En los páramos del Antisana al sur occidente de este Volcán encontramos la laguna de La Mica , sobre los 3900 m. s. n. m. y con un paisaje místico rodeado de pajonales, es fácil observar varias especies de aves andinas, como patos, bandurrias, curiquingues, y otras tantas especies de mamíferos algo más cautelosos y tímidos. El cóndor ahora visitante ocasional de la zona muestra lo extraordinario de éste, uno de sus últimos refugios.
El agua de La Mica es cristalina y sobre todo muy fría, y aún cuando no es muy común que un atractivo natural cuente con una buena vía de acceso, este la posee, debido a que sirve como abastecimiento de agua potable para el sur de Quito.
Es sin duda uno de los lugares más hermosos que se puede acceder desde el Valle de los Chillos.
Se encuentra en las mejores condiciones de conservación, debido a que se requiere de autorizaciones especiales por parte de la EMAAP-Q para poder visitar este atractivo, pero sin duda el esfuerzo es por demás gratificante.