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Un, dos, tres... formaaaaaaaaaaaar! Cuidado con salirse de la fila... ¡Aliiiiiiiineaaaaaaaar!
Prepárense a cuidar muy bien lo que dicen, lo que hacen. Los Comités de Vigilancia de la Revolución se encargarán de determinar cualquier posible enemigo de la revolución. Cualquier o cualquiera hijo o hija de vecino o vecina podrá señalar, denunciar, avisar, alertar de un posible enemigo, opositor, no convencido, diletante, etc. que no aplauda el paso del magnificente carro benefactor por la gran avenida de la Historia. ¡Esto sí que es revolución! Esto es un gran avance en la formación de una mejor sociedad, más desarrollada, próspera y solidaria... Los Comités de VIGILANCIA.
En Cuba existen desde el inicio de la revolución. Según algunos cálculos, cerca del 80% de la población tiene relación con estos comités. Alguien podría decir que es un esquema de participación social efectivo: la población vigilándose a sí misma. En Venezuela e Irán, también los hay. Desde otro punto de vista es un mecanismo efectivo para evitar disidencias u oposiciones, so pena de ser denunciado, vilipendiado, o quemado simbólicamente en hogueras públicas. No tengo duda, Tomás de TORQUEMADA, el gran inquisidor que mandó a quemar a tantos herejes, si bien no fue el inventor de la vigilancia y represión, fue otro personaje de la historia convencido de que a los ciudadanos hay que vigilar que profesen la Fe Unica. Y bueno, me callo porque ya mismo algún Anónimo, en los comentarios, me ha de querer apedrear...
