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Por fin ha llegado Windows 11. Tras cuatro meses de pruebas, el sistema está por fin «listo» para ser lanzado al público en general, aunque los problemas son prácticamente inevitables para un sistema operativo en sus primeros días en manos del público en general.

Por ello, y teniendo en cuenta que el ordenador desempeña un papel importante en la rutina de los usuarios, es fundamental evaluar si merece la pena actualizarse al nuevo sistema operativo de inmediato. Para poner las cartas sobre la mesa, hemos preparado una lista de los principales fallos, errores y problemas descubiertos en el sistema operativo de Microsoft que pueden convencerte de no abandonar Windows 10, al menos por el momento.

Fugas en la memoria

El Explorador de Archivos tiene un problema desde las primeras versiones de Windows 11: las fugas de memoria. Cuando se lanza la aplicación, se le asigna un trozo de RAM, y permanece en esta condición hasta que se reinicia el PC o se «mata con la uña» el proceso del Explorador de Windows en el Administrador de tareas.

Los usuarios de Windows 11 pueden ver rápidamente si están afectados por el problema: Inicia el Administrador de Tareas, ordena los resultados por el uso de la RAM haciendo clic en «Memoria», y luego pulsa repetidamente la tecla Windows + E para abrir varias instancias del Explorador de Archivos antes de cerrarlas todas. Si el sistema tiene fugas de memoria, la herramienta nativa debería seguir utilizando mucha memoria aunque se cierre por completo.

Barra de tareas de Windows 10

Si has instalado Windows 11 y te has encontrado con la barra de tareas del sistema anterior, has descubierto otro problema, aunque te guste el diseño antiguo. El problema parece estar afectando sobre todo a las personas que anticiparon la actualización en su PC utilizando la interfaz oficial de Microsoft, el Asistente de Instalación.

Hay dos remedios para esto: el primero es intentar establecer una nueva cuenta de usuario local para forzar la visualización de la nueva Barra de Tareas; el segundo es reinstalar el nuevo SO desde cero.

Ralentización al navegar por Internet

Tras la actualización, algunos clientes tuvieron conexiones a Internet mucho más lentas de lo habitual, lo que constituye otro ejemplo de problema. En este caso, las máquinas equipadas con el software de red Intel Killer simplemente «pierden» paquetes UDP (Protocolo de Datagramas de Usuario) en determinadas circunstancias, lo que provoca que los sitios web tarden más en cargarse y que las comunicaciones sean de mala calidad; añadir una VPN no alivia el problema.

Reducción del rendimiento en los juegos

Microsoft afirma que ha desarrollado el Windows más seguro de la historia del sistema operativo, pero no revela que las capacidades que permite, como la VBS, seguridad basada en la virtualización, pueden tener un impacto negativo en el rendimiento. Se trata de una técnica de seguridad que crea y aísla una zona segura de la memoria del sistema operativo utilizando las capacidades de virtualización del hardware.

La funcionalidad está activada por defecto en los nuevos PC que se entregan con Windows 11. Sin embargo, el uso de la herramienta puede tener un impacto en el rendimiento de los juegos. Según el sitio web PC Gamer, el efecto varía según el juego probado: en Horizon Zero Dawn, fue del 25%, en Metro Exodus, del 24%, y en Far Cry New Dawn, del 5%.

Problemas con las CPU de AMD

Este es un problema extraño, sobre todo porque AMD lo ha reconocido: evidentemente, Windows 11 no maneja correctamente ciertos aspectos de la serie de CPUs Ryzen en todas las generaciones. La barrera se divide en dos partes El retardo de la memoria L3 (multiplicado hasta tres veces en el nuevo SO) y la incompatibilidad con la opción de optimización de carga por núcleo «Núcleos preferidos».

Se desconoce la naturaleza exacta del efecto sobre el rendimiento, pero AMD afirma que se notará más en las aplicaciones y juegos sensibles a la latencia de la caché, así como en las aplicaciones que utilizan los núcleos más potentes para actividades en primer plano. En los casos más graves, el daño puede ser de hasta un 15%.

Desgraciadamente, no hay un remedio actual para la vulnerabilidad, pero el fabricante de chips afirma que está trabajando con Microsoft para proporcionar una solución en forma de actualización a finales de este mes.

Se espera que estos problemas se resuelvan adecuadamente a través de una actualización de software en el futuro; no obstante, los usuarios deberían evaluar si merece la pena cambiar de sistema operativo simplemente para satisfacer su curiosidad. Además, las mejoras de Windows 11 son muy intrigantes, pero ¿merece la pena la incomodidad de descubrir ciertas cosas fuera de lugar?