BUENOS AIRES — Argentina le hizo sentir a una aburguesada España el rigor de su poder de fuego al golearla el miércoles en partido amistoso 4-1, con ráfagas geniales de Leo Messi y Carlos Tevez, pero lo nuevo en el seleccionado albiceleste es que la defensa ha dejado de hacer agua.

Si algo cambió y fue noticia en la selecció argentina el martes tras la humillante goleada contra Alemania (4-0) que la dejó afuera del Mundial de Sudáfrica-2010, es haber mostrado una estructura sabia de contención y control del balón.

«Ojalá que esto sea el comienzo de una nueva etapa. El Mundial ya pasó (…) esto nos da confianza», comentó el defensa Martín Demichelis, a quien le llovieron críticas por haber sido un colador aquella tarde en Ciudad del Cabo.

¿Los errores fueron atribuibles entonces a la conducción técnica de Diego Maradona y hay una nueva Argentina con el interino Sergio ‘Checho’ Batista?.

Por ahora, al menos, se pudo escuchar un «Olé, olé…Messi, Messi», coreado por primera vez por millares de hinchas que sintieron que el delantero es capaz de darles en casa algo de la magia que ofrece en el FC Barcelona.

«Fue muy lindo reencontrarme con la gente. Pasamos muchas amarguras. Ojalá sea el comienzo de algo importante», dijo Leo Messi.

Después de marcar el primer gol ‘a lo Messi’, picando el balón con maestría por encima de la salida del arquero José ‘Pepe’ Reina, el atacante hizo un gesto mirando a la tribuna que valió por mil palabras al besar el escudo de la selección en la camiseta.

Pero si Messi pudo lucirse al igual que Gonzalo ‘Pipita’ Higuaín que marcó el segundo gol a su manera, eludiendo al arquero, fue porque el medio campo tenía equilibrio y administración sensata de la pelota, con Ever Banega, Javier Mascherano y Esteban Cambiasso, sin ser ellos grandes estrellas.

Sin renegar de Maradona, Batista dio respetuosamente una pista de la nueva era al señalar que «después de lo sucedido en el Mundial (los futbolistas) necesitaban un partido así».

«Uno les da un sistema táctico y quizás los hace jugar como les gusta», dijo Batista, quien rendirá otros dos exámenes ante Japón en Tokio el 8 de octubre y frente a Brasil el 17 de noviembre en Dubai.

España fue una sombra, con una lentitud en defensa que ni siquiera se ve en amistosos, pero con la responsabilidad del DT Vicente del Bosque de haber ensayado cambios que parecían subestimar al rival.

La tarde de Reina fue desafortunada, con el gol que le regaló a Carlos Tevez al resbalar, pero Del Bosque lo sentenció al reemplazarlo por Víctor Valdés en el segundo tiempo.

Sin embargo, fue el DT español quien había optado por formar una defensa en la que no dieron pie con bola Alvaro Arbeloa, Carlos Marchena e Ignacio Monreal, o quien decidió que el estratega Xavi Hernández entrara cuando la derrota se perfilaba inexorable.

Y se cambiaron los papeles, porque España parecía Argentina defendiendo y, en el otro arco, el gigante Sergio Romero tapó varios goles hechos como si sus dudas en el Mundial jamás hubiesen sucedido.

Ni siquiera el retornado veterano Javier Zanetti se ensañó, tras ser ignorado por Maradona, aunque deslizó una sutileza al afirmar que «hacia tiempo que Argentina no jugaba tan bien».

«Sentí como que nunca estuve afuera y eso tiene para mi mucho valor», dijo el multicampeón con el Inter de Italia.

En cambio, desanimado quedó el hombre de la cancha, Carlos Tevez, con dos asistencias y un gol, al señalar que seguirá «por ahora» en la selección por la gente, que lo idolatra, y por su familia.

«Estoy un poco cansado, y el cuerpo tira para abajo. Ya no soy tan joven como para bancarme una patada fuerte y seguir. Estoy un poco ‘cagado a palos’ (molido)», dijo sobre el golpe artero que recibió de Xabi Alonso

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