Se cumplen 30 años del asesinato del Beatle a manos de Chapman. Hoy, su leyenda y su legado musical siguen tan presentes.
Agazapado bajo uno de los arcos de acceso al edificio Dakota de Nueva York,Mark David Chapman, de 25 años, está a punto de cambiar la historia. Segundos después, sus cinco disparos acabarán con la vida de John Lennon, el Beatle rebelde, uno de los grandes íconos del pasado siglo y, a buen seguro, una de las mentes más talentosas de la historia. Es lunes, 8 de diciembre de 1980. Y el mundo de la música ha quedado huérfano para siempre.
La vida de John Winston Ono Lennon (Liverpool, 1940) fue una montaña rusa desde su comienzo. Siendo un niño se vio obligado a irse a vivir con sus tíos y separarse de su madre, que falleció atropellada por un policía borracho tiempo después, cuando John tenía 17 años. El trauma lo acompañó hasta su muerte, y salpicó su adolescencia de altercados de toda condición. Pero el destino le tenía reservada una válvula de escape: el rock and roll.
John dio sus primeros pasos en la música a los 16 años. Lo hizo con The Quarrymen, una banda de skiffle (un híbrido entre blues, folk y rock and roll) que fue rebautizada como The Beatles cuando conoció a Paul McCartney. Macca no sólo fue el cincuenta por ciento de la banda más grande de todos los tiempos, también fue su mejor amigo y contrapeso emocional. El carácter diplomático y controlador de McCartney fue clave para templar la impulsividad y la tendencia al caos de John. Juntos formaron una arrolladora asociación creativa y una relación que, a lo largo de la carrera de los fab four, pasó del amor al odio en no pocas ocasiones.
Cuando la estabilidad de los Beatles comenzaba a tambalearse, la aparición de otra persona cambiaría para siempre la personalidad del díscolo Lennon. Yoko Ono, nacida en Japón -aunque residente en Estados Unidos desde los dos años-, ejerció una poderosa fascinación sobre Lennon, que encontró en ella la figura materna que le fue arrebatada. Juntos formaron otro sólido tándem en cuya base el músico se apoyó para dar forma a las canciones más reivindicativas de su carrera, desde Give peace a chance a la inmortal Imagine. A día de hoy, Ono sigue actuando de feroz guardiana de la memoria de John.
Tan lleno de contradicciones como desbordante de genialidad, John Lennon forma parte de la memoria colectiva universal.
Hace 30 años, el mundo quedó huérfano de una voz combativa e incómoda. Pero sobre todo, de buena música.