Hay oportunidades en las cuales nos toca conducir en la noche en áreas muy oscuras y con pobre señalización. Es en esas situaciones donde se pone en juego la capacidad del auto de iluminar el camino por delante. Los faros de coches son imprescindibles para ver y ser visto.

Si el sistema no tiene buena potencia lumínica y usted se encuentra cansado, conduciendo tarde en la noche, entonces enfrenta un riesgo mayor, con posibilidades ciertas de desencadenar un accidente. Sus faros deben cumplir la función para la cual fueron diseñados.

Podría agregarse alguna dificultad visual y eso llevaría el peligro al borde de un desastre automovilístico. Incluso en trayectos cortos, el riesgo incrementado está presente, cuando los faros no funcionan bien. Es el caso en que la calidad de la iluminación desde los faros frontales del coche juega un papel de primer orden.

Si además no hay luces a lo largo que puedan mejorar la visualización, aunque usted se considere un gran conductor, debe reconocer que no es pequeño el riesgo.

Imprevistamente en la noche puede encontrar personas que se cruzan sin medir la distancia porque su vehículo no fue advertido a tiempo para hacer un cruce seguro.

Con unos pocos metros por delante la distancia puede ser insuficiente para aplicar los frenos y lograr detener el coche antes. Los faros del coche deben tener capacidad de iluminar según los reglamentos.

1. club gin Dijo:
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