La Ética y las buenas costumbres
Autora: Wendy Plata Alarcón, wplata@gmail.com
El dilema entre ética y moral ha sido un conflicto generado en la mente del ser humano delimitado por su accionar que proviene de sus propias convicciones, así como también por su relación con el entorno, mismo que supone presiones o confiere libertades para la toma de decisiones. En este apartado deseo poner en consideración del lector tres enfoques de la ética a los que denomino controversia, propósito y percepción humana.
En primera instancia, la ética genera controversia, ya sea en el mismo ser humano o en su interacción con el entorno, dado que por estar concebidos como seres sociables necesitamos estar en contacto con otros y responder a las acciones generadas por otros, es así que, los diferentes sistemas morales, valores, la libertad y la obligación moral exponen al ser humano ante una diversidad de alternativas donde la vorágine impetuosa de la presión moral se confabula para empujar a hombres y mujeres a adquirir valor moral a través de realizar acciones por su propio convencimiento.
Un vez que hemos abordado la controversia, trasladémonos a descubrir el verdadero propósito de la ética, que consiste en actuar bajo principios y no meramente de acuerdo a las circunstancias que atraviesan hombres y mujeres, esto implica ser consistente en nuestras acciones y posiciones incluyendo hasta los mismos errores, que cuando éstos surgen deben afrontarse con la madurez respectiva y buscar las oportunidades de mejora así como aprender de la experiencia en sí misma.
Por último, en cuanto a la percepción humana podemos mencionar que ésta se encuentra ligada a la libertad con la que el ser humano toma decisiones y se inclina hacia una forma de vida característica, que aunque muchas veces puede asociarse a patrones del comportamiento colectivo, en su misma esencia no deja de exponer al ser único e irrepetible que constituye cada persona, por lo tanto, la ética se corresponde con este sentido de libertad que estará ligado a la toma de decisiones.
Bajo las condiciones previamente expuestas, podemos inferir que la ética va más allá de un concepto, está relacionada al comportamiento axiológico, siendo así que cada individuo debe asumir la responsabilidad de sus acciones, siendo íntegro dentro y fuera del ejercicio de su profesión sin perder de vista su propósito y quizás prestando menos atención a la controversia que el término en sí pueda causar así como respetando la percepción de cada individuo.