Crítica de Inception: Universo Onítico
Posted by brisborj | Filed under noticias
Inception (El origen) era uno de los estrenos más esperados de este 2010, teniendo en cuenta sus componentes Nolan y Di Caprio, dos pesos pesados de la industria reciente juntos en un film.
A priori generó mucha expectativa, y más después de la espectacular The Dark Knigth (la última pélicula de Batman dirigida por Christopher Nolan), y el ascenso como actor de Leonardo Di Caprio que en sus últimos films habia redondeado trabajos más que interesantes.
Partiendo de una historia original escrita por Nolan, en una realidad donde es posible manipular las mentes de las personas e introducirse en sus sueños, Dom Cobb (Leonardo Di Caprio) es especialista en penetrar el subconciente humano para robar sus más preciados secretos, en un mundo de espionaje corporativo al más alto nivel de empresas que pagan mucho dinero, para averiguar los más ocultos secretos de sus fervientes competidores.
Esta rara habilidad ha hecho de Cobb un fugitivo a nivel mundial, lo que ha llevado a alejarlo de su casa, pero Saito (Ken Watanabe) le ofrece un trato para limpiar su nombre a cambio de una misión arriesgada y al límite de lo posible.
Nolan ya ha coqueteado con los misterios de la mente humana; recordamos que en Memento (2000) el tema era la pérdida de memoria y la lucha de su personaje por recordar. Sus dos adaptaciones de Batman, generaron personajes siempre complejos, perturbados, con situaciones no resueltas que repercuten en sus mentes.
Inception plantea un universo onírico alucinante, con una narrativa compleja, pero al servicio de la historia que nunca se detiene y avanza sobre todo en la búsqueda personal de su protagonista principal Cobb, quien se encuentra profundamente involucrado en un mundo con límites difusos entre lo real y lo ficticio.
Di Caprio demuestra que ha alcanzado la madurez como actor logrando un equilibrio perfecto de escenas de acción y dramáticas; en estas últimas se destaca cada vez más, en los planos cerrados cargados de dramatismo, que se hace gigante, sin guardarse nada, a la manera de los grandes actores del cine clásico (incluso podríamos trazar un paralelismo con el gran James Stewart).
Nolan decidió que la película estuviera envuelta por un gran McGuffin (término que Hitchcock estableció para disfrazar una trama que hace avanzar una historia), pero que no es la idea ni la trama elemental en la pélicula. En este caso este último arriesgado trabajo para Cobb y su équipo, es una mera excusa para disfrazar el tema principal, la compleja relación de Cobb con su esposa Mal, Interpretada por Marion Cotillard (La vie en Rose, 2007, Public Enemies, 2009, entre otras), quien también se destaca inundando la pantalla de dolor y dramatismo, lo que la transforma en una pieza muy importante de este rompecabezas.
La fotografía y el montaje acompañan la idea onírica de la pélicula; hay una decisión estética de no diferenciar las imágenes reales, de las que forman parte de los sueños.
Al contrario que en muchos films que se sí marcan la diferencia cuando hay imágenes de sueños involucradas en la historia, ya sea en la post producción o la hora de crear climas con las luces, Nolan busca no diferenciar lo que es real de lo que forma parte del universo de los sueños.
Hay todo un sistema de reglas creado a partir de los sueños, que forman niveles diferentes en los mismos, como si fueran capas de una cebolla, en los cuales se puede ir avanzando cada vez mas profundo.
El director domina ampliamente los planos generales, demostrando maestría a la hora de colocar la cámara y nutrirlos buscando la perfeccíon, salvando las diferencias, el estilo de Nolan denota grandes influencias de Stanley Kubrick, el maestro por excelencia de la simbología en el plano general y la perfección.
Tal vez la forma y cómo se muestra, pueda generar una especie de desconcierto cinematográfico para el espectador poco avispado, pero si hay que criticarle algo a esta pélicula es que todo está pensado para que cierre a la perfeccíon. No es el interés del director dejar cabos sueltos, ya que en todo momento tiene el control de la historia, y sabe cómo manipular la información en cuotas.
A la hora de hablar de grandes producciones cinematográficas, y de como derrochar bien el dinero de los tíos ricos de hollywood, Cristopher Nolan demuestra nuevamente que sabe cómo usar la pirotecnia, con buen gusto y nivel.
Parecer ser el nuevo niño mimado de la industria, esperemos que no suceda lo mismo que sucedio con Shyamalan (quien fue devorado por la misma, como tantos otros), con esa manía de subir en pedestales inalcanzables a autores en ascenso pero no consagrados.
Pélicula: Inception
Director: Cristopher Nolan
Elenco: Leonardo Di Caprio, Joseph Gordon Levitt, Ellen Page, Ken Watanabe, Marion Cotillard, Tom Berenger