo pongan en contacto con personas de distinto tipo se ha convertido en una gran motivación para mucha gente. No de otra manera se entiende la proliferación de movimientos religiosos, en todos los estratos sociales, que, además de crear lazos de amistad, responden a necesidades superiores del ser humano.

En tercer lugar, la preocupación por la vida afectiva y sexual tiene que ver con el problema de la incapacidad de amar, de darse totalmente al otro y, además, con la búsqueda de atenuantes temporales en encuentros con el sexo opuesto. El amor en verdad es una fuente de motivación enorme para todos los seres humanos, en su búsqueda se hacen todo tipo de cosas, buenas y malas, a fin de conseguir ese afecto que permite a las persona s sentirse valoradas y necesarias para alguien.

La insatisfacción en el trabajo, la soledad y la incapacidad de amar son, entonces, situaciones vitales que todos estamos resolviendo día a día. De nuestra respuesta a la vivencia de estas tres situaciones depende no solamente la estabilidad emocional, sino también los mejores momentos de la vida social y laboral.

Cuando se le pregunta a las personas mayores:   ¿si pudiera cambiar algo de su vida,  qué cambiaria? La mayoría de las respuestas son: hubiera trabajado menos y hubiera disfrutado mas a mis hijos, a mi familia, a mis amigos; hubiera visto mas puestas de sol, leído más libros, cultivado mas pasatiempos para mi vejez.

 

 

 

La pregunta de si uno vive para trabajar o trabaja para vivir, es el fundamento de muchas miradas sobre la vida que se reflejan en las acciones cotidianas

 

 

López, J. & Bernal, M  (2005) , Y ¿De quién es la culpa?, Círculo de Lectores S.A. , Bogotá-Colombia.