Hamm, un viejo amo que está ciego y no puede permanecer en pie, y su sirviente Clov, que no puede sentarse, son dos hombres mutuamente dependientes, pero siempre se han llevado mal. En sus vidas también aparecen Nagg y Nell, los padres de Hamm.
Estos son los personajes de Final de partida, una obra teatral original del dramaturgo irlandés Samuel Beckett que ponen en escena desde hoy cuatro estudiantes del Instituto Tecnológico de Artes del Ecuador (ITAE), bajo la dirección del quiteño Roberto Sánchez.
La pieza escénica la han trabajado –con motivo de su graduación– Aída Calderón (Clov), Gylbi de la Paz (Hamm), Clara López (Nell) y Jorge Velarde (Nagg), alumnos de la carrera de Teatro del ITAE, la cual dirige el actor Santiago Roldós.
Tanto para Sánchez como para Roldós, el teatro de Beckett fusiona tragedia y comedia para ilustrar la condición humana.
“Su teatro es la búsqueda del sentido último del ser humano en su subsistencia sobre el planeta”, explica el quiteño. “Él es un autor clásico de la ruptura y por su vigencia, al presentar problemas actuales”, manifiesta, por su parte, Roldós.
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